Comparativa de berlinas de infarto: Mercedes-AMG GT 63 S 4 puertas vs. Porsche Panamera GTS

Dos berlinas de espíritu circuitero: Mercedes-AMG GT 63 S 4 puertas vs. Porsche Panamera GTS.

Cuando la casa alemana presentó meses atrás su Mercedes-AMG GT 4 puertas Coupé estaba claro que iba directo a por el Porsche Panamera. Se trata, en todo caso, de un concepto extraño el del AMG, pues la plataforma sobre la que se construye no es precisamente la del Mercedes-AMG GT en sus vertientes Coupé y Roadster, sino la del Mercedes-Benz CLS. Es un movimiento lógico y a la vez interesante, pues le ha permitido, entre otras cosas, equipar un sistema de tracción total que facilita la tarea de transmitir el gigantesco torrente de fuerza que genera su motor.

La gama arranca con el Mercedes-AMG GT 53 de 435 CV de potencia, para pasar a las dos versiones de motor V8: la de acceso de 585 CV y la que aquí nos acompaña, la S de 639 CV de potencia.

Quédese con unos cuantos datos: produce 900 Nm de par, acelera de 0 a 100 km/h en solo 3,2 segundos y logra una velocidad punta de 315 km/h. Olvídese de racionalidad en un vehículo como este.

Más comedido

Un solo dato para reafirmar aún más el poderío del Mercedes-AMG GT 63 S: no hay un solo Porsche Panamera más rápido que él. Ni la variante Turbo de casi 100 CV menos ni la híbrida enchufable Turbo S E-Hybrid, con 40 CV más, baten al Mercedes-AMG GT 63 S. No quiere decir esto que no sean comparables. Y es que la variante más enfocada a la conducción deportiva, el Porsche Panamera GTS, no es mucho más lenta.

Por eso la he escogido para esta comparativa. Una berlina de altos vuelos cuyo motor V8 turboalimentado produce ‘solo’ 460 CV, pero ejecuta el 0 a 100 km/h en 4,1 segundos y estira hasta casi 300 km/h. Son igualmente cifras de superdeportivo. La mecánica es más suave y elástica que la de su rival, que destaca principalmente por su extrema rapidez para subir de vueltas, un sello identificativo de los motores AMG que no han perdido estas nuevas unidades sobrealimentadas.

Claro, que a los casi 200 CV de más que declara el Mercedes-AMG GT 63 S les resulta más fácil impresionar, incluso a los que estén habituados a las prestaciones de superdeportivos al uso. El motor, por cierto, lo comparte con prácticamente toda la gama AMG, solo que con el más alto nivel de potencia, incluso por encima del Mercedes-AMG GT R, por definición el más enfocado de la oferta a circuitos.

¿Y el casco?

Precisamente de conducción extrema saben estos dos, que aplican soluciones de vanguardia para jugar a mejorar tiempos en cualquier trazado. Para empezar, acuden a la aerodinámica activa para mantener pegada la carrocería al asfalto. Un resultado más llamativo en el Porsche, que despliega por partes un alerón trasero casi tan ancho como el propio vehículo. Espectáculo para los que nos rodean.

Luego está la puesta a punto, donde vuelven a diferir. Sí, los dos se enfocan a una conducción exigente, pero el Porsche Panamera GTS logra siempre mayor equilibrio. Me explico. Son vehículos todo uso, que lo mismo permiten batir la vuelta rápida en un circuito que realizar un larguísimo viaje en vacaciones con total confort.

Sin embargo, el Porsche Panamera goza de mayor calidad de rodadura. Como su rival, la suspensión neumática es de serie, pero filtra mejor las imperfecciones de la vía. El rodar del Mercedes-AMG GT 63 S no solo es más duro, también más áspero, incluso en su ajuste más confortable.

Esto le da la victoria al Porsche Panamera en lo que será el uso habitual, desplazamientos cotidianos. Ajustes, por cierto, que son posibles en ambos coches y que parametrizan dirección, suspensión, respuesta del motor y hasta sonido, donde quedan empatados: dulce y atrayente en modo silencioso y desgarrador una vez abiertas las válvulas de escape.

Sacamos el ‘crono’

Otra cosa es en circuito, donde el Mercedes-AMG GT 63 S se desenvuelve algo mejor, pero no mucho más. Su calibración, más dura, mantiene más recta la carrocería en apoyos. Genera también mayor confianza: parece más ligero de lo que en realidad es. Y no hablamos precisamente de pesos pluma: ambos superan con margen los 2.000 kilogramos, algo que no ayuda en otro ámbito, el del consumo, elevado en términos generales y exorbitado si aprovechamos su capacidad de aceleración, muy por encima de los 20 l/100 km.

Así y todo, lo que más me gusta del Porsche Panamera GTS es su dirección, súper directa y más comunicativa que la de su contrincante. Opcionalmente podemos escogerlo con dirección activa trasera, que reduce el radio de giro, solución que integra de serie este Mercedes-AMG GT 63 S.

También son opcionales los frenos cerámicos para los dos, alternativa que se me antoja absolutamente necesaria si pretendemos lanzar a velocidad y en circuito sus acusados tonelajes.

¿Son prácticos?

Pero dejémonos de prestaciones y centrémonos ahora en el aspecto más práctico de estas carrocerías, que es precisamente lo que los separa del mundo de los superdeportivos. Los dos acuden a un mismo perfil: berlina de gran tamaño superando los cinco metros de largo. Colocan el motor delante (disposición muy distinta al deportivo que corona la gama Porsche), lo que permite alargar hacia atrás el habitáculo y disponer de dos filas de asientos. ¡Y vaya dos filas!

