La dificultad de acceso y que vinieran desde Japón hizo que el presupuesto del cambio de baterías de su coche eléctrico llegara a los 74.000 euros.
Es una de las grandes incógnitas que afrontan los compradores de un coche eléctrico: ¿cuánto me costaría cambiar las baterías de mi vehículo en caso de que estas perdieran capacidad de carga? Este es un punto que llega con el paso del tiempo y de las recargas, al igual que sucede con los teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos, sin embargo, el caso de nuestra protagonista se lleva la palma.
Se compró un coche eléctrico de segunda mano, vio pronto cómo disminuía su autonomía y acudió a un taller oficial para cambiarlas. El resultado fue un presupuesto de 74.185 euros. Y eso que el coche le había costado 8.000 euros. El suceso tuvo lugar en Australia, la protagonista se llama Zoe Alford y ha explicado su caso al programa Fair Go de la televisión neozelandesa.
Autonomía de 80 km
Zoe Alford buscó un vehículo económico y ecológico para sus desplazamientos por ciudad y se decantó por un Nissan Leaf de primera generación. Lo adquirió de segunda mano. Y pronto se dio cuenta de que la autonomía máxima del vehículo cada vez era menor cuando tenía las baterías totalmente cargadas.
Hay que recordar que algunos de estos coches eléctricos de primera generación sufrían un problema en sus baterías por mala gestión térmica en sus celdas que hacían reducir la autonomía. Aun así, los 115 km que le mostraba el coche en el momento en el que lo compró le suponía un rango de acción más que suficiente para lo que ella buscaba.
Sin embargo, esta capacidad de circulación fue menguando poco a poco. Y pronto se quedó en 70 – 80 km, un recorrido que le permitía seguir realizando sus desplazamientos habituales, pero que temía siguiendo descendido (“llegaría un momento en el que solo podría ir a hacer la compra con él a la tienda de la esquina. Es ridículo”). Acudió a un taller oficial y pidió presupuesto para el cambio de las baterías.
Cifra récord
La cifra dada fue de 121.000 dólares australianos, unos 74.150 euros al cambio, algo que casi multiplicaba por nueve el precio que ella había pagado… y que le habría permitido comprarse dos Nissan Leaf nuevos de última generación. El problema, según entendieron, era el difícil acceso a las baterías para los mecánicos y que estas debían llegar desde Japón.
Finalmente, no aceptó la propuesta y ha buscado las baterías por canales no oficiales, incluso por desguaces, aunque sin mucho éxito. Los precios obtenidos tampoco le han sido satisfactorios: 14.000 dólares australianos, 8.500 euros al cambio. Más que lo que pagó por el coche.
El “gran problema ” de los coches eléctricos…..mucha demanda, poca disponibilidad….subida de precios…..simple.
Coches eléctricos son un fracaso, no son la alternativa a la gasolina o gasoil, todavía no se descubrió la energía del futuro, son caros y las baterías tienen f cha de caducidad corta, solo hay que mirar los móviles