El nuevo Plan de Automoción cuenta con un presupuesto de más de 2.000 millones hasta 2025.
La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ya ha presentado el nuevo Plan de Apoyo al sector de la Automoción, que pretende guiar la evolución de este en la próxima década. Un desarrollo que pasa necesariamente por la implantación masiva del coche eléctrico en España.
El objetivo del Gobierno es tener 5 millones de coches eléctricos circulando en 2030, cuando ahora sólo hay 36.000, según los datos de las asociaciones del sector. Las líneas maestras para completar esta gran transición son cinco:
- Impulsar medidas conjuntas junto al sector para favorecer un modelo de movilidad ecológico
- Revisión de la fiscalidad y unificación de impuestos
- Impulso de las inversiones, sobre todo para coches sostenibles
- Apoyo de la penetración de vehículos cero emisiones a través de ayudas a la compra
- Refuerzo de la Formación Profesional Dual para revitalizar el sector
Planes de ayuda para la compra de eléctricos
Estos cinco ejes de actuación del nuevo Plan de Automoción se traducen en medidas concretas que ya se han puesto en marcha. La primera de ellas ha sido activar un nuevo Plan MOVES, que fue aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 15 de febrero. Contempla ayudas de hasta 5.500 euros para todo aquel que quiera comprarse un eléctrico, híbrido enchufable, de pila de combustible o furgoneta ligera. A estos, en algunos casos, se podrían añadir hasta 1.000 euros que aportarán las marcas, importadores y concesionarios.
Para ello, el interesado, que puede ser una persona física, profesionales, empresas o instituciones, deberá dar de baja previamente un coche en propiedad con más de diez años de antigüedad y que tenga la ITV en regla. Además, el límite de precio del nuevo vehículo no deberá ser superior a 40.000 euros. En cuanto al más ambicioso Plan MOVEA, que contempla también a los vehículos de gas (GLP y GNC) queda de momento en suspenso por el rechazo del Congreso a los Presupuestos de 2019.
Eliminación del impuesto de matriculación
El eje de la fiscalidad cuenta con una vieja petición del sector y los usuarios: la de la eliminación, o fusión con el de circulación, del impuesto de matriculación. Durante la presentación del nuevo Plan de Automoción, la ministra de Industria abrió la puerta a armonizarlo. Para ello, se ha previsto la apertura de una mesa de negociación con Hacienda y representantes del sector para estudiar su viabilidad.
El Gobierno quiere así equipararse con otros países europeos, donde al coche se le grava una sola vez. En España, el impuesto de matriculación fija cuatro tramos de gravamen, con cuatro porcentajes, atendiendo a los niveles de emisiones homologados. En cuanto al impuesto de circulación, se paga una vez al año y es gestionado a nivel municipal y se impone en función de la potencia del vehículo. El objetivo, una vez fusionado, es establecer un impuesto único y progresivo, que penalice a los coches más contaminantes.
Subvenciones para instalar puntos de recarga
En el presupuesto acordado para este plan de transición a largo plazo, que el gobierno fija en 2.634 millones de euros para los próximos seis años, contempla también el fomento de instalaciones de estas infraestructuras. Por el momento, el número de puntos de recarga de coches eléctricos en España es 4.223, según la base de datos de Electromaps. Una red insuficiente si lo que se quiere es multiplicar por 100 el parque móvil eléctrico en 10 años.
El número de puntos de conexión debería crecer hasta los 100.000 en la próxima década, según las previsiones del Gobierno. Para ello, este nuevo plan pretende aumentar la inversión prevista de 200 millones de euros al año del Plan Nacional de Energía y Clima, centrado en la compra de vehículos limpios e instalación de puntos de recarga. Como medida más inmediata, el recién aprobado Plan MOVES contempla una dotación de más de 20 millones de euros para subvencionar la compra e instalación de puntos de recarga, tanto de uso público como privado.
Impuesto al diésel, en la agenda
Por último, en este plan se ha rebajado, sobre todo a petición de las asociaciones del sector, el tono beligerante de los últimos meses con respecto a los motores de combustión, especialmente diésel. El Gobierno ha eliminado de forma explícita la prohibición de la venta de coches de gasolina y diésel a partir de 2040 y apuesta por una “neutralidad tecnológica”. Esto supone la convivencia en el mercado entre vehículos cero emisiones y de combustión, aunque fomentando los primeros.
No hay referencias concretas en el apartado de los impuestos a la subida del relativo al diésel, actualmente suspendida. No obstante, se sigue apostando por la “fiscalidad verde”, término que el Gobierno ha utilizado hasta ahora para bonificar la compra de vehículos de cero emisiones y penalizar al mismo tiempo la adquisición de los diésel, por lo que la medida no está descartada.