Ahora que salir de nuestra ciudad nos parece una aventura nos ponemos nostálgicos y echamos la vista atrás recordando los coches con los que nos íbamos de veraneo hace no demasiado tiempo. Las comparaciones son odiosas y, viendo las comodidades a las que estamos acostumbrados hoy día y las necesidades de espacio que tenemos, resulta impensable que una familia se ponga en carretera con algo que no sea un SUV de tamaño medio o un monovolumen; no logramos entender cómo éramos capaces (o lo eran nuestros padres) de viajar hasta la playa por las carreteras de antes.
Hablamos de unos tiempos en los que no era obligatorio usar el cinturón de seguridad, las sillitas infantiles apenas se utilizaban, no existían las pantallas digitales para que los pequeños estuvieran entretenidos y no era extraño superar los cinco pasajeros. ¿Qué pasaba si uno tenía sueño? Se tumbaba a lo largo en el asiento de atrás echado sobre el regazo de otro viajero. ¿Y si hacía calor? Se bajaban las ventanillas. ¿Qué sucedía cuando estabas deseando llegar? Te tenías que parar para que se enfriara la mecánica. ¿Cuántos viajaban? Los que cupieran.
Repasamos los coches que marcaron una época, los primeros que nos llevaron de vacaciones cuando estábamos en la EGB, que surgió en el año 1970.
Renault 4
Cuando la EGB apareció, el Renault 4, 4L, cuatro latas o renoleta, llevaba ya 9 años entre nosotros y estaba muy extendido en nuestras calles. Si hoy día se le guarda tanto cariño a este coche no es por su comodidad (que la tenía a su manera) o su tecnología (muy limitada) sino porque era un infatigable que llegaba donde te propusieras.
Algunos le consideran el antecesor de los actuales SUV, era tracción delantera pero no tenía miedo a salir del asfalto. Se lanzó midiendo 3.610 mm (ganó 59 mm en sus posteriores evoluciones), 1.490 mm de ancho y 1.460 mm de alto. Y su gama de motores comenzaba en un 603 cm3 que rendía 20 CV aunque se creció hasta llegar a los 1.108 cm3 y 38 CV. ¿Le guardas cariño? Lo puedes encontrar por apenas 500 euros en el mercado de ocasión. Es una excelente manera de adentrarte en el mundo de los coches clásicos.
SEAT 600
El coche que movilizó España y el primero que nos llevó de vacaciones. No es casualidad que en Torremolinos haya una estatua al SEAT 600 en granito, por supuesto, en una glorieta. Sí, su motor era enano, 630 cm3 y 21 CV, (aunque fue creciendo primero hasta los 770 cm3 y 29 CV), y su tamaño, mínimo con solo 3,29 m, pero su espacio interior estaba bien aprovechado.
Eso sí, no era extraño ver el capó trasero abierto para mejorar la ventilación y parar cada cierto tiempo para que se enfriara su mecánica. Apareció en 1957 y se vendió hasta 1973 con varias evoluciones: Normal, E, D y L.
Simca 1000
El Simca 1000 tuvo en España una segunda oportunidad. En Francia se lanzó en 1961 sin demasiado éxito, por lo que la francesa probó en España de la mano de Barreiros (1966) teniendo en cuenta la aceptación que tenían aquí modelos de formato similar como el Renault 8 o el SEAT 850 (este algo más pequeño).
Era un vehículo austero, con un precio de salida de unas 100.000 pesetas, algo superior en la versión más equipadas GLE que llegó en 1970, y algo inferior en el posterior Simca 900. Apareció con motor de 944 cm3 y 45 CV, una oferta que poco se amplió con opciones deportivas como las de Simca 1000 rally. Sus medidas se establecían en 3.800 mm de largo, 1.485 mm de ancho y 1.390 mm de alto. Sus ventas cesaron en 1978 con más de 200.000 unidades vendidas.
Renault 8
Llegó a nuestras vidas en 1965 y se perduró hasta el año 1976. Entre medias, se vendieron en España 259.249 unidades de un coche que mantenía la estructura tradicional del todo atrás con un bien aprovechable maletero en el frontal. Sus casi cuatro metros de largo le situaban como un vehículo familiar que comenzó a introducir soluciones como el aire acondicionado o la radio (ojo que se instalaba delante del copiloto, muy lejos para un conductor que viajara solo).
