Pocas marcas pueden permitirse el lujo de aplicar a cualquiera de sus modelos aquella filosofía de: “Estas son lentejas, si las quieres las tomas, y si no, las dejas”. No estoy empleando ninguna estratagema lingüística para definir al Subaru Impreza, lo estoy definiendo literalmente: lo hay con un solo motor y siempre con cambio automático y tracción total. ¡Cómo ha cambiado el compacto de la casa!
Bajo el capó se esconde una mecánica gasolina, bóxer y atmosférica. Una combinación extraña en los tiempos que corren. El bloque de solo 1,6 litros libera 114 CV, una cifra comedida pero no alejada de las alternativas de acceso a gama de sus principales competidores. Junto a él, un cambio automático Lineartronic (un variador continuo para entendernos).
Público muy definido
Subaru no oculta que su Impreza tiene un público muy definido. Y eso es porque la herencia de la competición no es ya, dicen sus estudios, uno de los principales argumentos de compra. Por el contrario, la suavidad y la facilidad de conducción son los principales atractivos para el comprador Subaru. Y en eso solo puedo darles la razón.
No es un vehículo de grandes prestaciones, no es rápido, pero sí transmite una enorme docilidad. El motor es muy progresivo, y el cambio también una vez nos acostumbramos a él: no hay relación directa entre el giro del motor y la ganancia de velocidad. Si queremos respuesta, el motor se revoluciona mucho, algo que ocurre habitualmente en autopista o cuando es necesario realizar un adelantamiento ágil. Hay marchas prefijadas, sí, pero no logran la naturalidad de un convertidor de par tradicional.
El consumo tampoco es, a cambio, especialmente reducido, en torno a los 7,5 l/100 km.
¿El contrapunto?
Teniendo en cuenta que los japoneses destinan su producto a un usuario urbano (y también de carretera si su búsqueda de prestaciones es limitada), se trata de un conjunto bastante equilibrado… si no fuera por el excelente chasis que han desarrollado. Pide más potencia a gritos, este chasis es más propio de un escalón de potencia cercano a los 150 CV, o más. Y Subaru justo tiene un 2.0 de 156 CV en el XV (un derivado de este Impreza al fin y al cabo), que le vendría de perlas.
Me gusta ese tacto directo que ofrece la dirección, que hace de este compacto un coche divertido de conducir, pero sobre todo reactivo, conectado al conductor. Lo mismo ocurre con el trabajo de suspensión. Simplemente excelente. Filtra muy bien las irregularidades del terreno y, a la vez, contiene bien los balanceos de la carrocería. Ojo, no hablo de un tarado deportivo, sino de un reglaje que prima el confort, pero que no olvida sus genes deportivos.
Hasta el punto de que es una excelente arma para viajar, sobre todo teniendo en cuenta el espacio que ha reservado Subaru para los pasajeros en sus 4,46 m de largo (son también 385 litros de maletero). Muy buenos datos.
Finura nipona
Ha prevalecido la funcionalidad frente a las florituras. Y eso lo demuestra un diseño sobrio tanto fuera como dentro. Todo está en su sitio y presume de una calidad de construcción muy elevada. Además de un equipamiento de primera. Solo hay dos acabados, y este Executive lo lleva todo: climatizador bizona, iluminación LED, llantas de 17”, multimedia de 7” con Android Auto y Apple CarPlay… todo menos navegador, que no existe ni como opción.
Pero su secreto está en el conjunto de asistentes EyeSight, siempre de serie, que incluye aviso de salida y asistente de mantenimiento de carril, control de velocidad de crucero adaptativo, asistente de luz de carretera, detector de ángulo muerto, frenada de emergencia automática o avisador por tráfico trasero cruzado con frenada automática, entre otras cosas. Además de la tracción total Symmetrical AWD de serie, todo ello por un precio de 23.200 €. ¿Alguien da más?
Fotos: Paloma Soria
Ficha técnica Subaru Impreza 1.6i Lineartronic Executive AWD
MOTOR TÉRMICO | Gasolina, 4 cilindros bóxer, atmosférico |
CILINDRADA | 1.600 cm3 |
POTENCIA | 114 CV a 6.200 rpm |
PAR MÁXIMO | 150 Nm a 3.600 rpm |
V. MÁXIMA | 180 km/h |
ACELERACIÓN | 11,8 s (0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 6,4 l/100 km |
MEDIDAS (L/A/AL) | 4.460 / 1.775 / 1.480 mm |
NEUMÁTICOS | 205 / 50 R 17 |
PESO EN VACÍO | 1.376 kg |
MALETERO | 385 l |
PRECIO BASE | 23.200 € |
GAMA DESDE | 20.400 € |
CUOTA RENTING | 665 € / Mes* |
LANZAMIENTO | Abril de 2018 |
*Importe calculado sobre 4 años y 25.000 km anuales |
Equipamiento Subaru Impreza 1.6i Lineartronic Executive AWD
De serie: Sistema EyeSight con frenada de emergencia automática, control de velocidad de crucero adaptativo, avisador de cambio involuntario de carril, asistente de mantenimiento de carril, aviso de avance del coche delantero y control de acelerador; iluminación LED; asistente de luz de carretera; pilotos traseros LED; cámara de visión trasera; sensores de luz y lluvia; retrovisores de ajuste eléctrico; climatizador bizona; sistema multimedia STARLINK con pantalla táctil de 8 pulgadas; Bluetooth; Apple CarPlay y Android Auto; asientos delanteros calefactables; y llantas de 17 pulgadas.
Opcional: Pintura metalizada (550 €) y sensor de parking trasero (305 €).