El 2018 se cerró con 1.180 víctimas mortales en nuestras carreteras, un 1,5 % menos que el año anterior. Hay que tener en cuenta que estas cifras pertenecen a los accidentes que se produjeron en vías interurbanas y a los que fenecieron en las primeras 24 horas tras el siniestro. Así, desde el ministerio del interior han asegurado que pronto ampliarán estas cifras añadiendo las muertos en las carreteras en vías urbanas y con los fallecidos que se produjeron en los 30 días posteriores al accidente.
Así, en 2018 se produjeron también 4.515 heridos que necesitaron de ingreso en el hospital lo que supone un 7,6 % más que el año anterior. Aunque, una cifra que hace replantearse muchas cosas es que aumentó el número de accidentes con víctimas mortales, un 0,7 % más (un total de 1.072).
Tendencias desiguales
Analizando de forma pormenorizada los datos, teniendo en cuenta el cambio de gobierno y el relevo al frente de la DGT, encontramos que en los 8 primeros meses había aumentado el número de fallecimientos en 22 personas comparado con el mismo periodo del año anterior (775 frente a 797). Y que el balance del verano fue igualmente negativo, pues en julio y agosto la cifra de fallecimientos se incrementó en 31 personas.
Sin embargo, la tendencia en los últimos meses del año ha sido positiva, pues desde agosto hasta diciembre la cifra de fallecidos se ha reducido en 40 personas (423 frente a 383), o lo que es lo mismo un 9,5 %.
Aumento de la circulación en nuestras carreteras
En el balance del tráfico de 2018 se indicó que el año recién concluido se cerró con hasta 416 millones de desplazamientos de largo recorrido, lo que supone un 2 % más (7,9 millones). Una de las causas es el aumento del parque móvil, que ahora se sitúa en los 33,7 millones de vehículos. Mientras el censo de conductores también se ha incrementado en un 1 % hasta situarse en 26,8 millones de coches.
Volviendo al asunto de las víctimas mortales, si se amplían las miras a los últimos 10 años, desde la DGT revelan que en esta década la tendencia ha sido más que positiva. Así, las estadísticas han descendido un 46 %, pasando de 2.180 fallecidos en 2008 a 1.180 en 2018. Entre las causas está la reducción del número de viajes como consecuencia de la crisis económica, aunque también hay que indicar que en este tiempo los desplazamientos de largo recorrido han aumentado un 5 %, el parque de vehículos un 9 % y el número de conductores un 13 %.
Las claves de las estadísticas de la DGT
Así queda la radiografía de la accidentalidad en nuestro país:
- Sexo: El 80 % de los fallecidos son varones, el 20 % restante son mujeres. Estos porcentajes se mantienen estables desde hace años.
- Tipo de vía: El 74 % de los fallecidos se producen en vías secundarias (877 en total, un 4,5 % menos que en 2017). El principal causante son las salidas de vía (40 %) y los choques frontales (27 %).
- Autovías y autopistas: los fallecidos aumentaron un 8,2 % pasando de 295 en 2017 a 318 en 2018. Los principales causantes fueron las salidas de vía (40 %) y las colisiones traseras y múltiples (21 %). Cabe destacar que 20 personas han fallecido en este tipo de vía por atropellos mientras que en las vías convencionales la estadística aumenta hasta los 65.
- Usuario: En 2008, el 56 % de los fallecidos viajaban en coche, en 2018 estos se han reducido al 50 %. El resto son de otros colectivos vulnerables.
- Edad: La franja de edad con más fallecidos es la que supera los 65 años, con 249 fallecimientos, le siguen los de entre 45 y 54 años (225 muertes) y los de 35 a 44 años (208 muertes).
- Sistemas de seguridad: El 22 % de las víctimas mortales viajaban sin abrochar el cinturón de seguridad. De los 211 fallecidos en motocicleta, 7 no utilizaba el casco, y de las 30 víctimas sobre un ciclomotor 5 tampoco llevaban el casco. Finalmente, en el caso de los ciclistas, de las 36 víctimas mortales, 5 no lo llevaban a pesar de ser obligatorio su uso en vías interurbanas.