Llegó con un motor de 956 cm3 y 41 CV y un peso de 755 kg. Su popularidad llevó a Renault a lanzar una versión deportiva de este que denominó Renault 8 TS, ya con un motor de 1.108 cm3 y 53 CV.
Citroën Dyane
Su longitud llegaba a los 3.905 cm, la anchura a los 1.500 mm y la altura a los 1.540 mm mientras que las llantas eran de 12 pulgadas y su depósito quedaba en 20 litros. Sí, este coche nos llevaba a la playa con una aceleración en el 0 a 100 de 47 segundos y una velocidad máxima de 119 km/h.
Nació en 1967 para sustituir al Citroën 2CV y se convirtió en un leal compañero de viaje por nuestras carreteras. Buscaba simpatizar con un público más moderno y urbanita, aunque buena parte de las soluciones que planteaba este las tomó del 2CV. Se descubrió con una gama de motores que se iniciaban en los 425 cm3 con muy pocas prestaciones aunque su motor pronto creción, primero hasta los 435 cm3 (26 CV) y después hasta los 602 cm3 (28 CV) mientras que en el Dyane 6 aumentaba su potencia hasta los 35 CV.
SEAT 124
Nació en el año 1968 como adaptación española del Fiat 124 y su producción se alargó hasta año 1976 con unas formas que variaron poco, con sus líneas rectas y sus faros redondeados. Llegó con un tamaño alargado para la época (4,03 m), una anchura de 1,63 m y una altura de 1,42 m y se comercializaron variantes de tres volúmenes y cuatro puertas y familiar.
Se presentó con un motor de 1.197 cm3 y una potencia de 60 CV, aunque hubo una versión posterior que se denominó LS y que llegaba a los 65 CV. Su velocidad de crucero ya llegaba a los 140 km/h (145 km/h en la versión LS) para los que más prisas tuvieran por llegar a la playa.
Simca 1200
Un coche surgido de una hoja en blanco y que se vio bajo el emblema de Simca, Talbot y Chrysler. De hecho, en España tuvo la denominación 1200 mientras en Francia era 1100. Nació en 1969, y solo debía aprovechar el motor del Simca 1000, un motor de 1.204 cm3 que generaba 65 CV.
Estaba destinado a un público de capacidad adquisitiva media por lo que sus comodidad eran limitadas aunque se mostraba muy completo en la propuesta (contaba con buenos tapizados, acabados en madera y radio, entre otros) y presentaba buena planta con 3,94 m de largo, 1,59 de ancho y 1,46 de alto.
Renault 12
Un modelo que pervive en el recuerdo del colectivo que hoy día soplan más de treinta velas en sus cumpleaños. ¿Quién no ha tenido un familiar con un Renault 12? Pues, a modo de dato, conviene saber que en España se vendió entre 1969 y 1980, y se mantuvo con vida en Rumanía y Turquía hasta el 2004, ya integrados en la familia Dacia.
Medía 4.343 mm, tenía una anchura de 1.638 mm y una altura de 1.435 mm, mientras que su gama de motores comenzaba con un gasolina de 1,3 litros que respondía con 54 CV, aunque su potencia llegaba hasta los 125 CV . La variante más ambiciosa llevaba el apellido Gordini.
Citroën GS
Fue el primer modelo de tamaño medio de la historia de Citroën, a medio camino entre los 2CV y Dyane 6 que quedaban como utilitarios y el DS que apuraba sus últimos años de vida en la estrato premium. Recogió lo mejor de cada uno, la polivalencia de los primeros con la tecnología mecánica del segundo (recogió la suspensión hidroneumática, que bien se valoró en un anuncio zigzagueando conos a tres ruedas).
Llegó en 1970 con una longitud de 4,12 m (con las evoluciones llegó a los 4,2 m), una anchura de 1,61 m (1,63 m) y una altura de 1,35. Su mecánica varió entre los 1.015 cm3 y los 1.299 cm3 y la potencia se movía entre los 55 CV y los 65 CV.
Dodge 3700
El Dodge 3700, sucesor del Dodge Dart aunque compartían mecánica, era el coche familiar… de las familias más opulentas aunque su precio no era tan alto como cabría esperar (tarificaba 391.488 pesetas de la época).