La habitabilidad trasera es excelente, sobre todo si atendemos al carácter deportivo de estos modelos, aunque permiten configurar los asientos de diferentes maneras. Los dos ofrecen cuatro o cinco plazas, y aunque esta última opción es a priori más versátil, es también la más incómoda para el pasajero central, pues el túnel del piso es anchísimo en ambos y obliga a abrir en exceso las piernas.

Por lo demás, buenas cotas que garantizan viajar cómodamente a dos adultos de talla media: la peor es la de altura para las cabezas, que empieza a molestar una vez sobrepasamos 1,85 m de estatura. Ojo, porque aquí el Porsche Panamera GTS tiene una ventaja superlativa sobre su contrincante. Y es que dispone en su gama de una variante Sport Turismo (también con sabor GTS), de perfil shooting brake, con más hueco para la fila trasera y, de paso, mayor maletero: anuncia 520 litros, 20 más que la berlina.

Son, en todo caso, más que los 461 litros disponibles en el Mercedes-AMG GT 63 S, a priori suficientes para el equipaje de dos e incluso más pasajeros.

Portentos tecnológicos

Tampoco se quedan atrás en lo que a tecnología se refiere. En cualquiera de los dos encontramos los últimos asistentes a la conducción, si es que el cliente tipo de alguno de estos coches prefiere en algún momento que la electrónica se ocupe de guiar el camino.

En caso de ser así, hay control de velocidad de crucero adaptativo o asistente de mantenimiento de carril. Eso sí, no espere ver una larga lista de equipamientos de serie, pues a pesar de sus altas tarifas, es necesario pasar por la lista de opcionales para completar la dotación.

Hablando de cifras, el Mercedes-AMG GT 63 S es notablemente más caro y exclusivo: parte de 195.499 euros, un precio prohibitivo que casi hace parecer pocos los 159.923 euros que los de Stuttgart piden por su Porsche Panamera en especificación GTS.

En definitiva, son dos coches que aúnan en un formato realmente equiparable dos conceptos casi antagónicos, siempre con resultados extraordinarios. Y eso que, como es natural, cada uno tiene su personalidad, de modo que mientras el AMG se centra más en las prestaciones y la exclusividad, el Porsche Panamera resulta un punto más equilibrado dentro de la irracionalidad. Un coche sin duda más utilizable en el día a día que no arrastra ninguna desventaja del concepto al que pretende imitar, el de superdeportivo.

Un apunte más: acuden a cajas de cambio similares, pero la extraordinaria PDK no sobresale tanto frente a la multidisco de AMG, que proporciona un funcionamiento suave y rapidísimo en todo momento.

Fotos: Paloma Soria

Ficha técnica Mercedes-AMG GT 63 S 4matic+ Competition

*Importe aproximado para 4 años y 25.000 km anuales

Equipamiento Mercedes-AMG GT 63 S 4matic+ Competition

De serie: Frenada de emergencia automática; alerta por cambio involuntario de carril; iluminación LED matricial; sensores de luz y lluvia; sensores de aparcamiento delanteros y traseros; asistente de aparcamiento; cámaras de visión 360º; selector de modos de conducción; apoyos de motor dinámicos; diferencial trasero autoblocante mecánico con control electrónico; eje trasero direccional; cuadro de instrumentos digital; sistema multimedia con pantalla de 12,3”; navegador; Bluetooth; climatizador bizona; acceso y arranque sin llave; asientos delanteros eléctricos; sonido Burmester y llantas de 20 pulgadas.

Opcional: Pintura metalizada Azul brillante (1.479 euros); llantas AMG de 21 pulgadas (2.463 euros); tapicería en cuero exclusivo (4.031 euros); molduras en fibra de carbono (4.405 euros); Paquete cromado exterior (1.567 euros); Paquete aerodinámico (4.255 euros); Paquete de asistencia a la conducción PLUS (2.911 euros); Paquete Premium Plus –incluye control de ángulo muerto, asientos delanteros multicontorno climatizados, Head-up Display, cámara de 360º y carga inalámbrica para móviles– (4.140 euros); sistema de frenos de cerámica (10.378 euros) y asientos Performance (2.911 euros).

Ficha técnica Porsche Panamera GTS

*Importe aproximado para 4 años y 25.000 km anuales

Equipamiento Porsche Panamera GTS

De serie: Control de velocidad de crucero; suspensión neumática adaptativa; iluminación LED; sensores de luz y lluvia; sensores de aparcamiento delanteros y traseros; climatizador bizona; sistema multimedia PCM; navegador; Bluetooth; retrovisores exteriores antideslumbramiento automático; volante de ajuste eléctrico; asientos delanteros deportivos de ajuste eléctrico; tapicería en cuero y Alcantara; techo interior y volante en Alcantara y llantas de 19 pulgadas.

Opcional: Pintura metalizada (1.412 euros); llantas de 21 pulgadas (2.206 euros); tapicería en cuero (2.012 euros); asistente de cambio de carril (937 euros); iluminación Matrix LED (1.208 euros); asistente de visión nocturna (2.661 euros); control de velocidad de crucero adaptativo (2.715 euros control dinámico del chasis (5.362 euros); cámaras Surround View (1.616 euros); eje trasero direccional (2.335 euros); frenos cerámicos PCCB (10.195 euros); entrada y arranque sin llave (1.249 euros); asientos delanteros con masaje (1.195 euros) y sonido Burmester High-End 3D (7.697 euros).