La motorización más solicitada para el coche de empresa sigue siendo la diésel
El canal de empresas no es ajeno a la tendencia del mercado en su preferencia por el diésel en lugar de otras tecnologías como la híbrida, eléctrica o gasolina. La creación de normativas restrictivas para los motores de gasoleo en las grandes ciudades, así como la llegada de posibles gravámenes fiscales y restricciones al uso, supondrá una reducción en la contratación de vehículos con tecnología diésel, pasando del 91 % al 86 % hasta 2021.
Esto supone que la retroceso del uso de los propulsores de gasoil se reducirá un punto porcentual cada año, según señala la última edición del Observatorio del Vehículo de Empresa (CVO) promovido por Arval, compañía de movilidad de BNP Paribas tras una encuesta realizada entre más de 3.000 gestores de flotas, pymes y grandes compañías de doce países europeos.
Aun así, la preferencia por el diésel no es exclusiva de nuestro país, porque en Europa se mantiene, aunque a nivel comunitario la preferencia por esta tecnología queda en el 82 %, y se han planteado bajarla de media hasta el 79 % en los próximos cinco años, lo que sería una reducción más lenta que la española.
Diferentes objetivos
No todos los países se han impuesto la misma previsión de bajada para los próximos años, y eso que en algunos países ya hay normativas en firme que reducen el uso del vehículo diésel en ciudades, como sucede con París desde hace dos años. Así encontramos que Francia solo espera rebajar la presencia del diésel en el canal de empresas en un 1,6 % en los próximos cinco años, mientras que Bélgica y el Reino Unido esperan hacerlo en un 0,6 % y 1,2 % respectivamente.
Relevo híbrido y eléctrico
Al reducir el uso del diésel supondrá un aumento del uso de las tecnologías alternativas. De hecho, aunque en números enteros aún son demasiado bajos, el 13 % de las empresas españolas ya cuentan con vehículos híbridos en sus flotas, una cifra que en solo tres años alcanzará el 26 %, mientras que en el caso de los eléctricos, las cifras se espera que pasen del 10 % de hoy día al 25 % en 2019.
No es un mal resultado, aunque queda lejos de los que se esperan en otros países de nuestro entorno como es el caso de Holanda que prevé contar un 56 % de híbridos en 2019, o Suiza, que pretende tener 44% de eléctricos el mismo año. El motivo de esta crecida está en las ayudas que las administraciones hacen para los vehículos con tecnologías alternativas, como es el caso de Holanda, que bonifica con hasta 10.000 euros la compra de este tipo de coches.