El BMW M2 se muestra como un veterano que ha sabido cómo mantenerse en primera línea.
El veterano BMW M2 se guardaba un as en la manga: equiparse con la mecánica biturbo del BMW M4 para mantenerse al día, cuanto más tiempo, mejor. Y a fe que la fórmula funciona, porque consagra un ‘toy car’ propio de circuito.
La Serie 2, dentro del portfolio BMW, es ya veterana. Más aún si la comparamos con los productos recientes de la hélice, que han llegado protagonizando de golpe un tsunami: BMW Series 3 y BMW Serie 8, BMW Z4, BMW X4, BMW X5 y BMW X7… Sí, 2018 fue un ejercicio de gran intensidad para la marca de Munich, y este 2019 promete no irle a la zaga, porque entre otros traerá consigo la familia 8 al completo (Cabrio, Gran Coupé y M8) y, más aún, la nueva Serie 1 que, por cierto, progresará de tracción trasera a delantera.
Al hilo de esta última piedra angular, no tardaremos en disfrutar de todo un desplegable que aparejará la siguiente BMW Serie 2, que al igual que la futura BMW Serie 4 aterrizará entre 2019 y 2020. Entre tanto, modelos como el que nos ocupa concentran atractivo para pensárselo, si la idea pasa por un pequeño cupé de ADN hercúleo.
Veterano que sabe mantener el interés
Y es que, sin ser una serie limitada o algo parecido, cobra interés al adoptar la motorización de gasolina biturbo, de seis cilindros y tres litros (con filtro de partículas para superar la normativa europea de emisiones Euro 6d-Temp), de la que se vale el BMW M4, con 411 CV y un contundente par máximo de 550 Nm.
Dicho de otro modo: en el tiempo no abundarán los divertidos BMW M2 Competition, y a buen seguro hacerse con uno será difícil y gravoso.
En todo, a más
Su antecesor daba 370 CV, y la diferencia prestacional se nota: pisando con ganas, hasta en tercera propina una buena patada y derrapa a nada que el suelo esté algo resbaladizo. Sorprende que suene menos de lo que cabría esperar de un M (la insonorización, abundante, tamiza parte del clásico bramido metálico), y también que para lo que gasta (moverse en medias de 11 l/100 km es lo habitual) lleve un depósito de solo 52 litros, que cumple por los pelos. Pero lo dicho, empuja con una intensidad inacabable, por lo que saltar a ritmos en el entorno de los 180-200 km/h es casi instantáneo.
Hay, de paso, algunos retoques a considerar. Por ejemplo en el frontal, dotado de nueva parrilla y entradas de aire más generosas en el parachoques, retrovisores de dos brazos (como en los M de rango), de función aerodinámica y estética (aunque el BMW M2 Competiton arroja un factor de resistencia SCx de 0,80, que era de 0,77 en el M2 a secas), escape con nuevo silenciador y cuatro cánulas oscurecidas (integra dos mariposas para alterar el sonido)…
Pensando en su puesta en pista
La cosa no acaba ahí: el chasis recibe una pieza de plástico reforzado con carbono (CFRP) para enlazar las torretas de suspensión e incrementar rigidez (gana precisión a la dirección, con curva de asistencia distinta); el diferencial trasero activo y el control de estabilidad DSC presentan calibración específica, sobre la consola hay inéditos mandos que modulan la respuesta de propulsor, dirección y rapidez del cambio automático, y en el volante botones M1 y M2 para guardar los ajustes preseleccionados.
A su vez, los asientos pueden ser báquets con reposacabezas integrados y emblemas M2 iluminados, mientras que los frenos son más grandes (los hay opcionales con pinzas delanteras de seis pistones y traseras de cuatro, en gris).
Siempre reactivo
El resultado de semejante compendio de alta precisión es un automóvil que, si bien sigue siendo exigente para ir rápido (y no tanto como el M4), se aprecia más sólido y efectivo (la dirección es un prodigio de rapidez, y los frenos resultan bien dosificables y súper resistentes), y además de manera nítida comparado con su antecesor. Desde luego en esto, y como suele decirse, la veteranía es un grado.
Es muy reactivo en términos generales, pero razonablemente fácil para llevar rápido, al estilo de lo que exigen competidores como los Mercedes-AMG C 43 4MATIC Coupé (este con tracción integral, todo un plus de seguridad a tener en cuenta) y Porsche 718 Cayman GTS.
Es más, la idea de un coche como este no es usarlo para viajar de forma intensiva, si bien admite un uso cotidiano razonablemente cómodo dentro de la firmeza que exhibe el cuadro de suspensiones, un maletero adecuado para una pareja y unas plazas traseras angostas, no particularmente accesibles que, no obstante, resolverán más de una contingencia.
¿Clásico en potencia? Hay aspectos superados (instrumentación analógica, palanca manual del freno de mano…), pero en su día se lo rifarán.
Fotos: Paloma Soria
Ficha técnica: BMW M2 Competition M DCT
TIPO DE MOTOR | Gasolina, 6 cilindros en línea, sobrealimentado |
CILINDRADA | 2.979 cm3 |
POTENCIA | 411 CV entre 5.250 y 7.000 rpm |
PAR MÁXIMO | 550 Nm entre 2.350 y 5.200 rpm |
V. MÁXIMA | 280 km/h |
ACELERACIÓN | 4,2 s (0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 9,0 l/100 km (mixto) |
MEDIDAS | 4.461 / 1.854 / 1.410 mm |
NEUMÁTICOS | 245 / 35 R 19 (del.) y 265 / 45 R 19 (det.) |
PESO EN VACÍO | 1.650 kg |
MALETERO | 390 l |
PRECIO | 79.683 € |
GAMA DESDE | 31.800 € |
CUOTA RENTING | 2.995 €/mes* |
LANZAMIENTO | Agosto de 2018 |
*Importe aproximado para 4 años y 25.000 km anuales
Equipamiento: BMW M2 Competition M DCT
De serie: Climatizador; sensores crepuscular y de lluvia; faros LED autoadaptables; M Driver’s Package (aumento de máxima de 250 a 280 km/h); volante multifunción; suspensión deportiva M; TeleServices con llamada de emergencia inteligente; sensores de aparcamiento; control de crucero con función de frenado; asientos delanteros calefactados; instrumentación ampliada; tapizado de cuero, alarma y navegador Professional.
Opcional: Driving Assistant: incluye advertencia de cambio de carril (con detector de ángulo muerto), de colisión y peatones con función de frenado en tráfico urbano, de salida de carril, de tráfico lateral trasero y detector Speed Limit Info de límite de velocidad (664 euros); frenos deportivos M con discos delanteros compuestos (2.044 euros), cámara trasera (511 euros); acceso confort (371 euros); acristalamiento con protección solar verde (447 euros), asientos delanteros eléctricos con memoria (1.214 euros); techo solar (1.140 euros); molduras interiores Carbon Fibre (588 euros), pintura metalizada (849 euros); apoyo lumbar (206 euros); asientos climatizados (799 euros); techo panorámico (1.240 euros); y carga de objetos largos: incluye apoyabrazos central trasero, 2 portabebidas en apoyabrazos central trasero y asiento trasero abatible 40/20/40 (256 euros).