Los taxis de Tesla han dado problemas casi desde el primer día de su puesta en marcha.
En 2014 se producía una foto que daba la vuelta al mundo. El aeropuerto de Amsterdam Schiphol estrenaba una flota de 167 taxis Tesla Model S, un vehículo eléctrico aún con poca implantación a nivel mundial pero que ayudaría a mejorar la calidad del aire en la capital de la bicicleta. Ahora, seis años después, se ha sabido que la empresa que más vehículos gestionaba ha vivido una pesadilla a causa de estos vehículos, que no le han permitido dar un servicio con normalidad y ha decido poner una demanda a la compañía de Elon Musk.
Se podría aducir en este caso que el principal problema de los coches fue su juventud de desarrollo. Pero desde el Grupo Bios-Groep, que contaba con una flota de 70 taxis, señalan que los problemas tampoco desaparecieron cuando sustituyeron estos vehículos por el Tesla Model Y.
Cabe recordar que Tesla ha sido incluida como la segunda marca con menos fiabilidad del mercado estadounidense por la revista Consumer Report.
Promesas nunca cumplidas
Una de las principales exigencias que pusieron los taxistas a Tesla, y que recoge forococheslectricos.com, fue que los vehículos debían realizar un mínimo de 400 km entra cargas, algo que nunca se cumplió. Ni siquiera al principio de su vida útil (todos los fabricantes admiten una pérdida de capacidad de acción con el paso del tiempo y de las recargas).
Pero este no fue el mayor de sus problemas. Los taxis Tesla Model S acumularon fallos de fabricación, piezas defectuosas, fallos mecánicos e incluso diferencias entre el kilometraje mostrado en cuentakilómetros y el que contabilizaba la centralita, algo que desde la compañía intentaron cambiar de forma manual y conectando con la centralita pero que en Holanda se considera delito.
Y, ni el cambio de vehículo ni la intermediación y la ayuda del ayuntamiento de Ámsterdam, también interesado en esa foto de flota de taxi sin emisiones que le permitía asentar su imagen de ciudad preocupada por la calidad del aire, sirvió para revertir la situación.
Problema de fiabilidad
Los fallos de fiabilidad se vieron desde muy pronto. Además de que nunca llegaron al mínimo de la autonomía exigida, esos 400 km entre cargas, se sumaron roturas en la dirección asistida, el eje de transmisión, suspensiones… algunos de ellos propios solo de vehículos con más de 500.000 kilómetros en su haber.
Tras tantos problemas acumulados, en el año 2017 procedieron a cambiar 64 unidades del Tesla Model X por un Tesla Model Y, algo que apenas cambió nada pues el monovolumen seguía mostrando los mismos defectos que la berlina. Y todo tras una inversión de 7,9 millones de euros, a los que colaboró el ayuntamiento de Ámsterdam con una ayuda de 320.000 euros. En 2018, cuando el número de Tesla Model Y se había elevado a 75, hubo que realizar reparaciones en 60 unidades.
Posventa poco efectiva
Y, a los problemas de los vehículos hubo que sumar los que encontraron con el servicio posventa. Al principio contaban con un teléfono al que dirigirse para comunicar estos fallos y solicitar la cita en el taller. Pero esto lo cambiaron por una solicitud de contacto en su web a la cual tardaban en responder entre seis y ocho semanas, tiempo que los coches permanecían parados.
A esto se sumó la imposición de un número máximo de vehículos de esta flota de taxis Tesla que podían reparar al mismo tiempo. Solo dos. Y, mientras, los taxis Tesla que necesitaban una revisión o reparación se mantenían parados y sin actividad posible. En algunos casos, señalan que la propia Tesla se negaba a reparar sus vehículos una vez la garantía había expirado. Y hablamos de vehículos que, para muchas reparaciones, no pueden ser atendidos en cualquier servicio posventa por la incapacidad de acceder a su centralita.
Y, el caso que más indignó a los gestores de esta flota fue que, tras un incendio fortuito en un taller de Tesla, un taxi estuvo desaparecido durante más de cinco meses. Los responsables del taller no sabían a donde lo habían trasladado durante el incendio para que no sufriera daños. No lo encontraban. Tuvo que intervenir la policía para hallarlo.
Uso intensivo
La respuesta de Tesla ante los problemas de sus vehículos ha sido, siempre según los propios gestores de la flota de taxi, que se ha hecho un uso demasiado intensivo de sus vehículos, punto que les sorprende pues sabían el uso al que iban destinados y las claves que incluía el contrato.
Es por esto que la compañía se siente estafada y ha llevado el caso a los tribunales solicitando una indemnización por daños y perjuicios, una batalla que se prevé larga y que podría crear precedentes en la apuesta de muchos usuarios por los vehículos de la firma americana.
Para quien pueda creer que el problema es la falta de confianza en los coches eléctricos, la realidad dista mucho de esta apreciación. La apuesta por los vehículos sin emisiones sigue. Y los Tesla Model Y y Tesla Model S han sido sustituidos por Audi e-tron, el primer eléctrico de la firma de los cuatro aros y del que aquí puedes ver con todo detalle su interior.