Signus Ecovalor lleva más de 15 años transformando el residuo que procede de los neumáticos fuera de uso en un recurso con gran potencial que se emplea en multitud de aplicaciones.
Cada año se producen más de 200.000 toneladas de residuos procedentes de los neumáticos fuera de uso (NFU) en España. Todas ellas provienen del mercado de reposición y Signus Ecovalor se encarga de gestionarlas desde hace más de 15 años para convertirlas en un recurso con gran potencial que forma parte de la economía circular y sostenible.
El proceso de gestión de los neumáticos fuera de uso comienza en el taller. En el instante en el que el cliente sustituye las ruedas viejas por unas nuevas cuando las primeras han alcanzado el límite de su vida útil. Obviamente, esos neumáticos usados no desaparecen por arte de magia, sino que empiezan un viaje para tener una segunda vida o transformarse por completo, convirtiéndose en un producto diferente con numerosas aplicaciones.
Para llevar a cabo este proceso, los usuarios que acuden a un punto de venta a sustituir los neumáticos de su vehículo por otros nuevos, ven reflejado en su factura un pequeño importe que todos pagamos en concepto de gestión para que las ruedas viejas sean recogidas y tratadas.
Una nueva vida
Los talleres se encargan de almacenar los neumáticos fuera de uso en sus instalaciones y cuando acumulan un número mínimo solicitan su recogida a Signus, que lo hace de forma gratuita en todos los puntos de generación de neumáticos fuera de uso que lo requieren. La red de recogedores es seleccionada por Signus mediante concurso público y está formada por un número suficiente de empresas para cubrir las necesidades de todo el territorio español.
El siguiente paso consiste en el traslado de los neumáticos fuera de uso a las plantas de clasificación. Allí se separan para seleccionar los que pueden reutilizarse en el mercado de ocasión, e incluso como neumáticos recauchutados, de los que han llegado al final de su vida útil y tienen que transportarse a plantas de reciclaje. En estas instalaciones se transforman en diferentes materiales con múltiples aplicaciones, como carreteras, suelos de seguridad de parques infantiles, rellenos de campos de fútbol de césped artificial, calzado, etc.
Antes de convertirse en todos estos materiales, los neumáticos fuera de uso se trituran en trozos de diferentes tamaños, todavía formados por sus tres componentes principales: acero, textil y caucho. Estos trozos triturados ya sirven para emplearse en obra civil y en el coproceso de la fabricación de cemento.
Para obtener el resto de productos, los tres componentes mencionados se separan para aprovecharse en diferentes aplicaciones. Como parte del proceso, se obtiene caucho en forma de gránulo en distintos tamaños, dependiendo del uso al que vaya a ser destinado, incluso llega a obtenerse polvo de caucho, un producto con mucho futuro que da como resultado cauchos ecológicos, plásticos industriales y otros materiales de gran consumo.
Signus trabaja constantemente en docenas de proyectos de diferentes ámbitos y sectores con el objetivo de dar valor al material procedente de los neumáticos. En sus más de 15 años de actividad, Signus no ha dejado de investigar para innovar y encontrar nuevas aplicaciones para el material producido a partir de neumáticos fuera de uso procesados por Signus.
También ha sido clave la reciente aprobación de la Orden 1522/2021 por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Gracias a ello, el caucho reciclado deja de considerarse residuo y pasa a ser producto, como ya ocurría en países como Portugal, Italia, Letonia o Reino Unido.