En Francia comenzarán a instalar alcoholímetros en coches que impidan arrancarlo.
Nueva medida que seguro que traerá polémica. Francia permite desde esta semana la instalación de dispositivos de bloqueo del encendido (IDD) en vehículos de conductores que han dado positivo por alcohol. Se trata de un alcoholímetro que impediría arrancar el coche en caso de que detecte que el conductor no se encuentra en capacidades óptimas para emprender la marcha.
Esta medida, anunciada por Macron, no es nueva. En el último año hasta 7 siete departamentos franceses han permitido la colocación de dispositivos de este tipo en los vehículos.
Y, aunque para muchos parezca novedosa (e impopular) no es la primera vez que se ponen en marcha sistemas similares. En Estados Unidos y Canadá llevan funcionando desde hace más de dos décadas. Y el mismo país galo fue uno de los primeros en Europa que montó dispositivos de este tipo en vehículos de transporte de viajeros.
Errores que se repiten
El sistema del carné por puntos que tenemos en España lo tomamos del país vecino. Allí, se pueden perder hasta 6 puntos por un positivo en un control de alcoholemia mientras que el carné tiene un máximo de 12 puntos (en España el máximo es de 15).
En caso de perder la licencia se quedan sin conducir durante seis meses. Y, a partir de ahora, si dan positivo con una cifra entre 0,4 y 0,9 mg/l aire espirado (0,8 y 1,8 g/l de sangre) y quieren seguir conduciendo tendrán que instalar un alcoholímetro en el vehículo por un periodo de seis meses, aunque podría ampliarse a 5 años en caso de haber reincidido.
Los cálculos para la instalación de este dispositivo apuntan a un coste de 1.300 euros o de 100 euros al mes si se alquila.
Además, durante la conducción, el propio dispositivo podría solicitar soplar de nuevo. De esta manera, el sistema se asegura que la persona que esté al volante sea la que sopló en un primer momento y que sigue estando en disposición de seguir conduciendo.
¿Llegará esta medida a España?
La Unión Europea solicitó en 2015 medidas drásticas para reducir el número de fallecimientos en carretera fruto de la ingesta de alcohol o drogas. En nuestro país hubo un primer intento de implantar sistemas similares (alcoholímetros que bloquean el encendido) en vehículos particulares y profesionales. El primero fue en 2008 y el segundo en 2018.
Sin embargo, por el momento no se ha tomado medida alguna al respecto. Y tampoco se prevé una decisión sobre este tema en las próximas semanas. Por el momento, la DGT está centrada en rebajar la velocidad de nuestras carreteras y ciudades.
Los problemas de alcoholemia los tratará como hasta ahora, con dispositivos especiales en puntos conflictivos así como campañas especiales para gremios de una semana de duración.
En cuanto a la reincidencia en positivos en controles de alcoholemia y la pérdida del carné de conducir, desde la DGT se está apostando por la agilización de los cursos de recuperación de puntos así como un mayor número de horas de estos cursos.