La firma de la estrella pone a la venta en España su Mercedes-Benz GLE desde 67.500 € y ya lo hemos probado.
Aunque es ahora un segmento competido, el Mercedes-Benz ML fue uno de los pioneros de su clase en el mercado premium. Ahora, y desde 2012, su nueva denominación Mercedes-Benz GLE obedece a los más altos estándares de calidad, tecnología y eficiencia. Ahora llega el momento de ponerlo a prueba.
La gama SUV ya supone más de 50 % de las ventas a nivel global de la compañía alemana. Unas cifras que cada año nos dejan con un nuevo lanzamiento, como el Mercedes-Benz GLB, y que ahora han dado pasa a una nueva generación Mercedes-Benz GLE que es literalmente mejor en todo.
Común a la gama
Si algo no cuadraba del anterior Mercedes-Benz GLE era su diseño respecto a la actualizada gama. Algo a lo que ha puesto remedio la marca mediante un refresco de imagen en el que destacan las nuevas ópticas delanteras, en tecnología LED, y semejantes en formas a los últimos de Mercedes-Benz, como son el Mercedes-Benz Clase A o Mercedes-Benz CLS.
La trasera también se redondea, con pilotos más altos y finos, de estilo deportivo. Ojo, porque la imagen de la zaga es demoledora, anchísima si además nos decantamos por el paquete AMG. Y es que el Mercedes-Benz GLE no rechaza la personalización, entre la que se encuentra el mencionado paquete deportivo o una selección de llantas de hasta 22 pulgadas.
Interior sofisticado
El habitáculo supone un cambio radical. El Mercedes-Benz GLE acude a una presentación similar a la del Clase A. Con ello me refiero a la doble pantalla del sistema multimedia MBUX de serie (capaz de detectar si lo está manejando el conductor o su acompañante), en este caso con 12,3 pulgadas de tamaño. La pantalla central es táctil, aunque recurre también al ya habitual touchpad en la consola central.
El cuadro de mandos permite infinidad de configuraciones de la información, siendo uno de los más completos en ese sentido. Todo ello sumidos en un ambiente de calidad, con materiales mullidos en las partes que más se tocan (sorprendentemente no en los bajos de las puertas, como es habitual a estos niveles) y con una solidez muy aparente.
El resultado puede mejorar si pasamos por el catálogo de personalización, que incluye tapicerías y molduras al gusto.
Bien equipado…
Como es habitual en marcas premium el equipamiento de serie no es abundante, aunque sí interesante. Acude de fábrica a luces LED, lector de señales de tráfico, multimedia MBUX, climatizador bizona, portón del maletero de accionamiento eléctrico, tapicería en cuero o llantas de 18 pulgadas.
Pero si pasamos por la lista de opcionales, la cosa cambia. Prevé elementos como Head-up Display, control de velocidad de crucero adaptativo con asistente en atascos, conducción semi-autónoma, suspensión neumática e, incluso, una variante de esta suspensión, denominada e-Active Body Control, capaz de inclinar el coche en curvas como una motocicleta.
También dispone de una función off road que, mediante una compresión/descompresión constante de la amortiguación, permite desatascar el coche de, por ejemplo, un obstáculo de arena.
Más amplio
Frente a su antecesor, el Mercedes-Benz GLE de nueva generación ha ganado en batalla (mide 4,92 metros de largo total), lo que repercute en una mejor colocación de los pasajeros traseros. Se viaja bien atrás, en un espacio al que no le falta altura para las cabezas. Además, y por primera vez, se añade la posibilidad de equipar una tercera fila de asientos.
No son demasiado grandes, más bien adecuados para niños o personas de muy baja estatura. Pero instalarlos supone también equipar una segunda fila de ajuste eléctrico, lo que facilita las cosas a la hora de mover asientos. Por cierto, con cinco de ellos activos, el maletero anuncia 630 litros, volumen que se queda en solo 130 con siete asientos. Con todos ellos abatidos se consiguen 2.055 litros.
Más diésel que gasolina
Por conveniencia el Mercedes-Benz GLE acude a cuatro motores desde su arranque comercial, aunque solo uno de ellos es gasolina. Hay tres diésel, uno de acceso con cuatro cilindros y 245 CV (Mercedes-Benz GLE 330 d). Los otros dos son de seis cilindros en línea (Mercedes-Benz GLE 350 d y Mercedes-Benz GLE 400 d) con 272 y 330 CV de potencia respectivamente.
