El Torres no es un vehículo más en la gama SsangYong, sino el modelo que pone los pilares sobre los que se asentará el futuro de la marca en cuanto a estilo, tecnología y producto.
Texto: Eduardo Lausín
Este es el último SsangYong, pero a la vez un nuevo comienzo para el fabricante coreano. Es el primero de una serie de productos de última generación que veremos en los próximos años, si bien se apoya en el Korando, del que recibe la plataforma. Con todo, parecen dos coches radicalmente distintos.
Y es que el Torres estrena imagen, una imagen que resalta los atributos todoterreno generalmente asociados a la firma. Agarraderas, capó alto y plano, protección de bajos… hasta una moldura trasera que imita a los antiguos portaruedas de repuesto, por mucho que ahí debajo no haya nada. Y eso que el Torres no es un todoterreno, sino un SUV con ciertas garantías para saltar del asfalto. Por ejemplo, tiene 200 mm de altura libre al suelo y ángulos bastante agraciados para su tipo (18,2º, 1,6º y 21,7º de entrada, central y salida respectivamente).
También 4×4
Por supuesto, lo hay 4×4, además de tracción delantera en los acabados básicos y medios. Lo que no cambia es el motor, uno solo para toda la oferta Torres. Es el de gasolina 1.5 turbo de 163 CV que mueve al Korando, y por 2.750 t más SsangYong lo adapta a gas GLP para lucir el sello ECO de la DGT. Además, el cambio es manual o automático a elegir.
Por otra parte, hay tres acabados disponibles, Trend, Life y Adventure, con buena dotación de inicio. Por ejemplo, incluye de fábrica elementos como cámara de visión trasera, control de crucero, lector de señales de tráfico o multimedia con pantalla táctil de 9” y conexiones Android Auto y Apple CarPlay. Eso sí, al optar por acabados más completos añade sistemas más avanzados: entrada/arranque sin llave, asientos delanteros y traseros calefactables… Es una virtud del Torres, esa relación precio/producto por encima de lo normal. Y es que arranca en 32.000 euros incluyendo los 2.000 de la campaña activa. Es decir, por debajo de la media.
Habitable
Exhibe una habitabilidad correcta para su tamaño (4,70 metros de largo) y un maletero de 463 litros, normal. Las versiones de 4×2 disponen adicionalmente de un hueco bajo el piso a modo de organizador. De paso, el Torres se viste de materiales sencillos pero vistosos: deja buena sensación general y, al menos durante nuestro primer contacto, ha demostrado suficiente robustez. Hemos hecho con él suficientes km para sacar unas primeras conclusiones.
Arroja prestaciones correctas, pero falta fuerza a baja velocidad. Mejor si es automático (AISIN), que gestiona mejor la energía y hace más placentera la conducción, en conjunto suave y agradable. En breve escrutaremos sus habilidades en entornos más exigentes tipo curvas. Eso sí, exhibe buen aislamiento acústico. Ya está a la venta entre los Korando y Musso.
Sin logos
Como decíamos al principio, el Torres es el último SsangYong, pues la marca coreana ha sido absorbida por KG Group, firma multidisciplinar que también dedica esfuerzos a la movilidad. Su rama asociada es KG Mobility, que será el sello bajo el que se fabriquen próximos SsangYong. Los modelos irán adaptando su nombre, incluido este Torres, desde el próximo 2024. Fíjese, esta es una de las razones por las que no aparece ni un solo logotipo de SsangYong en su carrocería.