Mercedes-Benz CLA Shooting Brake

El Shooting Brake es la reinterpretación más práctica del estiloso cupé de cuatro puertas de Mercedes-Benz. Un vehículo de corte familiar, marcado por el estilo y el tacto deportivo.

Texto: J. Miguel Quintana

Una de las principales cualidades de los modelos familiares es ofrecer mayor capacidad de carga y un maletero mucho más accesible. Por tanto, no es de extrañar que sean más versátiles, resultando apropiados para disfrutar de actividades de tiempo libre.

La versión con carrocería familiar del Mercedes-Benz CLA Coupé recibe la denominación de “Shooting Brake”, en referencia a los antiguos, y rápidos, carros de caballos dedicados a la caza. Más allá de este dato curioso, el modelo alemán promete combinar dichas cualidades prácticas con una estética agraciada, sin prescindir de las cuatro puertas, una línea de techo descendente, ventanillas sin marco y un práctico portón trasero. En resumen, no renuncia a ese toque dinámico que, según la marca, le permite atraer a un nuevo tipo de cliente, más activo, juvenil y deportista.

Las apariencias engañan
La carrocería, con sus 4,63 metros de largo, no es mayor que la del CLA Coupé, el modelo del que deriva y con el que comparte toda la parte delantera, hasta el pilar “B”. Respecto al maletero, cubica 495 litros, solo 25 más. Sin embargo, gana bastante en practicidad, ya que se pueden abatir los asientos traseros, llegando hasta los 1.354 litros. A su vez, dispone de un cómodo del portón, que, por cierto, puede contar con  accionamiento eléctrico.

El habitáculo, con abundancia de detalles de calidad, gana en altura en las plazas traseras, con cuatro centímetros más hasta el techo. El resto, en términos de cotas, materiales y diseño, no cambia respecto a su hermano con carrocería de tipo cupé. Además, debemos destacar la gran pantalla multifunción, de tipo tableta, así como un gran equipamiento en materia de infoentretenimiento y conectividad.

Solo cuatro cilindros
La oferta mecánica, similar a la del CLA convencional, mantiene la apuesta por los motores de cuatro cilindros turboalimentados, cuatro de gasolina y dos de ciclo diesel, asociados a una caja de cambio manual, de seis marchas, o a la transmisión automatizada de doble embrague “7G-DCT”, de siete. En todos los casos, integran el sistema de parada y arranque automáticos del motor “ECO”.

La gama de gasolina arranca con dos versiones de 1,6 litros, CLA 180 y CLA 200, de 122 y 156 CV, respectivamente. A continuación, aparece el poderoso CLA 250, con 2,0 litros y 211 CV, para terminar con un fuera de serie: el CLA 45 AMG, de 360 CV. En este último caso, se recurre a un propulsor de 2,0 litros y cuatro cilindros, el más potente fabricado en serie de este tipo, según los ingenieros de AMG.

La mecánica de ciclo diesel, de 2.143 cm³, anima a las versiones CLA 200 CDI, de 136 CV y un solo turbo, y CLA 220 CDI, con dos turbos y 177.

En todos, la fuerza del motor se envía a las ruedas delanteras, quedando reservada la tracción total “4MATIC” para el CLA 250, de manera opcional, y para la versión CLA 45 AMG, como dotación de serie. En el caso de los motores de gasóleo, llegará a partir de otoño.

Aerodinámico
En marcha, nos enfrentamos a un vehículo muy confortable, que traza las curvas con gran precisión, sin apenas balanceos. Dinámicamente, apenas hay diferencias respecto al Coupé, a pesar de que el Shooting Brake pesa unos 30 kilos más. Un incremento que, en la práctica totalidad, recae sobre el eje trasero. Otro dato importante es el coeficiente aerodinámico (C_x) de la afilada carrocería que alcanza un valor de 0,26.
La dirección es suave y precisa y, en carreteras en buen estado, transmite buenas sensaciones. Tanto es así, que creemos que es el mejor Mercedes-Benz, con tracción delantera, que hemos conducido.

Quizás los motores de ciclo diésel, como el del CLA 220 CDI que probamos, carezcan del refinamiento esperado en un modelo de esta categoría, ya que sigue resultando áspero en frío y rumoroso cuando se le exige mayor aceleración. Algo que compensa, en cierta medida, con un consumo que oscila entre los 4,0 y los 4,3 litros cada 100 kilómetros, en función de la transmisión escogida.

También pudimos conducir el CLA 250 4MATIC de 211 CV, equipado con el cambio 7G-DCT y el paquete “Sport”. A pesar de contar con un tren de rodaje más deportivo, destaca por comodidad  y suavidad de reacciones, con un motor tremendamente progresivo y poco “sediento”. La tracción integral le proporciona un plus de seguridad, transmitiendo mayor confianza, sobre todo sobre firme deslizante, a medida que pasan los kilómetros.

Alta seguridad
El modelo germano equipa, de serie, el asistente de frenada de emergencia “COLLISION PREVENTION ASSIST”, así como el de alerta por cansancio del conductor “ATTENTION ASSIST”. Aclarado este punto, la cantidad de elementos y paquetes opcionales es abrumadora. Además, con ocasión de su lanzamiento, presenta una edición especial “Orange Art Edition”, de aspecto más juvenil y producción limitada, con detalles en tono naranja en las llantas y la tapicería.

Los precios del Shooting Brake parten desde los 32.625 €, correspondientes al CLA 180, y alcanzan los 63.750, para el CLA 45 AMG 4MATIC. Comparándolo con las variantes del CLA Coupé, con idéntica mecánica, son unos 600 o 650 € más caros.

Es una difícil elección, pero yo, que tengo familia, estaría dispuesto a pagarlos, a cambio de disfrutar de una mayor versatilidad. ¿Estáis de acuerdo?

https://www.youtube.com/watch?v=fLSWHqVBZl0