Audatex muestra en un estudio la pérdida de valor de nuestro vehículo según van pasando los años.
Por mucho cariño que tengamos a nuestro vehículo, según se le pone la matrícula y sale del concesionario comienza a perder valor. Y esto solo acaba de empezar. Esta resta aumenta de forma progresiva por lo que, por mucho cariño que le tengamos a nuestro vehículo y por muchos momentos entrañables que asociemos con este, la realidad nos sorprende con un valor residual (que así es como se denomina su precio en el mercado de segunda mano) muy inferior al que esperábamos.
Según un estudio elaborado por Audatex, una herramienta de tasación de siniestros que utiliza más de la mitad de nuestro talleres, un coche pierde el 18 % de su valor solo al ponerle la matrícula y salir del concesionario. Esta cifra se eleva al 50 % al cumplir su cuarto año de edad y solo a partir del sexto año se relaja esta depreciación a un ritmo de en torno a un 5 % anual. Así, al cumplir el décimo año de vida su precio es de solo el 13 % del precio original (de media).
Esto se traduce en que un coche que se compró hace una década por unos 20.000 euros, su precio ahora oscila entre los 2.000 y los 3.000 euros, por muy bien que lo veamos o por muchas rutas que le quede aún por realizar.
Nuestra relación con el vehículo
En su estudio revelan que las visitas a los servicios oficiales de postventa se centran en los primeros cinco años de vida, el 51 % del total, y que, a partir de entonces, las revisiones y reparaciones mecánicas y de carrocería se van espaciando en el tiempo y que se realizan en talleres independientes.
En cuanto al gasto en el taller, la factura del mantenimiento de un vehículo de 6 años duplica al de uno de 4 años, que aquí tiene un coste medio de 200 euros. Esta misma tendencia se muestra en las reparaciones pues un coche de cuatro años gasta, de media, 126 euros en reparaciones mientras que uno de 6 años llega a los 243 euros.
Además, si en los 2-3 primeros años los vehículos realizan una media de 22.900 km, una vez superada esta primera fase, el uso del vehículo desciende de forma progresiva hasta que con 9 años, la media de kilómetros realizados se establece en unos 12.000 km anuales.