Bajo el lema Renaulution, Renault pretende transformarse como marca.
Luca de Meo, CEO de Renault, continúa con la transformación de Renault. Hoy presentó en París (Francia), en un evento online, la nueva estrategia estructural de la compañía, que ha denominado Renaulution y que pretende transformar por completo el grupo en 2025. Consta de tres fases, pretende aumentar los ingresos y la rentabilidad de la producción, reducir el número de plataformas y perfiles en la marca y sus filiales, redobla la apuesta por Alpine (que dará nombre al equipo de Fórmula 1) y creará una nueva compañía de movilidad alternativa denominada Mobilize.
Esta nueva estrategia acompaña al plan 2o22, con el que ya se pretendía mejorar la eficiencia de la compañía y que reordenó la producción y varió muchas de las inversiones que estaban en marcha. Con esta transformación son conscientes de la pérdida de ventas y de volumen de mercado.
Pretenden lanzar 24 nuevos modelos hasta 2025 aunque también prevén una bajada de fabricación. Pasarían de ensamblar cuatro millones de vehículos a 3,1. Eso sí, serían más rentables. Y darían mayores beneficios.
Las tres fases de Renaulution
Renaulution no es solo una obra de Luca de Meo, cuenta con el apoyo del Consejo de Administración y su puesta en marcha depende de la aprobación de los representantes de los trabajadores. Cuenta con tres fases:
- Resurrección: buscará generar liquidez recuperando margen en las ventas. Se prolongará hasta 2023.
- Renovación: supondrá la renovación y el enriquecimiento de las gamas, con el objetivo que de que cada una de las marcas del grupo Renault sean rentables por sí mismas. Se alargará hasta 2025.
- Revolución: dará comienzo en 2025 y centrará los esfuerzos de la compañía en la tecnología, la energía y la movilidad, por lo que Renault no solo será un fabricante de coches sino un impulsor de nuevos sistemas de movilidad. Para ello impulsarán las sinergias dentro del grupo, mejorarán la rentabilidad a través de cuatro unidades de negocio diferenciadas y acelerarán nuevos servicios de movilidad.
De hecho, según ha indicado Luca de Meo, a partir de ahora no medirán el éxito de la compañía en cuota de mercado o números totales sino en rentabilidad. Entienden que solo a través de este ratio lograrán su éxito, crecimiento y liderazgo en nuevas unidades de negocio.
Cambios en la gama de vehículos
Con la rentabilidad por bandera se buscará el ahorro de costes en muchos procesos de la creación, fabricación, investigación y disposición de modelos en el mercado. Así, según han señalado, van a rebajar de 6 a 3 las plataformas que utilizarán (las que concentran el 80% de las ventas) y rebajarán de ocho a cuatro las familias de motores.
Son conscientes de que esto podría suponer una bajada de ventas, calculan que bajarían la producción de cuatro millones de vehículos vendidos a 3,1, pero lo harían con una mayor eficiencia, por lo que podrían obtener mayores beneficios de los que tienen hoy.
Seguirán apostando por los mercados en los que más ventas obtienen, tanto con Renault como con sus filiales, lo que supone que, por el momento, no entrarán en China. Así, se centrarán en Latinoamérica, India y Corea (donde están presentes con su filial Samsung) y aumentarán la competitividad en países como España, Marruecos, Rumanía y Turquía, además de crear nuevas sinergias con Rusia, donde cuenta con AutoVAZ de la que Lada es su principal exponente.
Compactos y eléctrico, las claves de su futuro
La apuesta por los espacios donde la marca está consolidada y más rentabilidad le supone se traduce en una mayor apuesta por el segmento C, el de los compactos, lo que implica también la aparición de nuevos modelos SUV. También llegarán nuevos productos y servicios, algo que afectará no solo a Renault sino también a sus filiales como Dacia y Lada. Así, la firma rumana aumentaría su gama de modelos en la que ahora prevalecen el Dacia Sandero y el Dacia Duster.
Además, también apostará por las nuevas tecnologías. En cuanto a los eléctricos construirá una nueva fábrica para la producción de este tipo de vehículos, adelantan que la mitad de los próximos lanzamientos en Europa serán eléctricos, y se asociará con otra compañía, no ha desvelado cuál, mediante la creación de una joint venture, para la investigación y creación de coches con pila de hidrógeno.
Consolidar Alpine
Que Luca de Meo es un gran aficionado al mundo de la competición no es una sorpresa, del mismo modo que también lo es de los vehículos deportivos. Mientras estuvo al frente de Fiat creó la filial Abarth y mientras dirigió SEAT creó Cupra. Ahora, en Renault, se ha encontrado con Alpine por lo que no tiene que crear una nueva marca de coches deportivos. Aunque sí apostará con fuerza por esta y no como se estaba haciendo hasta ahora.
Llegarán nuevos modelos a la marca, que se asentarán sobre las plataformas CMF-B y CMF-EV, entre los que se incluye un eléctrico que desarrollará junto a Lotus, y crearán una red comercial solvente, aunque no ha indicado si esta compartirá instalaciones con Renault como hace Dacia en la actualidad.
Además, han renombrado el equipo de Fórmula 1 como Alpine F1 Team, el equipo con el que Fernando Alonso competirá la próxima temporada.
Nuevas formas de movilidad
Conscientes de que la movilidad del futuro se va a parecer bien poco a la que conocemos actualmente, la marca del rombo ha diseñado una estrategia que ha renombrado como Mobilize y por la que pretende obtener hasta el 20% de los ingresos de aquí a 2030.
Con esta pretende lanzar cuatro vehículos nuevos destinados a estas funciones, uno de ellos con servicio de conductor y otro para el carsharing, así como ofrecer nuevos servicios.