Ambiciosa propuesta de la marca gala con el nuevo Renault Clio que ya hemos podido conocer con nuestro primer contacto.
Nos trasladamos hasta el sur de Portugal para conocer, y conducir, la quinta entrega del Renault Clio. El utilitario galo da varios pasos al frente en lo que a diseño, tecnología, calidad y, sobre todo, dinámica se refiere. Al final encontrarán un vídeo en el que mostramos el vehículo al detalle.
Según Renault, el diseño exterior es la primera variable de compra entre los conductores que adquieren un modelo del segmento B. Una máxima que viene a explicar el cambio tan continuista que ha sufrido la nueva generación del Renault Clio.
El best-seller francés alcanza su quinta entrega tras 30 años de vida y más de 15 millones de unidades vendidas en todo el mundo, de las cuales, algo más de un millón han ido a parar al mercado español.
Un mini Mégane
Sin embargo al estar parados a pocos metros de él, lo primero que nos sugiere su evolución estética es una maduración total. Sí, los diseñadores de Renault han jugado una carta conservadora y nos presentan una silueta muy similar a la del Renault Mégane.
Muchos dirán que ha perdido personalidad, pero en vivo podemos asegurar que gana muchos puntos.
El frontal es fácil de identificar. El capó gana voluptuosidad gracias a la nueva nervadura central. Los grupos ópticos adquieren la firma lumínica LED en forma de C invertida, tecnología que también se oferta en los grupos ópticos principales ¡de serie desde el acabado más básico! La parrilla aumenta ligeramente su tamaño y el paragolpes gana en presencia.
Más músculo
Su línea lateral ofrece ahora más líneas de tensión y la deportividad está presente gracias a una línea de techo algo más baja y, sobre todo, al tirador trasero oculto en el propio marco de la ventanilla. Inéditos juegos de llantas de aleación o más superficies cromadas (aparece una tira inferior con el nombre de Renault Clio en su parte final) completan dicha zona.
La zaga, por último, es la menos sorprendente. Sí, el paragolpes es algo más grande pero tanto portón como luneta son prácticamente idénticos. Los faros aumentan su tamaño y además de integrarse directamente en el portón adquieren la tecnología LED.
Parte de culpa de que esta quinta generación del Renault Clio parezca más coche que antes la tienen, igualmente, sus dimensiones. Cierto es que reduce ligeramente sus cotas de longitud y altura, con 1,44 y 4,05 metros, respectivamente, pero el hecho de haber ganado casi 6 cm en anchura, toca los 1,80 metros, le confiere un primer impacto visual excelente.
Revolución interna
Ahora bien, todo lo frío que pueda dejarnos el interior cambia radicalmente al acceder al interior, sobre todo al puesto de conducción. Aquí, el Renault Clio da un salto cualitativo importantísimo. Materiales más blandos tanto en el salpicadero como en las puertas, asientos más ergonómicos y más opciones de personalización se complementan con un aspecto 100% tecnológico.
En este sentido, el protagonismo lo comparten tanto el cuadro de instrumentos digital de 10 pulgadas como la pantalla central vertical de 9,3 pulgadas. El primero es un opcional (nosotros estuvimos probando el standard de 7 pulgadas, nos aventuramos a decir que será el más solicitado por los compradores) mientras que el segundo irá ligado a los acabados más altos de gama. Ofrece innumerables opciones de configuración pero, por encima de todo, destaca su excelente manejo, similar al de un smartphone o tablet actual.
Nuevo timón de mando
Un ‘Smart Cockpit’, como Renault lo denomina, que se acompaña de un nuevo volante más compacto o, como decíamos, de unos asientos más confortables que no solo sujetan cualquier contorno sino que son más finos que los del actual, lo que repercute en una habitabilidad trasera superior.
Aspecto, este último que quizá no se note demasiado en altura, pero que sí ofrece sustanciales mejoras en lo que a hueco para las rodillas o anchura se refiere. Un poco más atrás, el maletero cubica 391 litros… una cifra señalada para su “volumen total”, es decir, que faltaría la medición según el estándar VDA para conocer el dato exacto.
Tendrá un híbrido
Entrando en el aspecto mecánico, el nuevo Renault Clio se ofertará desde el inicio con cinco motorizaciones. Las variantes de gasolina tendrán el mayor peso de la gama al ofrecer tres posibilidades que arrancan con el 1.0 SCe atmosférico de 75 CV y siguiendo con el 1.0 TCe de 100 CV, ambos acoplados a una transmisión manual de cinco relaciones aunque más adelante el 100 CV estará disponible con la automática Xtronic y, nos confirman desde Renault, que con una manual de seis relaciones (que llegará cuando actualicen a nivel de normativa de emisiones este motor).
