Prueba del Porsche Macan, atleta en plena forma

A los mandos del nuevo Porsche Macan, un SUV compacto con exceso de energía.

Los cambios practicados al SUV más accesible de la firma germana le han sentado bien para mantener el vigor exigible a un producto de semejante categoría. Probamos al Porsche Macan en su versión más asequible, con mecánica de gasolina de 245 CV, también puesta al día.

Hasta para un Porsche, el tiempo pasa. Los tiempos no son los que fueron y la competencia aprieta de lo lindo. Y si no que se lo digan al SUV más accesible de la marca, el Porsche Macan que protagoniza estas líneas y que tiene frente a sí a productos de la talla del Alfa Romeo Stelvio, BMW X4, Mercedes-Benz GLC Coupé hasta con declinaciones AMG…

Porsche ha vendido bien un modelo lanzado allá por 2013, a la estela del exitoso Porsche Cayenne. Ahora le ha practicado un exhaustivo lavado de cara para que le permita afrontar en condiciones la recta final de su vida comercial, paso previo a la llegada de un relevo completamente nuevo que debería debutar en aproximadamente dos años y que traerá consigo alternativas electrificadas, hoy por hoy no disponibles.

Base conocida

Es decir, el conocido Porsche Macan ha recibido un exigente remozado que va más allá de lo que vemos a simple vista. Con todo, el exterior varía tonalidades, como el llamativo Azul Miami de las imágenes y los no menos impactantes Verde Mamba Metalizado, Plata Dolomite Metalizado y Crayón.

Llantas distintas de hasta 21 pulgadas (mínimo de 18) y una zaga que recibe pilotos diferentes y enlazados (de noche, todo ello iluminado con LED) se suman a un habitáculo que también estrena gadgets.

Sobre todo el diseño del volante y, más aún, la pantalla táctil del equipo multimedia, que pasa de siete a once pulgadas (se equipara a la de los Porsche de última hornada) y obliga bajo ella a nuevas toberas de aire planas.

Ruptura con las tendencias actuales

Sin embargo, para bien o para mal el Porsche Macan perpetúa la consola tipo avión en la que figuran ‘mil y un’ botones físicos para activar otros tantos elementos, a menudo opcionales: climatizador (triple de serie), climatización de asientos, control de descensos, Start&Stop, firmeza de la suspensión…

Una filosofía que cotiza a la baja, pues ahora todo tiende a ser más ‘limpio’ al integrarse en las minimalistas pantallas táctiles, pero que a la vez resulta un poco más intuitivo en plena marcha, ya habituados.

El SUV de Stuttgart arrastra otras primicias. Así, como novedad, recibe como extras parabrisas calefactado y otro que reduce la entrada de ruido, de frío y de calor, junto a ventanillas laminadas, ionizador en el climatizador, asistente de atascos con intervención en la dirección (funciona de 0 a 65 km/h), faros LED y en opción activos para largas y direccionales PDLS+, nuevo multimedia con Connect Plus (con mando Voice Pilot, información de tráfico en tiempo real, actualización de mapas y aplicación Offroad Precision App, para grabar y analizar las experiencias todoterreno)…

Es novedad el volante GT con el mando Sport Response del pack Sport Chrono para seleccionar entre programas de conducción Normal, Sport, Sport Plus, Individual y activar el botón que repunta el motor 20 segundos para adelantar rápido, como en otros Porsche.

Al día

Sobre la mecánica de gasolina que nos ocupa (ya no hay diésel que valga), la más accesible de la gama es el anterior 2.0 de cuatro cilindros, pero con nueva geometría en la cámara de combustión, inyección directa e indirecta, distribución variable, filtro de partículas para superar la norma de emisiones Euro 6 d-temp… Daba 252 CV, que ahora son 245 junto a 370 Nm de par límite.

Su funcionamiento, elástico y progresivo, es voluntarioso, bien apoyado en la excelente caja automática de doble embrague y siete marchas PDK con levas tras el volante (recordemos que la tracción integral es de serie en toda la gama).

Así lo avalan una buena punta de 225 km/h, capacidad de aceleración notable y un reprís adecuado, pero no maneras claramente deportivas, quizá para lo previsible en un modelo así.

Es decir, para aquellos que se hagan ilusiones de una marcha realmente potente mejor pasar por los 354 CV (y 75.421 euros) del Porsche Macan S. En todo caso, en el Porsche Macan ‘a secas’ hay mucha solvencia para circular con soltura, incluso a coche moderadamente cargado.

Y si no abusamos del pie derecho podemos incluso consagrar consumos en torno a 8-10 l/100 km, lo que está francamente bien en un modelo que acaricia las 1,9 toneladas con piloto a los mandos.

Garantía plena

Por lo demás, el Porsche Macan es cómodo y exhibe una competencia dinámica casi sin igual. En esto, el chasis ha recibido cambios para aligerar masas suspendidas y ganar precisión en la trazada.

Es, si cabe, más aplomado, frena con la potencia y resistencia esperadas y vira como un vector cuando las curvas se agolpan yendo fuerte, sobre todo con la opcional suspensión variable PASM instalada, francamente recomendable.

Hecho y rematado a conciencia por donde se mire, tiene, como no podía ser de otro modo, puntos flacos: una habitabilidad posterior justa para adultos de talla grande, visibilidad trasera limitada, un precio superior a la media y, peor aún, una dotación de serie solo correcta que, sí, podemos completar a placer, pero a golpe de talonario, y no precisamente menudo.

Fotos: Paloma Soria

Ficha técnica Porsche Macan

*Importe aproximado para 4 años y 25.000 km anuales

Equipamiento Porsche Macan

De serie: Control de velocidad con limitador; faros LED; preparación para remolque; freno multicolisión; volante deportivo de cuero liso; levas de cambio PDK en volante; climatizador tres zonas; lavaparabrisas calefactado; sensores de lluvia y luces; portón eléctrico; instrumentación digital 4,8 pulgadas; tapicería de cuero artificial y Alcantara; navegador para PCM; acceso a Internet wireless; Bluetooth y llantas de aleación de 18 pulgadas.

Opcional: Park Assist con cámara trasera y Surround View: incluye aparcamiento asistido y sensores de parking (2.227 euros); asistente de cambio de carril LCA (641 euros); Asistente de tráfico y control de velocidad adaptativo (2.798 euros); faros adaptativos PDLS+ (1.190 euros); PTV Plus distribución variable del par motor a las ruedas traseras con bloqueo electrónico del diferencial trasero (1.634 euros); parabrisas con calefacción (471 euros); retrovisores antideslumbramiento (372 euros); paquete Sport Chrono: incluye cronómetro y selector de modos de conducción (1.271 euros); suspensión neumática con PASM (2.890 euros); pintura metalizada (desde 981 euros); acceso y arranque sin llave Porsche Entry & Drive (771 euros) y recogida en fábrica (1.085 euros).