Con las nuevas limitaciones quiere hacer de Barcelona una ciudad más segura y sostenible.
El Ayuntamiento de Barcelona, gobernado por Ada Colau (Barcelona en Comú), continúa con la implantación de medidas para mejorar el tráfico y la movilidad de Barcelona. A comienzos de enero entraba en vigor la nueva Zona de Bajas Emisiones, que restringe la entrada de vehículos sin etiqueta de la DGT a la ciudad. y ahora, dos meses después, ha comenzado a funcionar el nuevo límite de velocidad a 30 km/h en todas las calles secundarias de la capital catalana.
Se trata de una limitación que afecta casi al 70% de todas las vías de la ciudad, aunque el ayuntamiento cree que el impacto sobre el tráfico no será importante, debido al poco volumen de vehículos que soportan en relación con las vías principales. Al mismo tiempo prevén que sea una medida muy eficaz para reducir la contaminación de Barcelona y reducir accidentes y atropellos.
1. Barcelona: ciudad con límite a 30 km/h
En total, las calles afectadas por esta bajada del límite de velocidad de 50 a 30 km/h suman 112 km. Dentro de ellas están todas las calles de un sólo carril, aunque las hay de doble sentido, de barrio y vecinales. Entre las más importantes, están la calle de Sants y de la Creu Coberta, donde la limitación afecta a ambos sentidos, desde la Plaza de España hasta la Calle de Munné.
Pero el consistorio de Ada Colau no tiene intención de quedarse aquí. Para 2021, quiere ampliar las calles 30 a vías de mayor importancia como Laietana, Travessera de Gràcia y las calles de la Diputación y el Consell de Cent. El objetivo es pasar, en un año, del 68 al 75% de las calles de la ciudad como zona 30. En otras palabras, 3 de 4 calles de Barcelona estarán limitadas a 30 km/h.
2. Calles 30 acompañadas de radares
Esta actuación no sólo contempla el cambio de una señal de límite a 50 km/h por otra de 30. Para asegurarse de que los conductores cumplen con la medida, instalarán en un primer momento radares pedagógicos, que no multarán, pero sí mostrarán al conductor, de manera informativa, a qué velocidad está circulando.
Pero en una segunda fase el ayuntamiento ha previsto instalar radares fijos, estos sí sancionarán, para garantizar que se cumpla la medida en los puntos más conflictivos. El área de movilidad del consistorio no ha dado aún detalles sobre la ubicación de estos radares y optarán, de momento, por la instalación de los pedagógicos para concienciar a los conductores.
3. Cortes de tráfico en fines de semana
La tercera medida que seguro levantará ampollas entre muchos de los conductores barceloneses será la iniciativa ‘Obrim carrers’ (Abrimos Calles). Se trata de una medida que busca fomentar el transporte público entre la ciudadanía los fines de semana, en lugar de convertir las calles de la ciudad en “autopistas urbanas”, según palabras de la propia Ada Colau.
Abrimos Calles se traduce en cortar algunas de las calles principales de la ciudad los primeros fines de semana de cada mes, algo que ya se ha hecho en Gran de Cràcia y Via Laietana. Estas restricciones tendrán un horario de 17 a 21 horas los sábados y los domingos entre las 10 y las 15 horas. Por el momento, afectarán a las calles Creu Coberta, Carrer de Sants y Aragón.
4. Sacar a las motos de las aceras
Por último, otra de las medidas que el Ayuntamiento de Barcelona ha comenzado a aplicar es la de controlar el aparcamiento de las motos en las aceras, que ya adelantamos hace unos días. El problema de las motos mal aparcadas en algunos barrios, como el de Gràcia, ya está causando molestias entre los vecinos. Hasta 2.000 vehículos de este tipo se han detectado que incumplían la ordenanza municipal sobre el aparcamiento en aceras.
Por el momento, el consistorio barcelonés sólo ha establecido informadores en los puntos más conflictivos. También ha llegado a acuerdos con parkings subterráneos para que apliquen descuentos para el aparcamiento de motos. Pero, de continuar los problemas, será la Guardia Urbana quién actúe sancionando, con multas de 100 euros, a quien aparque indebidamente.