Algunos sistemas de seguridad aparecen y acaban imponiéndose, de manera que aumentan la seguridad de los conductores y peatones. En Estados Unidos lo tienen claro.
Si el “ESP” ha sido uno de los ejemplos de cómo un sistema de seguridad ha acabado elevando su categoría a obligatorio, la frenada de emergencia automática va a seguir sus pasos. La “NHTSA”, el “IIHS” y 20 fabricantes de automóviles han anunciado que la frenada de emergencia será un elemento obligatorio para vehículos nuevos comercializados en el territorio de Estados Unidos a partir de 2022.
Compromiso con la seguridad
La intención de este acuerdo no es otra que la de aumentar la seguridad de los conductores y usuarios de la vía, aunque con la intención de ampliar el espectro hacia los peatones. De momento, este último colectivo pasa por encima de este acuerdo, y solo se menciona que se trabajará en la evolución de estos sistemas de frenada de emergencia automática, que en un futuro también serán capaces todos de detectar a peatones o ciclistas. También animales.
Por ahora se centran en los accidentes por alcance, con sistemas que, mediante cámaras, láser o radares consiguen detectar un vehículo frente a nosotros y activar los frenos de forma automática. Con ello, los organismos americanos deducen que se reducirán los accidentes por alcance que puedan no solo causar heridos, sino también muertes.
Un fuerte impacto
La aplicación obligatoria de este sistema de frenada de emergencia automática supondrá, según datos de los organismos implicados, evitar hasta 20.000 accidentes y hasta 12.000 heridos cada año. No es, en todo caso, una decisión que se haya tomado a la ligera, hasta 20 fabricantes que comprenden el 99% del mercado han apoyado la medida. Estos son: Audi, BMW, FCA US, Ford, General Motors, Honda, Hyundai, Jaguar Land Rover, Kia, Maserati, Mazda, Mercedes-Benz, Mitsubishi Motors, Nissan, Porsche, Subaru, Tesla, Toyota, Volkswagen y Volvo.
Esta medida entrará en vigor el 1 de septiembre de 2022, por lo que hay un largo plazo para adaptar y mejorar los sistemas. La “NHTSA” considera que la mayoría de los coches equipará este sistema de serie antes de la fecha límite. Obliga a vehículos nuevos que no superen los 3.855 kilos. Los que pesen más tendrán una moratoria hasta 2025.