La única alternativa gasolina recibe un sistema de micro-hibridación con el que se gana la etiqueta ECO de la DGT. El Mercedes-Benz GLE 450 arroja 367 CV mas el apoyo puntual del motor eléctrico, que en ningún caso mueve por sí mismo el coche.
Todos acuden a un sistema de tracción total 4MATIC de serie y equipan una transmisión automática de convertidor de par y nueve relaciones.
El acceso, bien
Por el momento solo hemos podido probar el motor de acceso, un Mercedes-Benz GLE 300 d que se mueve muy bien para el, a priori, escaso tamaño del motor. Sus 245 CV mueven bien un conjunto que pesa como mínimo algo más de 2.100 kilogramos. Aunque evidentemente se hace patente el tacto del cuatro cilindros que, si bien es suave y francamente refinado, no gira tan bien y de forma tan poderosa como un seis cilindros.
En cualquier caso es una excelente opción en cuanto a equilibrio. Con un 0 a 100 km/h en solo 7,2 segundos no es un coche lento. Pero es que además logra consumos reducidos, en parte gracias a una aerodinámica de referencia en su segmento: Cd 0,29. En un tramos con conducción todoterreno y algunas zonas de carretera, el gasto medio se ha situado en unos 8,4 l/100 km.
Muy cómodo
Para el nuevo Mercedes-Benz GLE, la marca ha desarrollado de nuevo el esquema de suspensiones, primando el confort pero mejorando las prestaciones en carretera. Así, minimiza los balanceos a la vez que filtra mejor las irregularidades.
Nosotros lo hemos probado con la suspensión metálica de serie, que ofrece un buen rendimiento en ambos casos. Sin embargo, la joya de la corona es la mencionada e-Active Body Control, que junto a las cámaras delanteras opcionales puede leer la carretera y adaptar su tarado a la vía de forma automática. Es igualmente un coche silencioso y fácil de conducir, que se presta a grandes tiradas de kilómetros sin la más mínima muestra de fatiga.
Buen comportamiento off road
Por último, hemos podido hacer una corta expedición fuera del asfalto, momento en el que el SUV de gran tamaño de Mercedes-Benz ha sorprendido gratamente. Nos hemos adentrado en caminos rotos donde, salvo excepciones, pocos cliente van a usar su Mercedes-Benz GLE. Pero bien podrían, a pesar de una monta de neumáticos que alcanzan los 315 mm de ancho en sus medidas más grandes.
En cualquier caso el control de descensos y el modo Off Road ponen todo su empeño en que subir y bajar cuestas, por muy baja que sea la adherencia, sea pan comido. La tracción total 4MATIC apenas deja resbalar las ruedas, asegurando una buena tracción en superficies deslizantes. Solo una pega, y es que la suspensión metálica resulta algo firme para estos menesteres.
En definitiva
El Mercedes-Benz GLE es exactamente lo que esperaba, un vehículo cómodo y rutero que prima el confort ante todo. Pero mejora en lo demás, como la tecnología, situándose a la cabeza de su segmento. Y eso que compite con pesos pesados como el BMW X5 recientemente puesto al día.
A pesar de su escaso tamaño, el motor de acceso es una interesante alternativa por consumo. Por lo demás, un coche que ha dado un salto tecnológico notable y que ya está a la venta en nuestro país a un precio desde 67.500 €.
Ficha técnica Mercedes-Benz GLE 300 d 4MATIC
TIPO DE MOTOR | Diésel, 4 cilindros en línea, turboalimentado |
CILINDRADA | 1.950 cm3 |
POTENCIA | 245 CV a 4.200 rpm |
PAR MÁXIMO | 500 Nm entre 1.600 y 2.400 rpm |
V. MÁXIMA | 225 km/h |
ACELERACIÓN | 7,2 s (0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 6,1 l/100 km (mixto) |
MEDIDAS | 4.924 / 1.947 / 1.796 mm |
NEUMÁTICOS | 235 / 60 R 18 |
PESO EN VACÍO | 2.165 kg |
MALETERO | 630 – 130 l |
PRECIO | 67.500 € |
GAMA DESDE | 67.500 € |
CUOTA RENTING | 989 € / Mes* |
LANZAMIENTO | Noviembre de 2018 |
*Importe calculado sobre 4 años y 25.000 km anuales