Opel ha actualizado su todocamino medio con nuevo diseño y una completa gama de motores que fija en este híbrido enchufable el más potente. Que no te engañe su imagen discreta y templada: rinde 300 CV y tiene atributos que le hacen uno de los mejores del segmento.
Texto // José Armando Gómez Fotos // Paloma Soria
Me dispongo a probar a fondo el nuevo Grandland con expectativas bastante altas. La primera impresión es buena porque Opel ha renovado la imagen de su SUV de mayor tamaño con la incorporación del diseño frontal Vizor, que ya tiene en otros en catálogo como el Mokka y el nuevo Astra. Parece otro: me gusta la propuesta de los ingenieros de Rüsselsheim, notablemente diferencial respecto a sus hermanos franceses de Stellantis. Son líneas sencillas y limpias, pero todo funciona con equilibrio, desde cualquier ángulo. Y la pintura negra de serie en esta unidad lo viste con elegancia y discreción. De paso, cuatro detalles cromados le libran de ser aburrido.
Dentro siguen las buenas sensaciones. Es aquí donde noto más que Opel ha dejado de estar en manos de General Motors: es un coche más europeo, tanto por imagen, limpia, recta y ergonómica, como por materiales. La sensación de calidad percibida es bastante buena a la vista y el tacto, con plásticos blandos y agradables (no estarían de más unos brazos de intermitencia/limpiaparabrisas más sólidos) y ajustes notables. Me gusta la empuñadura del volante, achatado en la base, y la disposición de los controles multifunción, aunque la cantidad de menús y la navegación por ellos requieren adaptación.
Pure panel
El cuadro es digital y conecta con la pantalla multimedia, de 10’’. Opel llama a todo ello Pure Panel, y aunque el control principal es táctil deja en mandos físicos la regulación de la climatización y el acceso a funciones recurrentes del infoentretenimiento. Bien, pues lo hace de forma elegante y discreta, confirmando que los botones pueden combinar con las pantallas sin parecer obsoletos.
Ajusto asiento y volante: la posición es cómoda y la caída achatada del morro permite buena visibilidad frontal. Detrás, plazas amplias por hueco de piernas y altura. La anchura es suficiente para dos adultos, justa si fueran tres los pasajeros. Los Grandland de gasolina y diésel tienen un maletero de 514 litros que baja a 390 en el híbrido enchufable. Un lunar a tener en cuenta.
Rápido y cómodo
Eso sí, con 300 CV bajo el pie, más de un tercio de ellos dependiendo de dos motores eléctricos (delante de 110 CV y detrás con 113, aunque la potencia final no corresponde a la suma de todo ello) que actúan como tracción total, es evidente que este Grandland PHEV tiene que correr. En efecto, su respuesta es instantánea. El cambio automático (8 marchas) gestiona bien, ojo, 520 Nm de par máximo. Eso sí, en modo Sport y engranando de forma secuencial no me hago a la forma de bajar marchas de los plug-in: dejan en la parte eléctrica la primera fase de la reducción.
La dirección es cómoda yendo relajados, no tan eficaz si desatas los 300 CV. Por cierto, si pisas el gasto (gasolina y eléctrico) es el esperado: con más carretera que ciudad (ahí le sacas partido eléctrico) ronda 9 litros. La suspensión es cómoda (el coche es aplomado) y la tracción integral ayuda en pistas rápidas y al trazar, pisar y frenar. En suma, amplio, potente, convincente… La guinda es su sello ambiental CERO.
¿Quieres probarlo? Opel te lo lleva a casa
¿Te apetece probar un Opel antes de comprarlo? Pues la firma alemana te lo sirve en bandeja desde su iniciativa ‘Te lo llevamos a casa’. Puedes solicitarla en el enlace de su página web pruebaopel.com, rellenando tus datos y concertando la fecha que mejor te venga. Además, no tiene que ser necesariamente para comprar: Opel propone una diversidad de alternativas como conocer la experiencia de conducción de un determinado modelo. Algo que, por ejemplo, es ideal para llevar a cabo una primera toma de contacto con su gama de vehículos eléctricos e híbridos enchufables LEV. Lo mejor de todo es que puedes probar desde un Corsa o un Corsa-e a un Crossland, pasando por un Zafira e-Life, un Mokka (sea o no eléctrico) e incluso un Insignia, entre otros.
Ficha técnica Opel Grandland PHEV 1.6 4×4 300 CV Ultimate
Tipo de motor | Gasolina turbo, híbrido enchufable |
Cilindrada | 1.598 cm3 |
Potencia | 300 CV |
Par máximo | 520 Nm |
V. máxima | 240 km/h |
Aceleración | 6,1 s (0 a 100 km/h) |
Consumo | 1,4 l/100 km (mixto) |
Medidas | 4.477 / 1.856 / 1.630 mm |
Neumáticos | 225 / 55 R18 |
Peso en vacío | 1.876 kg |
Maletero | 390 l |
Precio | 50.317 euros |
Gama desde | 30.476 euros |
Cuota renting * | N.D. |
Lanzamiento | Octubre de 2021 |
Equipamiento Opel Grandland PHEV 1.6 4×4 300 CV Ultimate
De serie: Airbags frontales de conductor y acompañante; airbags laterales delanteros y de cortina; faros Full LED matriciales IntelliLux; sensor crepuscular; acceso keyless con botón de arranque; sensor de colisión frontal; asistente y corrección de mantenimiento de carril; aviso de obstáculos en los ángulos muertos; control de crucero adaptativo con función Stop&Go; parabrisas calefactado; cristales traseros sobretintados; Pure Panel con cuadro digital de 12’’ y pantalla multimedia de 10 (integra interfaz IntelliLink 5.0); pintura exterior Negro Krakatoa y llantas de 18’’.
Opciones: Sistema de tráfico online y alertas de seguridad vial Live Navigation Plus (179 €), e-Remote control de carga y temperatura vía app MyOpel (sin coste), cargador 6,6 kWh monfásico (385 t), alarma (350 €), gancho remolque desmontable (875 €), Night Vision UV3 (1.250 €), pedales aluminio (100 t), pintura Blanco Ártico (280 €), Gris Himalaya (585 €), Azul Vétigo o Rojo Vesubio (785 €), llantas de 19’’ (450 €) y tapicería en cuero Siena Negro Jet (1.000 €).