Comparativa de berlinas premium, Audi A7 Sportback vs BMW 630d vs Mercedes-Benz CLS Coupé

Tres berlinas muy apetecibles frente a frente Audi A7 Sportback vs BMW 630d vs Mercedes-Benz CLS Coupé.

Disfrutar de un irresistible vehículo deportivo no tiene por qué estar reñido con un sentido práctico clave para el uso cotidiano. Nuestros protagonistas, Audi A7 Sportback 50 TDi quattro tiptronic, BMW 630d xDrive Gran Turismo y Mercedes-Benz CLS 350 d 4matic Coupé, lo último en berlinas cupé y a la postre gotas de agua, avalan que la simbiosis, aquí animada por eficientes motores diésel, es factible.

Los coches de estilo y prestaciones deportivas no son parcela privativa de la clientela joven, ni mucho menos: hay un producto adaptado a cada edad, bolsillo y necesidad. Es más, el cliente tipo de un modelo como los que ilustran nuestra comparativa, paradigma de la corriente berlina cupé, es un comprador solvente de mediana edad, a tenor de unas tarifas que no bajan de 60/70.000 euros.

Un conductor que no ha sucumbido a la intensa moda SUV y que, al mismo tiempo, escapa del convencionalismo de los sedanes de toda la vida a favor de automóviles de estampa cuanto más dinámica y exclusiva, mejor.

De ahí diseños, sobre todo en las propuestas como estos Audi A7 Sportback, y Mercedes-Benz CLS, de acusadas curvaturas y escasa altura final. BMW persigue una idea parecida sin forzar a contorsionismos para entrar y salir del coche. Motivo por el que su apuesta, Serie 6 Gran Turismo, mida 1,54 metros de alto, cuando el de los aros se queda en 1,42 y el de la estrella en 1,44 m.

Cuestión de prioridades

Una diferencia abultada que, como decimos, se nota, y mucho, al entrar y salir, aunque tenga su contrapunto: por muy fastback que sea, con una zaga muy tendida, visto en directo resulta un tanto singular, con un empaque que remite a un cruce de monovolumen y todocamino, bastante crossover. Y eso que no le faltan puertas sin marco (como sus rivales aquí) o el consabido portón que da paso a un soberbio maletero superior a 600 litros (535 el Audi A7 Sportback y 520 litros el Mercedes-Benz CLS, este sin portón), garante de una versatilidad sin tacha. También es el más largo de los comparados, con algo más de cinco metros.

Los tres admiten bien a cuatro adultos, pero con diferencias apreciables que favorecen al de la hélice. La arquitectura del automóvil de la estrella es muy dinámica, con los asientos muy bajos, cintura muy alta y unas escuetas ventanillas que, en las plazas traseras, provocan cierta sensación claustrofóbica.

Caracterizado por la nueva estilística de la marca, es de largo el menos habitable, dejando al Audi A7 Sportaback en un interesante escalón intermedio. Solo el BMW 630d admite a un quinto ocupante en la plaza central trasera de forma razonable (es con mucho el que más mima a esos pasajeros), siquiera ante cortos desplazamientos.

Intachables

Empate a los puntos por tecnología, incluida la que llega a los sentidos. El Mercedes-Benz CLS Coupé saca pecho con detalles como una despampanante instrumentación digital opcional, igualada por la tecnología capacitiva del A7 Sportback. El Serie 6 Gran Turismo es más convencional, pero pagando aparte impresiona con soluciones como la modulación por gestos del volumen del audio, sin ir más lejos.

Otra cosa: la contrastada calidad germana está presente en cada rincón de todos ellos. El diseño queda a la interpretación de cada cual, pero la calidad interior percibida es simétrica, sin ventaja aparente para ninguno en materiales, ajustes, ergonomía de uso o confort de asientos.

Sobre dotaciones de serie, y como reflejan las fichas adjuntas más abajo, incluyen alumbrado LED, navegación y otros de apoyo a la conducción y seguridad. Es pareja y nunca abrumadora, pese a las contundentes tarifas básicas. Desde luego, el equipamiento es ampliable talonario en mano para dotarse de lo indecible, conducción semiautónoma (asistente de atascos, gobierno puntual sobre la dirección…) y sistema de entretenimiento para los pasajeros traseros incluidos.

