Fernando Alonso y el Honda NSX 2017 estaban destinados a encontrarse en un circuito
Solo era cuestión de tiempo que Fernando Alonso y el Honda NSX 2017 se encontrasen cara a cara. La unión se ha producido en el mejor escenario posible, un circuito de velocidad, concretamente en el trazado de Estoril, en Portugal. Allí, el piloto asturiano ha dado rienda suelta a su enorme talento exprimiendo el superdeportivo japonés. Esta nueva creación, con dos ejes motrices, está dotada de cuatro motores, un gasolina biturbo de 3,5 litros y 6 cilindros en V, y tres eléctricos, que generan una potencia conjunta de 581 CV. Como complemento perfecto a este ingenio mecánico, se encuentra una transmisión automatizada de doble embrague con 9 velocidades.
Tras el test, el piloto de McLaren-Honda no dudó en elogiar de forma sincera el coche: “Lo que más me ha sorprendido de él ha sido la frenada. Me divierte más el NSX que mi monoplaza de Fórmula 1, porque puedes hacer más cosas, ya que no vas a buscar el milímetro como sí haces en las carreras. Es como si comparásemos el dibujo artístico con el técnico”.
Una historia que comenzó en 1989
Si echamos la vista atrás unos años, nos topamos con el primer NSX en 1989, presentado y pilotado por dos leyendas del automovilismo, Ayrton Senna y Alain Prost. Alonso recordó esta fecha afirmando que “la leyenda de McLaren-Honda me influyó en la infancia y recuerdo muchas fotos y vídeos de Senna con el NSX de hace 25 años”.
El Honda NSX 2017 se produce exclusivamente en el centro Performance Manufacturing Centre (PMC) de Marysville, Ohio, Estados Unidos. En total, 100 personas se encargan del proceso, desde la fabricación de la carrocería, pasando por la aplicación de la pintura, hasta el montaje final. Las ventas en Europa darán comienzo muy pronto, en el último trimestre del año.