Ha tardado en llegar, pero la nueva generación del Audi Q5 ya está en el mercado. Sustituir a semejante éxito comercial no ha sido tarea fácil, por eso lo hemos puesto a prueba para darte a conocer qué nos ha gustado y qué no de este SUV medio.
Audi Q5 2.0 TDI 190 CV: fotos
[fotos id=”81361″]Probamos la versión Audi Q5 2.0 TDI 190 CV, una combinación ganadora por su equilibrio que llega únicamente asociada a un cambio automático y a un sistema de tracción a las cuatro ruedas quattro.
Lo que nos gusta del Audi Q5 2.0 TDI 190 CV
Calidad. Es un hecho que Audi es uno de los fabricantes con mejores interiores del mercado, y este no es una excepción. Más todavía cuando sabemos que se ha fijado en su hermano mayor, el Audi Q7. Así las cosas, no hay detalles criticables, logrando un conjunto de altísima calidad que, además, es plenamente personalizable.
Habitabilidad. El trío premium alemán no ha destacado históricamente por habitabilidad, pero la nueva generación del Audi Q5 se olvida de aquello. Ha ganado también en modularidad gracias a una banqueta trasera desplazable longitudinalmente, primera vez que ocurre en la historia del modelo. Los 550 litros que anuncia de maletero están a la par con sus competidores.
Tecnología. No puede decirse que la tecnología haya escapado al nuevo Audi Q5, empezando por un sistema multimedia muy avanzado con pantalla de 8,3 pulgadas y un mando con entrada táctil. Por su parte, el Audi Virtual Cockpit también llega a esta generación.
La seguridad, además del confort, es otra de las batallas, pues acoge tecnologías de última generación como un control de velocidad de crucero adaptativo con asistente en atascos o la famosa iluminación LED matricial Audi Matrix LED.
Comportamiento. Aunque no logra el comportamiento de una berlina convencional, no se aleja demasiado. El chasis se ha puesto a punto para reducir balanceos y resultar más directo para el conductor. A ello ayudan unas inercias menores gracias al uso de aceros de alta resistencia y aluminio que reducen el peso hasta 90 kilos.
Consumo. El tamaño y peso del conjunto no invita a pensar en un consumo contenido. Nada más lejos de la realidad, pues el bloque diésel consigue, además de un alto grado de refinamiento, un consumo medio en condiciones reales en torno a los 7 l/100 km.
Capacidades todoterreno. No es habitual hablar de grandes capacidades fuera del asfalto en el segmento SUV, pero el Audi Q5 se guarda la baza de la suspensión neumática, por primera vez disponible. Con ella instalada la carrocería queda 22 mm más baja que con suspensión metálica, pero en modo Offroad logramos una altura libre al suelo de nada menos que 231 mm. Nada mal para su categoría.
Lo que no nos gusta del Audi Q5 2.0 TDI 190 CV
Motor. No, no es que el motor no nos guste, pero tiene detalles mejorables. Es refinado, potente y poco sediento, pero en conjunción con la caja de cambios automática resulta un tanto perezoso. En otras palabras, hay que “pisarle” más de lo habitual para obtener respuesta.
Por fortuna hay diferentes modos de conducción que palian este efecto, como el modo Dynamic, capaz de avivar todas las reacciones del vehículo. Además, si bajamos alguna marcha de forma manual obtenemos una respuesta mejor.
Precio. Nadie espera un precio de derribo en este segmento, pero la tarifa de partida es bastante alta comparada con sus rivales. Cierto es que comparado con el BMW X3 y el Mercedes GLC es el más moderno, pero también el más caro. Con nuestro motor y acabado Design parte de 54.810 €.
Opciones. Por todos es conocido que Audi propone una lista casi infinita de opciones para personalizar el coche, desde el diseño hasta los últimos avances en tecnología. Pero el precio de cada una de ellas es bastante elevado. Por ejemplo, el control de velocidad de crucero adaptativo ACC plus son 1.555 €.
