El próximo 11 de mayo entrará en vigor la nueva normativa de circulación en nuestras ciudades por la que bajará la velocidad máxima de 50 a 30 km/h. Son muchos los objetivos que se persiguen con esta medida como de lograr una conducción más relajada, bajar las emisiones y, sobre todo, reducir la siniestralidad. Y es que, los atropellos de peatones son uno de los puntos en los que se ha fijado la DGT para rebajar las cifras de siniestralidad en nuestro país.
Y no va mal encaminada. Las estadísticas apuntan a que en 2019 se produjeron 66.738 siniestros en la ciudades, lo que supone un 64% del total, que se saldaron con 519 personas fallecidas, el 30% del total, entre los que se incluyen peatones, ciclistas y motociclistas. Además, 4.302 personas resultaron heridas. Esto hizo que la DGT primero recomendara que las ciudades bajaran sus límites de velocidad, algo que muchas hicieron, y después gestar una normativa que obliga a todas las ciudades a hacerlo.
Por ello, viene bien dar una serie de recomendaciones para evitar el atropello de peatones así como del resto de elementos vulnerables a los que ahora se han sumado los Vehículos de Movilidad Personal (VMP) de los que los patinetes eléctricos son los principales exponentes.
Respetar los límites de velocidad
Es una norma básica y de obligado cumplimiento. No se pueden superar los límites de velocidad bajo ningún concepto. Sin embargo, muchas veces nos puede el exceso de confianza y la ausencia de controles. El conductor entiende que no hay nadie, que el límite es demasiado bajo y que tiene prisa por llegar a su destino y supera esta velocidad.
Si recomendamos circular a una velocidad baja, inferior incluso a la estipulada en la calle, se debe a que así tendremos más margen de respuesta ante cualquier imprevisto, como pueda ser la aparición de un niño, un carrito, la aparición de un animal un coche saliendo de una cochera o un autobús incorporándose a la circulación.
Además, en caso de frenada brusca, la distancia de frenada será inferior. Y esos metros que nos ahorramos pueden ser la diferencia entre atropellar al niño que corre sin control o no.
Dejar a un lado el teléfono móvil mientras se conduce
Manejar dispositivos móviles mientras se conduce está prohibido (sanción de 500 euros y 6 puntos de carné). Ya ni siquiera se puede tener en la mano aunque no se esté utilizando (200 euros y 6 puntos de carné). Pero también es recomendable evitar hablar por teléfono aunque contemos con dispositivos manos libres. La atención en la carretera debe ser máxima y debemos evitar cualquier estímulo que nos pueda distraer.
Mucha atención al acercarnos a los pasos de peatones
Al acercarse a un paso de peatones no siempre podemos ver si hay alguien esperando para cruzar. A esto se suma que hay peatones que no se detienen a comprobar si se acerca un coche antes de cruzar la calle. Por ello, para asegurarnos de que no hay peligro, debemos bajar la velocidad siempre en las inmediaciones de uno.
Lo mismo debemos hacer en las inmediaciones de los colegios, parques infantiles o calles comerciales.
Mucha atención a los coches aparcados
Hay que estar atentos a los coches aparcados pues en cualquier momento puede aparecer una persona que se dirija a su coche o alguien que desde el interior de uno abra la puerta. Y todo sin olvidarnos de aquellos que cruzan la calle por donde no deben o los niños que se escapan del cuidado de los padres. Así, debemos dejar algo de espacio con los vehículos aparcados para tener margen para reaccionar y, sobre todo, bajar el nivel de alerta.
Cuidado con las maniobras de aparcamiento
Aunque la velocidad es baja y uno extrema el cuidado para no golpear su coche, tanto al aparcar como al sacarlo de la plaza donde se encuentra, debemos extremar la precaución porque esta operación no siempre es advertida por otros peatones que se encuentran cerca de nuestro coche y que nosotros no vemos desde los retrovisores. Aunque no lo creamos, son muchos los golpes que se producen de esta manera.
No aparcar encima de las aceras
Otra situación de peligro se produce al aparcar encima de las aceras. Está prohibido, no vale eso de que es un momentito. Estamos invadiendo un espacio destinado a los peatones por lo que en nuestro avance podríamos atropellar a alguien, peligro que se podría repetir también al bajarse de la acera.
Los coches parados en la carretera en situación de emergencia
Toda persona que se encuentre fuera de un vehículo detenido en situación de emergencia en la carretera debe portar un chaleco reflectante, además de que el vehículo debe advertir su situación unos triángulos puestos con suficiente antelación para que a los demás vehículos les dé tiempo a reducir la velocidad y evitar situaciones de peligro. Sin embargo, este peligro existe, especialmente cuando hay personas cambiando una rueda, intentando reparar la avería mecánica o subiendo el coche a una grúa.
Hay que reducir la velocidad y dejar la suficiente distancia con ellos al superarlos.