Waymo reemplaza a ‘Google X’ y se encargará de dar seguimiento al proyecto de coches autónomos
Durante casi ocho años, Google dejó de lado su título de “El gigante buscador” para influir aún más en la vida de las personas. Fue en 2009 cuando la compañía decidió crear sus primeros prototipos de coches autónomos y, desde entonces, las pruebas y desarrollos no han cesado. No solo han conseguido diseñar coches autodirigidos que parecen de ciencia-ficción, sino que también han planificado cómo serán las ciudades del futuro.
Ahora, Google ha dado su próximo paso gracias a Alphabet, empresa a la que está subsidiada. Gracias al nacimiento de Waymo, la compañía que se encargará de dar seguimientos a los proyectos de coches autónomos, se garantizará un nuevo camino hacia la movilidad del futuro.
¿Qué es Waymo?
En los últimos años, el departamento de proyectos especiales de ‘Google X’ era el encargado de mover todo lo relacionado con la innovación en conducción autónoma de Google. Dentro del mismo departamento estaba Waymo, que ahora se formará como una compañía independiente – aunque seguirá dentro de Alphabet- pero con mayor margen de maniobra y decisiones.
Tal y como explicó en rueda de prensa el directo ejecutivo de Waymo, John Krafcik, “esta tecnología podría empezar a remodelar los millones de coches que hay alrededor del mundo”. Además, se planea que sea un negocio rentable para Alphabet y nada experimental.
En este sentido, las primeras pistas de Waymo como compañía independiente se encuentran en la alianza con Fiat Chrysler Automobiles NA. El papel de la empresa pasaría por fabricar monovolúmenes para probar en ellos sistemas creados por Waymo, además de desarrollar una plataforma de viajes compartidos, como ya hacen Uber, Tesla y Lyft.
¿Cómo funciona la tecnología de Waymo?
En resumidas cuentas, Waymo se preocupa por crear un ‘piloto’ que siempre esté en alerta y nunca distraído.
Gracias a su software incorporado y sus sensores puede detectar a los ciclistas, peatones, vehículos y cualquier objeto que se mueva alrededor del radio del vehículo. Además, del mismo modo, el coche está capacitado para circular por el carril que le corresponde sin interferir en el del resto, como puede ser un carril bici.
¿Y qué hay de la capacidad de reacción? También han pensado en ella. El mismo software posee la inteligencia necesaria para reducir la velocidad cuando otros conductores quieran cambiar de carril. Se predicen los movimientos, y se actúa con precaución a raíz de estos.