Era garantía de espacio y comodidad (por algo fue el coche de los dirigentes del régimen en sus últimos años), además de que adelantó elementos como la dirección asistida. Fue otra de las creaciones de Barreiros en consonancia con Chrysler, pero que no gozó del éxito esperado: solo vendió 9.759 entre los años 1971 y 1977. Su tamaño era considerable: 4.990 mm de largo, 1.880 mm de ancho y 1.390 mm de alto.
SEAT 127
Menos reconocido que el SEAT 600 aunque también tuvo una especial relevancia en la historia de la firma española por la revolución tecnológica que supuso: fue el primero con tracción delantera en la familia de la española y estrenó la dirección de cremallera. ¿A que ahora lo ves de forma diferente?
Llegó en 1972 y nos dejó en 1983. Contó con versiones de 2, 3 y 5 puertas y versión comercial (en 1978 se renovó). Medía 3,6 metros y tenían una anchura de 1,53 m y una altura de 1,37 m. Su motor original era de 900 cm3 y llegó con una potencia de 47 CV (en la versión CL la potencia variaba entre los 40 y los 45 CV dependiendo del tipo de gasolina que se empleara).
SEAT 132
En 1972, tras doce años de producción, llegó el final del SEAT 1500 (antes llamado 1400C). El difícil cargo de sustituirlo cayó sobre los hombros de este SEAT 132. A pesar de la tendencia de los tiempos, su tamaño se redujo con respecto a su antecesor para hacerlo menos ‘tanqueta. Apareció en 1973, era atractivo pero no logró convencer por lo que apenas un año y medio después fue renovado (segunda serie de tres que hubo en total).
A partir de 1975 se convirtió en un coche con un rodar muy agradable, gran aplomo en la pisada y muy seguro, gran aliciente este para las familias de la época. Tenía una longitud de 4,38 metros, una anchura de 1,64 m. y una altura de 1,44 m. Su gama de motores arrancaba con un 1,6 litros de 98 CV y finalizaba en un 1,9 de 109 CV.
Citroën CX
Todo lo bueno que se haya dicho del Citroën GS se puede decir del Citroën CX e, incluso, se puede multiplicar. Llegó en 1974, cuatro años después que aquél y se apoyaba en las mismas bondades que la berlina de tamaño medio. Alargaba su figura hasta los 4,63 metros, mientras su anchura se establecía en 1.754 mm y su altura en 1360 mm, además, añadía a sus soluciones mecánicas la aplaudida suspensión hidráulica.
Sin embargo, si por algo es recordado, dejando a un lado el título de coche de año en Europa en 1975, es porque fue el primer turismo de Citroën que incorporó un motor diésel, un turbodiésel de 2,5 litros que entregaba 95 CV (en la segunda fase).
Renault 7
Caso curioso el de nuestro protagonista, que nació en España en 1975 como variación del Renault 5 y como sustituto del Renault 8 que ya evidenciaba su veteranía. Su éxito trascendió nuestras fronteras tomando la central de Renault el proyecto en Francia para llevarlo a nuevos mercados.
Fue en ese momento cuando el ‘Siete’ pasó a ‘7’. Los asientos eran mullidos y cómodos y los asientos eran corridos por lo que era fácil ver a los más pequeños echarse una siesta a lo largo. Tenía un tamaño de 3.890 mm de largo, 1.525 mm de ancho y 1.398 mm de alto. Llegó con una mecánica de 1.037 cm3 y 50 CV y cuando cesaron sus ventas en 1984 había crecido hasta los 1.108 cm3 y 45 CV.
Chrysler 180
‘Un americano en París’. Así se presentó en 1975 en Francia este modelo de origen estadounidense y grandes dotes como coche familiar. Su producción llegó a Villaverde, de la mano de Barreiros, tras un primer ciclo de producción en Francia (Poissy), aunque aquí tampoco logró las ventas que merecía.
Y eso que lo tenía todo para convencer: una imagen yanqui propia de las películas americanas, asientos grandes y cómodos y un motor rutero sin renunciar a detalles de cierto lujo. Era de tracción trasera y dejaba sus cotas en 4.530 mm de largo, 1.730 mm de ancho y 1.450 mm de alto. Se dejó de vender en 1981, aunque sus dos últimos años se comercializó bajo la T de Talbot.
