El Porsche Macan con motor de cuatro cilindros se estrena ahora en toda Europa tras ofrecerse anteriormente en contados mercados.
Porsche se está sumando a la moda, o necesidad, del conocido “downsizing”. Esto de utilizar motores más pequeños con sobrealimentación es algo que se ha instaurado en la gama del fabricante alemán, tras la presentación del nuevo 911 y del nuevo 718 Boxster, con motores de cuatro cilindros. Ahora estas pequeñas mecánicas llegan al Porsche Macan, que estrena un bloque 2,0 litros turbo de cuatro cilindros.
Un Macan de acceso
El nuevo Porsche Macan de acceso recibe ese nombre, ya no hay coletilla de S, ni de Turbo, ni de ningún tipo. La versión más básica, no en vano, es tan personalizable como las demás, pudiendo conseguir un resultado atractivo sin necesidad de apostar por una alta potencia o un motor de alta cilindrada. Este nuevo modelo se suma a las mecánicas turbo de cuatro cilindros, pero ojo, porque no es el mismo motor que el del nuevo 718.
El nuevo 718 Boxster ha estrenado un motor 2,0 litros en configuración bóxer para su variante de acceso. Pero el Macan ha optado por un bloque mucho más conocido y probado. Se trata del mismo 2,0 litros TFSI de cuatro cilindros en línea que hay disponible en multitud de modelos del grupo “VAG”. Lo que ocurre es que Porsche lo ha puesto a punto a su manera, le ha dado su toque, su sello personal.
El resultado son 252 CV de potencia, una cifra que no está nada mal para un motor de su categoría y para un coche de su tamaño. No en vano, se convierte en el motor menos potente de la gama, por debajo del Macan S Diesel, y mucho más que el Macan S de 340 CV. Las prestaciones, en todo caso, son muy favorables, con una aceleración 0 a 100 km/h en 6,5 segundos con paquete “Sport Chrono”, todo con un consumo de 7,4 l/100 km. Será también el más asequible de la gama, con un precio, de momento en Alemania, que parte de 55.669 €.