La firma alemana se sube al carro de quienes quieren limpiar de antiguas y contaminantes mecánicas diésel nuestras carreteras. Ha puesto en marcha una iniciativa en Alemania por la que entregará entre 500 y 7.000 euros a quienes compren un coche nuevo Volkswagen y entreguen a cambio un modelo diésel antiguo.
Se pueden beneficiar de esta iniciativa los propietarios de otras marcas, por lo que no es una medida que solo pretende fidelizar a sus clientes sino también atraer a los conductores de otros fabricantes. Solo han de entregar un vehículo diésel que tengan una homologación Euro 4 o Euro 5 (en la actualidad estamos en la Euro 6c). Estas ayudas las pondrá en marcha el 24 de enero y se extenderán hasta el 30 de abril. Se desconoce si esta iniciativa se activará también en España.
Suma de ayudas
Estas ayudas a la compra no son excluyentes. El nuevo propietario seguirá recibiendo el valor nominal del vehículo que entrega, el cual se seguirá calculando según la marca, el modelo, la mecánica y el año de matriculación. Esto seguirá como hasta ahora. También podrá beneficiarse de las ayudas que ha puesto en marcha el gobierno alemán. Este beneficio se cifra entre 1.500 y 8.000 el reemplazo de un coche diésel, con una mecánica homologada desde Euro 1 a Euro 4.
El grupo alemán señala que las medidas que ha puesto en marcha para la retirada de propulsores de ciclo diésel de las carreteras de su país de origen le ha permitido reemplazar desde 2017 más de 240.000 automóviles diésel antiguos. Gracias a esto, según señala, ha podido reducir las emisiones anuales de dióxido de nitrógeno en unas 10.000 toneladas.
Medidas para limpiar la atmósfera
Alemania se ha puesto firme en la lucha contra las emisiones contaminantes de los vehículos diésel. Son muchas las ciudades que han declarado su centro urbano coto cerrado a esta mecánica. Por ello, son varias las marcas que han decidido actuar para reducir la repercusión entre sus clientes.
Una de las primeras en actuar fue la propia Volkswagen que anunció hace menos de un año que recompraría sus vehículos diésel. Para ello los propietarios debían haber adquirido su vehículo diésel después del 1 de abril del 2018, debían vivir cerca de una ciudad que tuviera restricciones a la circulación de esta mecánica y, en el momento de la entrega, el vehículo debía tener un máximo de un año de vida.
Estas iniciativas son similares a las que ya puso en marcha BMW quien ya inició un plan de devolución de sus vehículos.