Bien ponderados

El chasis de las variantes que nos ocupan no está concebido para una conducción, digamos, extrema. La idea es asegurar una marcha confortable, pero segura. Todos pueden equipar suspensión neumática de altura y firmeza variables, a nuestro parecer recomendable porque no incrementa mucho el precio y asegura una absorción ejemplar de baches y rotos del suelo.

El Audi 7 Sportback incluso contempla este dispositivo ligado a la dirección posterior o dinámica, que gira levemente las ruedas al contrario de las delanteras yendo rápido, para cambiar de carril en menos metros, y en el mismo sentido para maniobrar con más facilidad.

Otra vez es complejo proclamar vencedor. Y es que ni el centro de gravedad sensiblemente más elevado del BMW 630d xDrive Gran Turismo, por cierto, de tara similar a la de sus oponentes, condiciona sus formas, propias de un BMW Serie 7.

Para dejarlo claro: exhiben un rodar fabuloso en grandes espacios, tipo autovía, pero no se achantan si avivamos el ritmo en curvas (otra cosa será que el pasaje lo consienta), con movimientos de carrocería controlados y una pisada, insistimos, muy segura.

La importancia de una buena frenada

En esto tienen mucho que decir los frenos, dosificables y contundentes a partes iguales, la dirección (en los tres transmite mucha confianza, así como una asistencia y una desmultipliación muy coherente con el planteamiento rutero de estas declinaciones) y, claro está, la tracción total.

Al respecto, las versiones comparadas del Audi A7 Sportback y Mercedes-Benz CLS Coupé la traen de serie (quattro y 4MATIC, respectivamente). El BMW 630d ofrece dos posibilidades, con dos o cuatro ruedas motrices (xDrive, 2.700 euros más cara).

De optar solo por la propulsión, funciona de maravilla, fruto de la gestión del cambio automático, lo afinado del chasis y un compendio de seguridad extenso y efectivo. Pero dado lo abultado del par máximo es un elemento a considerar, más aún si transitamos con frecuencia sobre carreteras de agarre pobre.

Solventes, mucho

Ya que hablamos de motores, los tres germanos recurren a solventes turbodiésel 3.0 de seis cilindros, en el Audi A7 Sportback aderezado por una segunda red eléctrica de 48 voltios (microhibridación) que ahorra décimas de carburante (y emisiones) y le gana la cada vez más codiciada etiqueta ECO de Tráfico, pronto imprescindible para circular y estacionar en espacios públicos ante episodios de elevada contaminación urbana.

La simetría entre propulsores (el de la estrella es totalmente nuevo) es casi plena, sobre todo entre Audi A7 Sportback 50 TDI y Mercedes-Benz CLS Coupé, que calcan 286 CV de potencia (265 CV rinde el BMW 630d Gran Turismo). Por su parte, el par límite, la fuerza de empuje disponible, siempre por encima de unos contundentes 600 Nm, favorece al Audi A7 Sportback por escaso margen, si bien ya en marcha reacciones y prestaciones vienen a ser las mismas, por ejemplo con máximas de 250 km/h.

Cambio automático

Todos asocian como única alternativa cajas de cambio automáticas mediante convertidores de par. En el BMW 630d es suave y muy rápida engranando marchas (lleva ocho, como el Audi A7 Sportback, por las nueve del Mercedes-Benz CLS Coupé), y quizá (cuestión de matices, para no pocos seguramente inapreciables) un poco más lenta en los Audi A7 Sportback y Mercedes-Benz CLS Coupé, el de los aros con una salida de parado un pelín más pobre.

Con todo, el balance es claro: son mecánicas diseñadas para rodar y mantener elevados cruceros llenas de remanente para adelantar con seguridad en cualquier momento, hasta viajando con peso.

Y lo mejor es que el consumo no se resiente, como avalan promedios reales en la barrera de los siete litros (alrededor de 1,5 l/100 km más en ciclo urbano y por debajo de 6 l/100 km yendo a ritmo legal sostenido en autopista).

La virtud, en el medio

Puede que, globalmente, el Mercedes-Benz CLS Coupé sea la apuesta más ‘biplaza’ o si se quiere menos indicada en términos de versatilidad, habitabilidad y maletero. Sin embargo, y pese a lo subjetivo de la valoración, es realmente llamativo, con una contemporánea estampa cupé fiel al canon clásico.

