ReDrive crea una nueva línea de negocio de renting ante la nueva coyuntura económica y social.
El nuevo escenario postcovid plantea un cambio en las necesidades de la población: en efecto, la distancia social, el uso de mascarillas o la desinfección de productos cotidianos para evitar el contagio por coronavirus marcan un cambio de paradigma que se extiende a todos los ámbitos de la sociedad, entre los que se incluyen, como no podía ser de otra manera, los hábitos de movilidad.
En este contexto, el renting se posiciona como una de las soluciones más atractivas: aunque ya contaba con una aceptación importante antes de la pandemia por su polivalencia tanto para desplazamientos personales como profesionales, es muy posible que la nueva normalidad acelere e incremente su penetración en el mercado; por un lado, el miedo al contagio va a beneficiar el uso del vehículo privado y, por otro, la merma del poder adquisitivo convierte al alquiler de vehículos en una opción muy interesante en el nuevo escenario.
Además de la flexibilidad, otra de las claves de la consolidación del sector en este escenario pasa por los vehículos de renting procedentes del mercado de ocasión. Una opción que además de ser una efectiva palanca de liquidez para las familias, va a contribuir decididamente a modernizar el parque automovilístico.
Una gran opción
En este sentido, cabe destacar que los vehículos usados procedentes del renting son mucho menos contaminantes, al tratarse de vehículos de solo 3 o 4 años, frente a la edad media de 11 años de antigüedad del mercado de usados en España. Una de las fórmulas actuales más interesantes del mercado de renting para particulares es ReDrive, un servicio de ALD Automotive que consiste en un renting de vehículos seminuevos en la que a los seis meses de alquiler el usuario tiene la posibilidad de comprar el vehículo. Es decir, el conductor puede utilizar el coche durante medio año y luego puede acceder a comprarlo, con el reembolso, además, del 50% de las cuotas de renting.
Cada vez son más las alternativas de renting que van en esta línea, con la posibilidad de adquirir el vehículo pasado un año, o devolverlo, o cambiarlo por otro. También para las empresas, para las que el mercado ofrece soluciones también muy atractivas, como Carflex, un servicio que se adapta a las necesidades puntuales de cada proyecto y les permite aumentar o disminuir la flota según los picos de producción en el negocio.
La flexibilidad, clave
Una flexibilidad esencial, más aún en las circunstancias actuales, en las que las pymes pueden elegir el tipo de vehículo y los kilómetros que van a recorrer e, incluso, pueden devolverlo cuando ya no lo necesiten sin penalización por la devolución.
El renting permite a las grandes corporaciones, pymes, autónomos y particulares disponer de un vehículo o de una flota adaptada a las necesidades del momento, sin tener que realizar un importante desembolso inicial, solo una cuota fija mensual que incluye todos los gastos relacionados con el vehículo, desde reparaciones a impuestos, y, además, con la posibilidad de cambiar de vehículo en un plazo corto de tiempo; plazos que en la era postcovid19 se han flexibilizado todavía más y, en muchas ocasiones, incluso se ha reducido la duración de los mismos considerablemente, con periodos, en muchas ocasiones, de apenas un año.
Con este abanico de posibilidades, ALD Automotive proporciona un producto de renting de alto valor añadido para el cliente, que se adapta a las necesidades del momento y permite al usuario disfrutar del vehículo sin las obligaciones y preocupaciones de tenerlo en propiedad.
De esta forma, el renting impulsa la renovación de la flota de vehículos en circulación y permite dotar de mayor tecnología al parque de automóviles de nuestro país, con el consiguiente aumento de la seguridad y del compromiso ecológico; un papel que no solo se ha consolidado con la crisis, sino que se ha acelerado, por eso, el renting, como solución más flexible y de ocasión, tiene mucho que decir en la nueva movilidad.