Las máquinas quitanieves son vitales cuando cae la nieve, aunque su capacidad de trabajo depende de muchos factores.
Las quitanieves se han convertido estos días en una especie de deidad que muchos esperan que pase por la puerta de su casa para volver a la normalidad. La mala previsión de algunas administraciones y la falta de costumbre de muchos a temporales como el de Filomena han hecho que muchas zonas de España sigan colapsada una semana después de la llegada del temporal, con la nieve inundando sus calles y sin un plazo para regresar a la normalidad. Sin embargo, el trabajo de las quitanieves no es fácil y tiene muchas más complicaciones de la que a simple vista podría parecer.
Así lo explica Carlos Casas Nagore, Ingeniero de Caminos y jefe del Servicio de Conservación de Carreteras del Estado, en un artículo publicado en el Diario de Teruel. En este apunta cómo se enfrentan estas máquinas a condiciones extremas, la dureza del trabajo para los conductores, los riesgos que supone hacerlas funcionar y las reparaciones que necesitan cada pocas horas.
Solo pueden trabajar el 60% del tiempo
Las quitanieves no pueden trabajar de forma indefinida. Necesitan realizar ciertas paradas cada cierto tiempo. Y no es solo porque tengan que repostar o porque sufra averías, Casa Nagore señala que entre el 5 y el 10 % de los vehículos sufren averías durante el trabajo por lo que requieren que un compañero vaya a recuperar el vehículo y remolcarlos hasta un taller. Además, añade que una de las averías más habituales es la incapacidad para barrer de los limpiaparabrisas. Es en este punto en el que toma una gran importancia el buen mantenimiento de los vehículos.
La primera de las paradas obligatoria es para reponer sal en los depósitos. Conlleva un tiempo de unos 30 minutos. Y se esparcirá en solo dos horas, por lo que transcurrido ese tiempo hay que buscar otro silo donde recargar. Del buen reparto de estos puntos por las carreteras depende que el trabajo de estas quitanieves sea óptimo y no dediquen demasiado tiempo a moverse por las carreteras sin esparcir sal.
Cambio de cuchillas
La otra gran parada obligatoria es la de cambiar las cuchillas de los elementos de empuje que tienen instaladas en el frontal. La vida útil de cada una puede ser de unas 10 horas aunque su duración depende de la cantidad de nieve y hielo que haya en las carreteras, del estado de las vías, de si encuentra algún elemento en su avance y del propio material del que estén construidas estas cuchillas.
Para cambiarlas se necesitan entre 30 y 45 minutos y este cambio se hará en el Centro de Conservación por un mecánico, por lo que hay que sumar el tiempo de desplazamientos, otro tiempo adicional en el que la máquina no actuará. Por ello, también depende de una buena organización de los operarios para que haya cola, que no haya máquinas paradas esperando su turno para el cambio, otro tiempo adicional en el que la quitanieves no estaría liberando las carreteras.
Así, con todas las operaciones que tienen que hacer, el propio Casas Nogales estima que solo pueden aprovechar el 60% del tiempo.
Pocas veces coinciden todas las quitanieves
Es por esto por lo que Casas Nagore insiste en la necesidad de una buena organización que empieza en la prevención: esparcir salmuera antes del temporal, preparar los laterales de las carreteras, rellenar los silos antes del inicio de la nevada, contar con una buena distribución de silos… porque a la hora de la verdad, es difícil que todas las máquinas quitanieves coincidan en las carreteras.
Señala que lo normal es que si se dispone de diez lo normal es que solo haya seis trabajando al mismo tiempo solo por las operaciones de cambio antes indicadas. Y, si los desplazamientos hacia el Centro de Conservación o al punto de sal es largo, el número se reduce drásticamente.
El inicio real del trabajo
Para evitar sorpresas como la de Filomena, algo no tan difícil pues la cantidad de nieve caída es mucha aunque equiparable a la habitual en otros puntos del norte de Europa, lugares donde no se detiene la actividad como ha sucedido aquí, habría que empezar a trabajar en septiembre.
Así, apunta a que habría que limpiar las cunetas de las carreteras, planificar la distribución de los silos y cargarlos de sal, en algunos casos conviene tener preparadas bolsas de cloruro cálcico, más eficaz a partir de -10º, que deben estar en guardadas en bolsas herméticas par mezclarlas con la sal llegado el momento. Los días previos a la nevada ya se debe esparcir salmuera (mezcla de agua y sal a razón de 5 gramos de sal por metro cuadrado).
El mismo día de la nevada, las máquinas quitanieves deben salir a la carretera varias horas antes de que comience a caer. Deben estar bien repartidas y con un plan de actuación claro para saber cómo actuar y a dónde dirigirse en cada momento. Para ello, la comunicación también debe estar bien coordinada. Y, sobre todo, hacer caso de los servicios de predicción meteorológica pues con los sistemas de previsión que utilizan en la actualidad, suelen acertar.
Y que tenemos que decir de los “operarios” personas,que van montados ,sentados en turnos de 12 horas o.mas ,???? ,Muchas veces calumniado por otros conductores a los que alguna vez puede que les saques de algún apuro???? , Arriesgamos nuestras vidas,pero por raro que parezca,….nos gusta nuestro trabajo. Sólo decir….RECONOCER NUEDTRO ESFUERZO