Los nuevos MINI John Cooper Works Clubman y MINI John Cooper Works Countryman añaden picante a sus respectivas familias.
La firma de origen británico que ahora se encuentra bajo el paraguas de BMW, ha revolucionado dos de sus modelos de una misma tacada. El representante en el segmento de los compactos y su propuesta en el de los SUV urbanos muestran su máximo potencial con las derivaciones MINI John Cooper Works Clubman y MINI John Cooper Works Countryman.
La entrada de estos en la familia John Cooper Works les ha llevado a adaptar el nuevo motor de 2,0 litros, con sobrealimentación doble y 306 CV, lo que unido a una caja de cambios Steptronic de 8 velocidades y la tracción total (All4) les convierte en dos de los modelos más aventajados de sus respectivos segmentos.
Esta mecánica recibe buena parte de las enseñanzas que el grupo ha aprendido de su presencia en competición, pruebas tan variopintas como la velocidad, resistencia y los raids.
Pero no solo se ha trabajado en la puesta a punto y su rendimiento, también lo han hecho en la reducción de emisiones, lo que se consigue con un nuevo filtro de partículas que le permite cumplir con la normativa Euro 6dTemp. Por el momento no se ha indicado la gama de precios con la que llegará a nuestro país, ni la fecha en la que se comenzará a comercializar.
Han tenido que pasar unas semanas para poder conocer su precio de salida, MINI John Cooper Works Clubman y MINI John Cooper Works Countryman, el primero de ellos tendrá un precio de 47.300 euros mientras que el SUV tendrá una tarifa de partida de 48.800 euros.
Mecánica puntera
El motor no es nuevo aunque ha sido revisado para aumentar su potencia máxima en 75 CV. Y aunque los 306 CV que acredita son más que remarcables, también lo es que cuenta con un par del 450 Nm entre 1.750 y 4.500 rpm, lo que supone un incremento del 28 % en la respuesta con respecto a su predecesor.
Esto les permite presumir de una aceleración en el 0 a 100 km/h de 4,9 segundos en el caso del MINI John Cooper Works Clubman y de 5,1 segundos en la misma aceleración del MINI John Cooper Works Countryman. Por el contrario, la velocidad máxima se ha limitada electrónicamente a 250 km/h.
Chasis y frenos a la altura
Gozan de una excelente potencia, pero hay que tenerla bien controlada. Se ha trabajado en una nueva geometría de suspensiones que evita derivas y mejora el paso por curva, y en un nuevo sistema de frenada. Ahora los discos de freno delanteros miden 360×20 mm y se sujetan con cuatro pinzas mientras que los traseros serán de 330×30 mm.
Finalmente, en ambos casos cuentan con tracción total en donde el control dinámico de estabilidad controla el envío de potencia entre el eje delantero y el trasero para no perder tracción en ningún momento… y para sacar el máximo rendimiento de los modos de conducción de tipo Sport.
Y, por si lo dicho hasta aquí no fuera suficiente, se puede añadir chasis Sport o chasis adaptativo, el cual reduce la distancia al suelo en 10 mm.
Imagen renovada
La imagen acompaña la nueva mecánica que late en su interior. Así, se ha revisado el frontal, especialmente en las entradas de aire del paragolpes, mientras que en la trasera se han añadido un nuevo alerón y un nuevo difusor.
Se han retocado los espejos y se han incluido en el paquete de serie unas nuevas llantas de 18 pulgadas en ambos casos. Sin embargo, las barras longitudinales rojas que muestran los modelos se ofrecen como opcionales.
Además, la tecnología led se deja ver en los faros delanteros y en los traseros donde se puede añadir la enseña de la Union Jack, la bandera británica. Se ha mimado el interior y se han elegido con cuidado los materiales que lo conforman.
La pantalla sigue estando en el centro del salpicadero en el interior de una esfera que puede ser de 6,5 pulgadas en la versión estándar o de 8,8 si va asociado al sistema Connected Navigation Plus.
El último aspecto a analizar, el de las ayudas a la conducción y la seguridad, es el que menos novedades presenta pues son similares a las versiones estándar.