Ford envuelve a sus coches en un camuflaje 3D que distrae completamente la atención sobre ellos
Si alguna vez has visto un coche cubierto de extrañas espirales y alocados garabatos, es muy posible que te hayas encontrado ante un nuevo y supersecreto prototipo. La clave de su diseño ‘camuflado’ está en los adhesivos que tiene incorporados a lo largo y ancho del chasis.
Estos diseños, ideados para evitar que el espionaje industrial capte imágenes de modelos nuevos cuando se ponen a prueba, hacen que sea extremadamente difícil para el ojo humano centrarse en los contornos y en los detalles más comunes.
Nuevo camuflaje ‘ladrillos’
El nuevo camuflaje en 3D de Ford se ha inspirado en gran parte de las populares ilusiones online. Utiliza miles de cilindros negros, grises y blancos distribuidos de forma aleatoria en un caótico diseño entrecruzado. Esto, hace que resulte difícil captar las nuevas características del vehículo a plena luz del día, tanto en directo como en fotografías.
“Casi todo el mundo tiene un smartphone ahora y puede compartir fotos instantáneamente. Hacen fácil que todo el mundo, incluida nuestra competencia, pueda ver nuestros prototipos de prueba”, cuenta Lars Muehlbauer, gerente de Camuflaje de Ford Europa.
Las marcas que confunden al ojo humano
Como parte de su riguroso sistema de desarrollo, los nuevos modelos de Ford ya tienen que ponerse a prueba en carreteras públicas. Se tarda en torno a dos meses en preparar cada nuevo camuflaje y, una vez listo, se imprime en adhesivos de vinilo -de un grosor inferior al cabello humano- y se aplican de manera exclusiva a cada coche.
“Este camuflaje resultará llamativo en casi cualquier entorno, pero ha sido diseñado para destruir la integridad de la forma del vehículo, sus superficies y su color, retrasando la habilidad del cerebro humano para reconocer sus principales características”, cuenta Martin Stevens, profesor asociado de la Universidad de Exeter
El camuflaje de Ford, que además se diseñó también para soportar temperaturas extremas, es capaz de mimetizarse con los entornos invernales europeos, al igual que con los colores arenosos de Sudamérica y Australia.