Dos de los SUV de tamaño medio más interesantes del mercado: Volvo XC60 Twin Engine vs Mercedes-AMG GLC 43
Los dos son SUV de alto rendimiento, meta que alcanzan por caminos diferentes. En Volvo apuestan por una eficiente ecuación híbrida enchufable para el Volvo XC60 Twin Engine, mientras que en la firma de la estrella acuden al especialista AMG para desarrollar un Mercedes-AMG GLC 43 en el que todo está enfocado para correr y, sobre todo, disfrutar.
Si hace años nos hubieran dicho que enfrentaríamos dos modelos similares y tan diferentes a la vez por concepto y filosofía como estas dos maravillas, quizás alguno nos hubiera tachado de locos.
En AMG no engañan a nadie: cogen un vehículo y los transforman en un modelo casi de carreras. La sorpresa viene por el lado sueco, que pone en juego esta variante híbrida enchufable, eficiente, sí, pero también prestacional porque se trata de la versión más potente del Volvo XC60.
Diferentes maneras de conseguir lo mismo
El Mercedes-AMG GLC 43 4MATIC es una máquina de correr. Sin más. El Volvo XC60 T8 Twin Engine AWD también ofrece prestaciones sobresalientes, pero siempre cuidando al máximo el bolsillo. Fuerza bruta contra fuerza tecnológica, dos maneras de ‘volar’.
El alemán recurre a un propulsor 3.0 V6 biturbo que eroga 367 CV con un sonido delicioso. Su rival prefiere el silencio. Presenta un bloque de 2,0 litros, también de gasolina y sobrealimentado por un compresor y un turbo, que erogan 303 CV, además de un segundo motor de naturaleza eléctrica situado en el eje trasero, que rinde 87 CV.
Este último se alimenta a partir de una batería de iones de litio ubicada entre los dos ejes, a lo largo del túnel central. Si los dos propulsores se ponen a trabajar codo con codo la potencia total del sistema es de 390 CV, superando en ‘caballería’ a su rival.
Automáticos, claro
Ambos recurren a transmisiones automáticas mediante convertidor de par, de ocho relaciones en el sueco y de nueve, y bastante más rápida de funcionamiento, el AMG. Para que toda esa caballería salga al galope, pero de una manera ordenada, es importante contar con un sistema de tracción total.
Los dos lo llevan, pero también por vías diferentes. En el Mercedes-AMG GLC 43 4Matic se prioriza al eje trasero para incrementar su deportividad; por eso el reparto inicial es 31/69, aunque esa proporción varía en función de las circunstancias de circulación.
En el Volvo XC60 no hay una unión física entre trenes de rodaje. El delantero es responsabilidad del motor térmico, mientras que el eléctrico da vida a las ruedas traseras. Por lo tanto, se pondrá en marcha siempre que sea necesario estabilizar el conjunto, además de actuar en solitario cuando circule de manera eléctrica.
Y es que, esta es una de las características del Volvo XC60 T8, ya que puede recorrer hasta 43 kilómetros de manera exclusivamente eléctrica, alarde que le permite la ansiada etiqueta ‘0 Emisiones’ que nos abre las puertas de la ciudad, incluso ante los más severos protocolos de contaminación.
Muy rápidos
Con semejantes potencias, las prestaciones están aseguradas. En este sentido el alemán es más pequeño, más ligero y tanto el motor, como el cambio y el chasis están afinados para correr como primer mandamiento. Y lo consigue, porque registra mejor velocidad máxima, acelera con más celeridad y recupera (reprís) como un cohete.
El Volvo XC60 no se arruga, ni mucho menos, pero no llega a la efectividad contra el crono de su rival, si bien apenas pierde medio segundo en el 0-100 km/h y sus recuperaciones también son meteóricas.
Otro punto a tener en cuenta es que el Mercedes-AMG GLC 43 corre mucho y corre bonito, porque por el escape disfrutaremos de una afinada sinfonía que se agudiza, más si cabe, al reducir de marcha en los programas más deportivos, con ese inconfundible efecto punta-tacón electrónico que nos hace mejores de lo que realmente somos.
