La firma inglesa saca a relucir todo su potencial con esta versión del DBX que se convierte en el SUV más potente de cuantos hay en la actualidad.
Tras romper una barrera tan importante como era lanzar el primer SUV de su historia, Aston Martin ha necesitado algo más de un año para poner tierra de por medio y convertir al DBX en el más radical de cuantos existen hasta el momento. Y hablamos de configuración de serie puesto que, como sabes, hay muchos preparadores que ‘meten mano’ a estas creaciones. Sin embargo, el DBX 707 es natural de los pies a la cabeza.
Como te puedes imaginar por el nombre, lo más representativo de este nuevo DBX 707 es la potencia que consigue exprimir al V8 biturbo de 4,0 litros que monta. Porque gracias a las mejoras efectuadas por los ingenieros británicos en el motor le han permitido sacar nada menos que 707 CV de rendimiento que acompaña de un par máximo de 900 Nm. Unido a una revisada caja de cambios automática de nueve relaciones que ahora cuenta con un embrague húmedo, el DBX 707 es capa de acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 3,1 segundos. Valores que si bien le convierten en el SUV de altas prestaciones más potente del mercado le dejan como el segundo más rápido en acelerar, cetro que mantiene el Tesla Model X con nada menos que 2,6 segundos.
Ahora bien, además de en línea recta donde realmente despunta este DBX 707 es sin duda en curva. Para ello cuenta con una serie de modificaciones frente al modelo original como puedan ser el nuevo y reforzado diferencial electrónico de deslizamiento limitado situado sobre el eje trasero o un equipo de frenos mucho más potente con discos carbocerámicos de 420 mm en el eje delantero y pinzas de seis pistones. La suspensión neumática también ha variado y gracias a la triple cámara ofrece ajustes específicos. También es novedad la mejora del control activo de inclinación o la función Race Start para optimizar la arrancada y asegurarse esa aceleración.
En lo que a diseño se refiere, el DBX 707 ofrece una estética igual de radical. Por un lado destaca el color azul preparado por la división de personalización Q by Aston Martin que está acompañada, entre otros, de llantas hasta de 23 pulgadas, difusor posterior con cuádruple salida de escape, una inédita parrilla satinada más grande con deflectores o un nuevo diseño de las luces diurnas. En el interior además de presentar molduras en negro brillante o fibra de carbono, asientos Sport con regulación eléctrica y reposacabezas integrados… Sin precios confirmados sí sabemos que los afortunados propietarios lo tendrán disponible a partir del verano.