El BMW Serie 6 Gran Turismo es el coche de aquellos que, sin abandonar una silueta diferenciadora, no puedan ni quieran renunciar a un espacio interior acorde a un producto de semejantes precio y filosofía.

Como apuntábamos, asegura una accesibilidad muy razonable, no obliga a ‘tirarse’ para alcanzar la banqueta ni a escalar con las manos para salir una vez aparcados. Está muy bien insonorizado y rueda con calidad business class.

¿Y el Audi A7 Sportback? Por dentro es apreciablemente tan moderno como el Mercedes-Benz CLS Coupé, visualmente tan deportivo, si se quiere, como el de la estrella y casi tan versátil como el BMW. A la postre, pondera las virtudes de aquellos sin flaquezas aparentes, toda una fortaleza.

Fotos: Paloma Soria

Ficha técnica Audi A7 Sportback 50 TDi quattro tiptronic

*Importe aproximado para 4 años y 25.000 km anuales

Equipamiento Audi A7 Sportback 50 TDi quattro tiptronic

De serie: Audi drive select; Audi pre sense basic (seguridad pre-colisión); Audi pre sense city con protección de peatones y ciclistas; aviso de cambio de carril; sensores de aparcamiento; faros LED y luz de giro; tapizado textil; MMI navegación plus; MMI touch response y llantas de 18”.

Opcional: Aparcamiento asistido (1.430 euros); asistente luces largas (170 euros); de mantenimiento de carril (610 euros); asistente visión nocturna (2.625 euros); cámara de marcha atrás (575 euros); cámaras 360º (1.405 euros); control de crucero adaptativo traffic jam assist (2.445 euros); dirección dinámica a las 4 ruedas: incluye suspensión neumática o regulable (2.320 euros); Head-up Display (1.700 euros); reconocimiento señales tráfico (245 euros); audio Bang&Olufsen Advanced (7.415 euros) y techo panorámico (1.965 euros).

Ficha técnica BMW 630d xDrive Gran Turismo

*Importe aproximado para 4 años y 25.000 km anuales

Equipamiento BMW 630d xDrive Gran Turismo

De serie: Navegación Professional; Parking Assist; asistente de parking PARKTRONIC; Bluetooth; WiFi; infoentretenimiento 10,3’’ y memoria disco duro 80 GB; acceso y arranque inteligentes; modos de conducción con cartografía; recuperador de energía; faros LED y alarma.

Opcional: Línea Luxury (3.669 euros): llantas 18”, cuero, revestimiento en madera, ajuste respaldos traseros y cromados; Línea Sport (2.367 euros): llantas 18”, cuero y asientos deportivos; pintura metalizada (1.160 euros); llantas 20” (2.367 euros); pack Ambient Air (379 euros); techo solar (2.012 euros); control gestual (296 euros); BMW Display Key (343 euros); instrumentación multifunción (462 euros); Head-up display (1.408 euros); cámara trasera (533 euros) y aparcamiento remoto (592 euros).

Ficha técnica Mercedes-Benz CLS 350 d 4matic Coupé

*Importe aproximado para 4 años y 25.000 km anuales

Equipamiento Mercedes-Benz CLS 350 d 4matic Coupé

De serie: Tapizado en símil de cuero ARTICO/tela; respaldo trasero abatible EASY-PACK 40/20/40; Audio 20 GPS; navegación SD; cámara trasera; volante deportivo multifunción; navegador Pro; faros LED High Perfomance; climatización automática bizona THERMATIC; iluminación ambiental (64 colores); detector activo de cambio de carril y llantas de 18’’.

Opcional: Amortiguación ajustable DYNAMIC BODY CONTROL (1.371 euros); suspensión neumática AIR BODY CONTROL (2.628 euros); airbags laterales traseros (528 euros); aviso de cambio involuntario de carril: alerta, asistente activo de distancia DISTRONIC, control de ángulo muerto, reconocimiento de señales de tráfico, servofreno de emergencia activo con función cruce, asistente de maniobra evasiva y PRE-SAFE PLUS (2.087 euros); aparcamiento asistido (desde 1.534 euros); Head-up display (1.245 euros); faros MULTIBEAM LEAD (desde 4.967 euros) y alarma antirrobo (610 euros).

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