Por encima se sitúa el 1.3 TCe de 130 CV disponible únicamente con la caja automática EDC de siete relaciones.
La dupla diésel la forman las versiones de 85 y 115 CV, ambas a partir del conocidísimo bloque 1.5 Blue dCi fabricado en Valladolid adaptado ya a la norma europea actual gracias al catalizador SCR y acopladas a la transmisión manual de seis relaciones.
No obstante, la gran apuesta del Renault Clio llegará de la mano de la nomenclatura E-Tech correspondiente a su versión híbrida, encargada de abrir la puerta a la estrategia eléctrica de la marca que contempla hasta 12 modelos electrificados de aquí a 2022.
Habrá que esperar hasta el 2020 para conocerla en profundidad pero Renault ya adelanta que combinará un 1.6 turbo de gasolina con dos módulos eléctricos y con una batería de 1.2 kWh, siendo capaz de cubrir el 80% del trayecto urbano cotidiano en modo 100% eléctrico.
Lo conducimos
Llegados a este punto, toca lo realmente importante, ponerse a los mandos. Ya en los primeros kilómetros de ruta, el nuevo Renault Clio destaca por su pisada. A los mandos del TCe de 100 CV (el motor de mayor volumen) se percibe un vehículo de categoría superior. Hecho que se confirma al adentrarnos en el primer tramo revirado.
En zonas sinuosas es donde agradecemos la llegada de la inédita plataforma CMF-B del grupo, que le ha dotado de una mayor estabilidad, una mayor ligereza y una mayor rigidez. En marcha, encontramos un coche rápido y muy reactivo. Lástima que no se vea acompañada de una dirección informativa y precisa, ni siquiera tras haber tomado la decisión de equipar el Renault Multisense y añadir un modo Sport. Con él sí notamos que el tacto del acelerador es más sensible, pero poco más.
Cómputo acertado
La suspensión trabaja de manera equilibrada, otorgando un perfecto compromiso entre confort y estabilidad, mientras que la transmisión manual ofrece unos desarrollos bien escalonados… pese a que en nuestra cabeza siempre ronde la idea de esa sexta velocidad.
La segunda jornada de conducción la protagoniza la versión tope de gama, el TCe 130 EDC asociado al inédito acabado R.S. Line. De inicio se notan esos 30 CV extra, pero también es ligeramente más ruidoso que el TCe de 100 CV.
La parte positiva viene dada por la excelente gestión del cambio EDC (sobre todo en vía rápida) y por un consumo que solo ha resultado ser 0,5 litros superior al del 100 CV en conducción real.
Seguridad de alto nivel
Otra de las virtudes de esta quinta generación del Renault Clio llega de la mano de su amplísimo listado de asistentes a la conducción. En total, el utilitario francés reúne hasta 11 sistemas distintos, entre los que destacan el Highway & Traffic Jam Companion.
En este se combinan el control de velocidad de crucero adaptativo con el sistema activo de guiado en el carril, el sistema de cambio automático de luces de carretera, la alerta de ángulo muerto, el lector de señales o el asistente de colisión frontal con frenada automática de emergencia en ciudad.
A ellos se unen la cámara de 360º, sensores de aparcamiento delantero y trasero o el asistente autónomo de aparcamiento.
La gama del Renault Clio 2019 al detalle
A falta de conocer los precios definitivos del utilitario para nuestro mercado, sí conocemos cómo estará formada la gama. El motor SCe 75 estará disponible con los niveles Life e Intens; el TCe arrancará en este último y sumará el Zen y el R.S. Line; mientras que el 130 CV solo podrá combinarse con los dos más altos.
Por su parte, el diésel de acceso arrancará con el Intens y podrá sumar el Zen, nivel que se asocia en exclusiva al Blue dCi de 115 CV.
Sea como fuere, con esta quinta generación del Renault Clio ha conseguido más de lo que a simple vista pueda parecer. Ha encumbrado a su superventas a una categoría superior. Con sus argumentos no es de extrañar que, en poco tiempo, el utilitario galo vuelva a copar uno de los dos primeros puestos de su segmento y si no, tiempo al tiempo.
Texto: Karam el Shenawy