En menos de dos décadas dejarán de venderse y producirse vehículos con motores de combustión para, posteriormente, prohibir su total circulación. Así es la nueva Ley de Cambio Climático que aprobó el Congreso.
Apunta esta fecha: el 2040. Ese será el año en el que el parque automovilístico español (uno de los más viejos de Europa, por cierto) diga adiós a los coches de combustión para comercializar únicamente por nuestras calles a los vehículos eléctricos. Será una década más tarde, en 2050, cuando se prohíba la total circulación de modelos de combustión. Así lo aprobó el pasado jueves el Congreso de los Diputados según se recoge en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética.
En resumen, el sector tal y como lo teníamos entendidos hasta ahora van a cambiar por completo. Y es que dicha aprobación no solo supondrá un cambio para los conductores sino para todo el país. El objetivo general de dicha ley es conseguir antes del 2050 lo que se ha denominado como “neutralidad climática”, emitir sólo la cantidad de gases de efecto invernadero que puedan ser absorbidos por los sumideros del propio país como podrían ser los bosques.
Según los últimos estudios, el 29,1% de los gases de efecto invernadero generados en España se achacan directamente al uso de vehículos propulsados por combustibles fósiles. Ahora bien, en la actualidad el coche eléctrico solo representa el 1,88% de la cuota de todo el mercado, la realidad es que se espera que en estas dos décadas su tecnología cambie (todavía más) para facilitarle la vida a los conductores.
Mejoras en la infraestructura
Una de esas mejoras irá enfocada a la recarga. Las actuales gasolineras se deberán transformar bien en electrolineras o en hidrogeneras (el hidrógeno será el otro combustible que gane adeptos en las próximas dos décadas). Hoy en día, se estima que en España existen algo más de 4.500 puntos de carga focalizados en determinadas partes del territorio y alrededor de las grandes ciudades. Un dato que sigue alejado del de otros vecinos del Viejo Continente como Países Bajos, con 9.500 puntos, o Francia, con 8.500 tomas. A partir de 2023, todos los edificios no residenciales con más de 20 plazas de aparcamiento deberán incorporar un sistema de carga eléctrica para automóviles y se incentivarán a las gasolineras con un cierto nivel de tránsito por los conductores a instalar al menos un sistema de carga eléctrica.