El Odyssey, que así es como se llama el buggy eléctrico, debutó en la última etapa del pasado Dakar.
Si la Fórmula 1 ya tiene su equivalente eléctrica con la Fórmula E, la siguiente competición que dará el paso a la electrificación serán la de los raids o rallys de todoterreno, donde el Dakar es su punta de lanza. La Extreme-E, que así es como se denomina esta competición que se pondrá en marcha en 2021, estrenó su vehículo en competición en la última etapa del Dakar con el estadounidense Ken Block a los mandos y, visto desde dentro, el coche promete mucho espectáculo, aunque cueste verlo sin escuchar ningún ruido.
La electricidad ya es una realidad
No son pocas las competiciones que se han hibridado (Mundial de resistencia, Fórmula 1 y, pronto, el Mundial de Rallys) o que directamente se han pasado a los vehículos eléctricos (Trofeo Andros, Mundial de Rallycross o Fórmula E).
Los próximos en dar el paso serán los todoterreno con una competición que organizará el español Alejandro Agag, el mismo que ya puso en marcha la Fórmula E y que a tantas marcas y patrocinadores ha atraído en los últimos años. Su nivel de rendimiento y autonomía cada año es mejor, y aunque aún están lejos de la Fórmula 1 en prestaciones ha logrado atraer a marcas como Jaguar, Porsche (abandonó el WEC por la FE), DS, Nissan, Audi, Venturi, BMW, Mahindra y Mercedes-Benz (quien también abandonó el DTM por la FE).
Competición mundial
Este éxito le ha llevado a buscar nuevas competiciones al tiempo que siguen alertando sobre los peligros del cambio climático. Así, han creado un calendario con el que competirán en lugares recónditos que ya muestran la evolución de su ecosistema a causa del cambio climático. El primer calendario, ya oficial, está compuesto por cinco pruebas que les llevará a Senegal (al lago rosa), Arabia Saudí (como el Dakar), Nepal, Groenlandia y Brasil (a las proximidades del Amazonas).
No será un trabajo fácil y la organización ya trabaja en los recorridos que esperan sean atractivos para el público, patrocinadores y televisiones. Por el momento no hay ninguna marca que haya confirmado su participación a nivel oficial, si hay cuatro equipos que se han interesado, aunque el coche ya lo tienen casi preparado, faltan ajustes y trabajo de desarrollo.
Trabajo bien hecho
Eso fue lo que quisieron demostrar en la última etapa del pasado Dakar. La organización dispuso un último tramo espectáculo, denominado Quiddiya Grand Prix, donde los vehículos realizaron un recorrido de 13 kilómetros a modo de despedida de la prueba. La debían completar pero no contaría para la clasificación final.
Fue aquí donde debutó el Odyssey, que así es como se denomina este buggy eléctrico, vehículo de tracción trasera y con cualidades similares a las del MINI que llevó a Carlos Sainz a la victoria en el último Dakar.
Transmite toda la potencia su eje trasero gracias a un motor eléctrico de 545 CV con un par máximo de 920 Nm desde la arrancada lo que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en solo 4,5 segundos a pesar de sus 1.650 kg de peso. No se ha indicado la autonomía que tendrá el vehículo, no se espera que sea demasiada, por lo que se entiende que las pruebas serán de velocidad y orientación con recorridos de varias decenas de kilómetros entre recargas.
Para la primera temporada se espera que haya al menos 10 equipos con un coche cada uno, y según apuntan algunas informaciones, ya habría cuatro equipos interesados.