Puntos de sintonía
En los dos podemos apostar por diferentes configuraciones de conducción según nuestro estado anímico. El Mercedes-AMG GLC 43 propone modos Eco (con navegación a vela incluido), Comfort, Sport, Sport+ e Individual, variando parámetros de motor, dirección o suspensión, entre otros.
En el Volvo XC60 T8 podemos optar a los modos Hybrid, Power (máximo rendimiento), Pure (exclusivamente eléctrico), otro que activa la tracción total de manera permanente y un último Off Road, que activa control de descensos para afrontar algún reto campero.
Además añade una posición Hold que mantiene la carga eléctrica prácticamente intacta para activarla cuando deseemos, y otra Charge en la que el motor de gasolina se esfuerza por cargar la batería.
Esta también se alimenta por efecto de la frenada regenerativa o acudiendo a la red. Si lo hacemos, el tiempo para completar la reposición oscilará entre tres y siete horas, según la toma.
Pasional o racional
En marcha, la puesta a punto del chasis del alemán es más agresiva y pasional. Y eso que cuenta con suspensión adaptativa AMG Ride Control que suaviza algo las cosas. Pero si activamos el modo Sport+ se convierte, literalmente, en una tabla.
La dirección paramétrica es mucho más directa y comunicativa, los balanceos de la carrocería son anecdóticos, y si apostamos por el modo manual del cambio el propulsor sube a 6.500 rpm y respeta el corte de inyección, como es de ley en un deportivo. Antes, avisará con un juego de luces en el cuadro de mandos: si en rojo parpadea, mejor cambiar.
En vehículo sueco no llega a esos límites ni a la precisión de su rival cuando la carretera zigzagea. Nuestra unidad monta una suspensión neumática por lo que hay que pagar, y eso ayuda. Sin embargo, un lastre de casi 400 kilos respecto a su competidor, y una filosofía de corte más amable para los ocupantes le restan puntos dinámicos.
Tampoco la dirección es tan incisiva ni comunicativa, y el tacto de los frenos no puede ocultar su naturaleza híbrida, siendo poco progresivo en este sentido (es cuestión de tacto, porque las frenadas son brillantes).
De todas formas, es complicado luchar contra la inmediatez y lealtad del eje delantero de su rival.
Cuestiones ecuménicas al margen
Otra cosa son los consumos. La fuerza fruta del Mercedes-AMG GLC 43 implica que si pasamos un buen rato las cifras serán escandalosas. Así y todo, sin desmadres ronda los 11,0 l/100 km de media real, casi el doble de lo que podemos ver en el Volvo XC60 si aprovechamos eficazmente su sistema híbrido. Incluso, en desplazamientos cortos, el motor eléctrico de este permite gastar solo KWh en vez de litros.
Por último, la puesta en escena interior es más agresiva en el Mercedes-AMG GLC 43, y más señorial y lujosa en el Volvo XC60. Las butacas delanteras del primero sujetan mejor, pero las del sueco miman más. Y, además, ofrece algo más de espacio para las piernas en las plazas traseras.
En definitiva, empate técnico a nivel de calidad, pero en dotación tecnológica de seguridad el Volvo XC60 se muestra superior. No sorprende en este sentido: es un Volvo.
Texto: Gregorio Arroyo // Fotos: Paloma Soria
Fichas técnica Mercedes-AMG GLC 43 4Matic
TIPO DE MOTOR |
Gasolina, 6 cilindros en V, turboalimentado |
CILINDRADA | 2.996 cm3 |
POTENCIA | 367 CV entre 5.500 y 6.000 rpm |
PAR MÁXIMO | 520 Nm entre 2.500 y 4.500 rpm |
V. MÁXIMA | 250 km/h |
ACELERACIÓN | 4,9 s (0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 9,7 l/100 km (mixto) |
MEDIDAS | 4.661 / 1.930 / 1.627 mm |
NEUMÁTICOS | 235 / 55 R 19 del. y 255 / 50 R19 detrás |
PESO EN VACÍO | 1.865 kg |
MALETERO | 550-1.600 l |
PRECIO | 72.160 € |
GAMA DESDE | 49.100 € |
CUOTA RENTING | 1.310 €/mes* |
LANZAMIENTO | Junio de 2015 |
Equipamiento Mercedes-AMG GLC 43 4Matic
De serie: Airbag frontales, de cortina, laterales delanteros y de rodilla del conductor; alerta de fatiga del conductor; climatizador bizona; programas de conducción Dynamic Select; panel táctil Touch pad; control y limitador de velocidad Tempomat; asistente mantenimiento de carril; asistente de arranque en pendiente; faros LED High Performance; llantas de 19’’; dirección deportiva AMG; tren de rodaje deportivo AMG basado en Air Body Control; kit estético AMG; equipo de frenos y escape deportivos AMG; sensores de luces y lluvia; módulo de comunicación LTE con tarjeta SIM para servicios Mercedes me connect y freno de estacionamiento eléctrico.
