¿Cuántas posibilidades hay de que, en un despiste, acabes conduciendo el coche de otra persona pensando que es el tuyo? Según las habladurías populares, es un hecho más común de lo que piensas. Pero la realidad es bien distinta, ya que, en la actualidad, es prácticamente imposible que las llaves te permitan arrancar el coche si no son las del propio vehículo. Lo que sí te puede ocurrir, aunque es muy raro que suceda, es que encuentres un vehículo cuyas puertas sí puedan abrirse con tu llave. De hecho, Joanne Fluegel, una joven canadiense, lo comprobó de primera mano en 2005 con un vehículo idéntico al suyo.
Las llaves gemelas
Aunque existe un número muy elevado de variantes a la hora de hacer las muescas de la llave, al final es necesario repetirlas o hacer combinaciones muy parecidas. Por tanto, cuando la llave se parece mucho a la de otro coche igual, puede que te deje abrirlo, pero que ocurra esta casualidad es muy difícil. Si la llave y la cerradura están desgastadas por el uso, aumentan ligeramente las posibilidades, pero siguen siendo ínfimas.
El arranque del coche, sin embargo, funciona de forma distinta. Aunque también utiliza las muescas de la llave para poder girarla en los modelos en los que hay que introducir la llave para arranchar el vehículo, para ponerlo en marcha se necesita algo más. Y es que todas las llaves de coche contienen un chip en su interior, el transpondedor, que contiene un código de seguridad.
Al intentar arrancar el coche, una antena que se encuentra en el orificio de la llave envía el código al ordenador central del vehículo y solo enciende el motor si el código coincide con el vehículo en cuestión. En la actualidad, el código de los transpondedores se genera mediante algoritmos casi imposibles de copiar. Los primeros, simplemente, tenían un código fijo, que era siempre el mismo para cada coche, con lo que había alguna posibilidad más de que alguien pudiera llevarse tu coche.
En los vehículos antiguos es más fácil
Las medidas de seguridad para que no sucedan este tipo de incidentes y que nadie pueda coger tu coche utilizando una llave que no es la tuya se han ido incrementando con el tiempo. Un ejemplo de ello es la introducción de los transpondedores, explicados en el punto anterior. Por tanto, si tu coche es muy antiguo, sí es posible que con otra llave puedas acabar circulando con él. Pero tendría que darse la circunstancia de que las muescas de la llave fueran extremadamente parecidas para que la llave de un modelo pueda arrancar a otro coche que sea idéntico.
Es cierto, las posibilidades para crear las muescas de una llave son una barbaridad, pero la cantidad de personas y coches en el mundo también, por lo que es fácil que se parezcan mucho una gran cantidad de llaves.