Tras varias bajadas, la firma californiana ha subido la tarifa de sus dos modelos más grandes para el mercado norteamericano dejando intacto no obstante el del Model 3.
Todo lo bueno llega a su fin y en el caso de Tesla no podía ocurrir lo contrario, por mucho que pareciese imposible. Hablamos de la guerra de precios que inició la propia firma de Elon Musk hace algo más de un mes con el objetivo de incrementar todavía más si cabe las matriculaciones en los diferentes mercados donde es líder. Circunstancia que en la práctica se ha visto que no era necesaria del todo pues en 2022 el Model Y se colocó como el eléctrico más vendido del mundo y lo que es más reseñable, como el tercer vehículo más demandado de todo el planeta.
Pero como decíamos, todo tiene un final y en este caso la firma norteamericana acaba de incrementar en 1.000 euros la tarifa de sus dos coches más grandes: el Model S y el Model X, mientras que en el caso de su best-seller SUV, el Model Y solo se ha incrementado en 250 dólares. De momento no hay constancia de que esta subida afecte a nuestro mercado donde la berlina de gran tamaño parte de los 107.490 euros mientras que el todocamino de gran tamaño hace lo propio en 116.400 euros euros y el compacto en otros tantos 46.490 euros.
El que no ha subido ni un centavo en su país de origen ha sido el Model 3 que se mantiene allí en los 40.240 dólares que al cambio serían 37.020 euros frente a los 39.990 euros de los que parte aquí. Y es que la diferencia entre regiones es considerable pues todos los modelos citados son del orden de entre 3.000 y 20.000 euros más económicos dependiendo lógicamente del modelo, dando igualmente buena muestra del éxito de la firma californiana en su propio territorio ya que sus precios siguen siendo de los más bajos en suelo yankee, algo que también es común aquí en cada una de las categorías en las que compiten sus modelos.