Opcional: Pintura metalizada (1.174 euros); asientos AMG Performance (2.912 euros); climatizador trizona (889 euros); techo eléctrico panorámico (2.138 euros); faros LED adaptativos (882 euros); Comand Online con pantalla táctil de 8,4’’, navegador, internet, wifi, control por voz Linguatronic (3.753 euros); Head up Display (1.357 euros); cámara trasera (604 euros); control del ángulo muerto (678 euros); asistente Distronic con frenada automática (1.452 euros); cámara 360º (482 euros); portón eléctrico (678 euros); equipo de escape AMG Performance (1.791 euros); llantas AMG 21’’ (2.389 euros); Paquete de asistencia a la conducción Plus (3.163 euros).
Ficha técnica Volvo XC60 T8 Twin Engine R Design
Motor térmico | Gasolina, 4 cilindros en línea, turbo y compresor |
Cilindrada | 1.969 cm3 |
Potencia | 303 CV a 6.000 rpm |
Par máximo | 400 Nm entre 2.200 y 4.800 rpm |
Motor eléctrico | Síncrono de imán permanente |
Potencia | 87 CV |
Par máximo | 240 Nm |
Capacidad de la batería | 10,4 kWh |
Autonomía en modo eléctrico | 43 km |
Motor híbrido | Híbrido gasolina-eléctrico |
Potencia combinada | 390 CV |
Par máximo combinado | 640 Nm |
V. máxima | 230 km/h |
Aceleración | 5,5 s (0 a 100 km/h) |
Consumo | 2,4 l/100 km (mixto) |
Medidas | 4.688 / 1.902 / 1.658 mm |
Neumáticos | 235 / 55 R 19 |
Peso en vacío | 2.223 kg |
Maletero | 468-1.395 l |
Precio base | 75.266 € |
Gama desde | 43.250 € |
Cuota renting | 1.028 € / mes |
Lanzamiento | Marzo de 2018 |
Equipamiento Volvo XC60 T8 Twin Engine R Design
De serie: Airbag frontales, de cortina, laterales delanteros y de rodilla del conductor; alerta y mantenimiento de carril; alerta de colisión frontal; frenada automática de emergencia City Safety; asistente de arranque en rampa; chasis deportivo; alerta de fatiga del conductor; control y limitador de velocidad; sensores de aparcamiento traseros; faros LED; reconociento de señales de tráfico; ordenador de viaje; retrovisor interior electrocrómico; climatizador bizona; sensores de luces y lluvia; techo panorámico eléctrico; volante multifunción deportivo en cuero; pantalla táctil de 8’’; equipo de sonido de 224 W y llantas de 19’’.
Opcional: Pintura metalizada (968 euros); llantas 22’’ (3.449 euros); tapicería cuero nappa ventilado (2.178 euros); cámara 360º (1.059 euros); levas en el volante (163 euros); chasis adaptativo Four-C (2.299 euros); aparcamiento asistido Park Assist Pilot (702 euros); equipo de sonido Harman/Kardon (847 euros); Pack Light, con faros full LED y lavafaros (956 euros); Pack Intellisafe Pro, con control de velocidad adaptativo, Pilot Assist y Distance Alert, control de ángulo muerto BLIS, alerta de tráfico cruzado en la zaga, función Rear Collision Warning y asistente de colisión frontal Oncoming Mitigacion by Braking (1.767 euros); Head up Display (1.210 euros) y cristales tintados traseros (424 euros).