Saab 900
El cuadro de instrumentos era muy completo y todos los mandos se aglutinaban en un panel en el salpicadero, como si la cabina de un avión se tratara. Llegó con una largura de 4.740 mm, una anchura de 1.690 y una altura de 1.425 mm. Se lanzó con cuatro motores: 100 CV, 108 CV, 118 CV y 160 CV (versión Turbo). Se vendió hasta 1994.
En este repaso no podíamos dejar pasar la oportunidad de recordar una de las berlinas deportivas por excelencia. Este Saab 900 llegó a nuestras vidas en 1978 y se vendió con variantes de 3 y 5 puertas… y con un alerón de goma a mitad de la caída de la trasera con en ese perfil de fastback que tanto gustaba (versión Turbo, en las familiares la caída no era tan rotunda). A esto sumaba un interior que sintetizaba lo mejor de una marca cuasi artesanal que logró comercializar más de un millón de unidades de este modelo.
Ford Escort
El compacto del óvalo surgió en 1968 aunque a España no llegó (o se hizo popular) hasta que apareció la tercera generación. Hablamos del año 1980, la planta de Almussafes ya estaba a pleno ritmo de producción de Ford Fiesta y la crisis del petróleo obligaba a lanzar vehículos económicos y poco gastones.
La propuesta logró una gran acogida de crítica y público, se hizo con el premio de coche del año de 1981 y lo hacía con una longitud de 3.970 mm, una anchura de 1.640 mm y una altura de 1.380 mm. Su mecánica partía de un motor de 1,1 litros y 55 CV. Tal fue su éxito que la firma aprovechó la plataforma para lanzar una versión de tres volúmenes que denominó Ford Orion.
Peugeot 505
Una berlina amplia y cómoda, destinada a un público que aspiraba a unas cotas interiores que no demasiados vehículos de la competencia ofrecían cuando apareció en 1980. Se fabricó en Vigo (Pontevedra) y tenía un precio alto para el bolsillo medio, por lo que requería de una respuesta diferente.
Llegó con una oferta de tres motores de gasolina y uno diésel, además de tres niveles de equipamiento. Su figura estilizada de tres volúmenes tenía una longitud de 4.579 mm, mientras que la anchura quedaba en 1.720 mm y la altura en 1.450 mm.
Ford Sierra
Aunque la inmensa mayoría de los mortales recordemos a este vehículo en sus versiones más potentes firmadas por Cosworth o en competición, no debemos olvidar que nació como berlina (es el antecesor del Ford Mondeo). Llegó en el año 1982, para sustituir al Taunus, un nombre que había estado a la venta desde la década de los 30.
Se destapó con un tamaño amplio pues llevaba el metro hasta los 4.459 mm de longitud, los 1.728 mm en la anchura y los 1.392 mm en la altura, y su gama de potencias comenzaba en los 60 CV, aunque esta se elevaba hasta los 204 CV en la versión RS Cosworth. Recibió una actualización en 1987, la cual se vendió hasta 1993, momento en el que llegó el Mondeo.
Opel Kadett
La historia del Opel Kadett comienza en los años sesenta… aunque nuestros primeros viajes los hicimos con la quinta generación que apareció en el año 1984 (de los anteriores apenas hubo un puñado de unidades en España) siendo la última generación del compacto alemán que recibió esta denominación pues en 1991 llegó el Opel Astra.
Rompía con la tradición del modelo y mostraba una imagen moderna y vanguardista, lo que le valió para hacerse con el premio de Coche del Año en Europa en 1985, manteniendo una genética de vehículo compacto y apto para un bolsillo medio. Tenía una longitud de 3.998 mm, una anchura de 1.663 mm y una altura de 1.393 mm, y motores gasolina y diésel para todo tipo de necesidades, aunque el más divertido sin duda, era el del GSI, con un bloque de 2,0 litros y 156 CV.
Yo sigo saliendo a carretera sin un SUV una buena berlina actualmente un A3 antes un aA4 los dos Audi
Por trabajo un Seat Ateca pero lo siento una berlina es lo suyo para carretera
Por cierto mi padre se recorrió la península en un Seat 850 con la familia
Cuando quiera salir de carretera mi opción sería un Toyota land Cruiser que tengo uno en Andorra para ir a esquiar
Un SUVno es lo mismo que los monovolúmenes pasaron de moda hace unos años si no tenías uno te miraban mal