La prohibición de vender los coches de gasolina y diésel formaba parte de las 370 medidas para gobernar con Podemos.
Pedro Sánchez incluyó ayer, dentro de las 370 medidas para un acuerdo de gobierno con Unidas Podemos, la prohibición total de los coches de gasolina y diésel, incluidos los coches de segunda mano. La rígida propuesta no tardó en ser criticada de nuevo por las asociaciones de fabricantes, como GANVAM o Faconauto, tachándola de “irresponsable” o que “retraerá el mercado”.
La tajante oposición de la patronal y las contradicciones de esta propuesta con la postura de la Comisión Europea de no prohibir los coches de combustión ha hecho que el PSOE corrigiese a las pocas horas el texto de la propuesta. Ahora, en la número 256 se ha sustituido la palabra ‘prohibir’ por ‘reducción paulatina de emisiones’ de estos vehículos, para adecuarse a la estrategia de ‘descarbonización a 2050’.
Cambio de texto en 7 horas
Esta rápida modificación se entiende mejor contraponiendo ambos textos, que apenas se parecen el uno del otro. En el primer documento, publicado por el PSOE a primera hora de la mañana, la propuesta 256, dentro del apartado de Transición Ecológica, alude a la “prohibición a partir de 2040 de la venta en España de turismos y vehículos comerciales ligeros con emisiones directas de dióxido de carbono”. En este punto sólo excluía de la medida a los matriculados como vehículos históricos.
Tras las críticas recibidas, fundamentalmente por parte del sector del automóvil, el PSOE colgó en su página web una nueva versión del documento, en cuyo punto 256 propone la adopción de “medidas necesarias, de acuerdo con la normativa europea, para que los turismos y vehículos comerciales ligeros nuevos, reduzcan paulatinamente sus emisiones”. “A tal efecto”, continúa el texto, “se trabajará con el sector y se pondrán en marcha medidas que faciliten la penetración de estos vehículos”.
Bruselas, en contra de la prohibición total
Este repentino cambio de rumbo de Pedro Sánchez y su equipo pone de relieve las dudas y complicaciones que se pueden generar, tanto para el sector como para el usuario final, una prohibición total de los coches de combustión en los próximos años. No obstante, la rectificación ha sentado bien en los fabricantes, que además no están pasando por un buen momento por la caída generalizada de las ventas de coches en el último año.
Bruselas parece haber sido la clave en esta marcha atrás del Presidente del Gobierno en funciones. Hace apenas una semana, la comisaria europea de Industria y Mercado Interior, Elzbieta Bienkowska, aseguró en rueda de prensa que una prohibición completa de la matriculación de coches de gasolina y diésel nuevos “no es compatible con la legislación comunitaria”.
Más propuestas: ayudas para eléctricos “estables e ininterrumpidas”
Además de este controvertido punto 256, el PSOE ha incluido otras propuestas relacionadas con el sector del automóvil, como la puesta en marcha de un “esquema de ayudas económicas para el vehículo eléctrico, estable e ininterrumpido”. Esta medida, evitaría, a juicio de los socialistas, que las ventas se concentren en momentos determinados o queden paralizadas hasta la aprobación de nuevos planes de ayuda.
Se trata de cambiar el método utilizado hasta ahora, que permitiría acelerar la tan ansiada transición a la movilidad ecológica que tanto desea el ejecutivo. Hay que recordar que la venta de eléctricos ha aumentado a un buen ritmo (más de un 70% con respecto a los datos del año pasado, según ANIACAM), con una cuota de mercado del 1,24%, auspiciada por la puesta en marcha del Plan MOVES.