El chip de potencia permite aumentar la potencia con la que llega tu coche.
Habitual entre algunos aficionados al mundo del automóvil, estos chip de potencia son unos sistemas electrónicos que gestionan y reprograman el motor de nuestro coche, permitiendo que pueda aumentar su potencia.
Sin embargo, en el mercado existen muchos tipos de chips de potencia, con sus ventajas e inconvenientes. Por ello, antes de tomar la decisión de instalar uno en nuestro coche, es conveniente conocer en profundidad su funcionamiento e indicaciones importantes en cuanto a seguridad.
Finalidad del chip de potencia
Muchos se extrañarán cuando, al buscar un motor para su coche nuevo, encuentren que un mismo motor se puede encontrar con varios niveles de potencia. Tiempo atrás esto se conseguía empleando válvulas más grandes, volantes aligerados, culatas esmeriladas… Sin embargo, con la evolución de la tecnología han aparecido recursos más sofisticados.
Entre las nuevas opciones que han llegado en los últimos años están los chips de potencia, dispositivos electrónicos con los que se puede aumentar el rendimiento del motor sin apenas mancharnos las manos y de una forma sorprendentemente sencilla.
Equilibrio entre potencia y fiabilidad
No es fácil encontrar este equilibrio pues quien busca aumentar la potencia el coche no siempre es consciente de los riesgos a los que expone a la mecánica si el incremento del caballaje es muy alto.
Desde Reychip apuntan a que un chip de potencia debe incrementar entre un 5 y 10 % de potencia en el caso de los motores atmosféricos y entre un 10 y un 20 % en el caso de los propulsores sobrealimentados. Y, todo esto, siempre que el resultado final cumpla con las exigentes normativas de emisiones, consumo, velocidad y funcionamiento del vehículo impuestas desde Europa.
Desde la misma compañía apuntan a que todo lo que supere los parámetros de potencia antes indicados se haría poniendo en riesgo la vida útil del motor.
Junto a la centralita
El chip de potencia incide sobre la programación de la centralita. Si bien es cierto que los coches de última generación, cuentan con centralitas que hacen posible esta reprogramación, si tienes un coche antiguo tendrás que hacer uso de un chip como este para aumentar su potencia.
Este chip variará la mezcla de aire y combustible en los cilindros del motor, al mismo tiempo que varía la cantidad de aire que entra desde el turbo. El resultado es una mayor fuerza de la explosión en los cilindros aumentando así la presión en los pistones que, en contacto con el cigüeñal, hará llegar esta mayor potencia al eje que tracciona, demostrando así este extra de potencia.
Desde Reychip advierten de que antes de instalar este chip de potencia hay que estar seguros de que el motor soporta este extra de presión en sus cilindros, de lo contrario se podría probar la rotura de un pistón o una biela.
Además, recuerdan que estos chip de potencia suelen llevar aparejados un aumento del consumo, a lo que hay que sumar que en los motores diésel, la temperatura suba, con el consiguiente peligro de sobrecalentamiento del motor, mientras que en los de gasolina el que aumentará su temperatura será el catalizador con un mayor riesgo de rotura.