Texto: Karam El Shenawy
Decía Diana Vreeland que “tener demasiado buen gusto puede ser muy aburrido”. Esa máxima no va con Renault que nos ha presentado las últimas novedades mecánicas del Renault Espace y el Renault Talisman en un entorno de ensueño: el Château de Pontarmé.
Cierto es que ni la categoría de los monovolúmenes ni la de las berlinas está pasando por su mejor momento por culpa de la fiebre SUV, pero la marca gala ha decidido que todavía no es momento de abandonar a unos clientes que siguen apostando por ellos como su opción predilecta.
Y si unos mejoran en su oferta de propulsores, otros lo hacen en su vertiente de seguridad. Así, el Renault Koleos lo hace su equipamiento de seguridad.
Renault Espace, prima la imagen
El Renault Espace se convierte en nuestro vehículo de estreno en esta jornada. Poco vamos a descubrir a estas alturas del histórico monovolumen de la marca francesa. La principal novedad de esta quinta generación ha sido su conversión en un crossover familiar.
Más allá de centrarnos en sus conocidos rasgos estéticos, a los que se suma un nuevo color Azul Cosmos y llantas de 20 pulgadas, cabe resaltar que el diseño es la principal causa por la que los conductores se deciden a comprar un Renault Espace. De hecho, dicha variable está presente en el 42% de las ventas del modelo, cuando en su segmento tiene un peso del 21%, seguida de la modularidad (ofrece siete plazas de serie) y del equipamiento.
Apuesta diésel
Ahora bien, lo realmente importante en el Renault Espace es lo que se esconde bajo su capó. Con un 84% de las ventas dedicadas al diésel, Renault ha sabido leer bien el mercado y por eso propone una amplia gama de versiones gasóleo, con cuatro alternativas. De ellas, las más novedosas son las dos tope de gama: Blue dCi de 160 y 200 CV.
Con una arquitectura de cuatro cilindros en línea y 2,0 litros de cilindrada, está equipado con la tecnología anticontaminación SCR (Selective Catalytic Reduction) con AdBlue, integrada en la cara de escape del motor para reducir las emisiones contaminantes y cumplir tanto la norma Euro 6d Temp como con el ciclo de homologación WLTP. En ambos casos se combinan con la transmisión automática EDC de doble embrague y seis relaciones.
Hora de moverse
Durante la toma de contacto, pudimos conducir brevemente la versión de más potencia (200 CV). Acompañada de un par máximo de 400 Nm, destaca por su enorme suavidad (apenas se percibe ruido mecánico) y por su excelente empuje desde un régimen bajo de vueltas que se extiende por todo el rango de revoluciones logrando mover con soltura esta carrocería de 4,86 metros de largo.
Gracias a ello, el consumo medio homologado queda cifrado en 5,3 l/100 km. Eso sí, durante nuestra breve prueba, el dato no bajó de 6 litros. Un dato muy a tener en cuenta dada su corpulencia.
Renault Talisman, una joya de motor
Turno de la berlina. El Renault Talisman, heredero del Renault Laguna, no vive sus horas más alegres (ningún modelo de su categoría lo hace). Quiere volver a posicionarse en el mapa de particulares (en flotas es uno de los vehículos más codiciados). Y ahora sube la apuesta con el nuevo motor de gasolina TCe de 225 CV.
Un bloque de cuatro cilindros, 2.0 litros y 300 Nm de par máximo, un torrente de potencia disponible desde las 1.750 rpm, que hereda del Renault Espace (se presentó hace unos meses) y que resulta ser incluso más divertido de conducir que en el monovolumen. Puede que sea el menor peso. O quizá el menor tamaño de su carrocería. Pero lo cierto es que este Renault Talismán TCe enamora desde que se arranca.
Música para mis oídos
El sonido del bloque francés cautiva en las aceleraciones pronunciadas (no hay demasiada artificialidad). Y lo acompaña de un empuje excepcional que nos catapulta hacia delante. ¿El resultado? unas gratificantes sensaciones deportivas. El 0 a 100 km/h lo contempla en 7,4 segundos. La velocidad máxima alcanza los 240 km/h y el consumo medio de combustible se queda en unos buenos 7,2 l/100 km.
La única caja de cambios disponible es la automática EDC de doble embrague y siete relaciones. Aunque su fiel aliado es, sin dudas, el sistema 4Control de cuatro ruedas direccionales. No olvidemos que también lo equipa el Renault Espace. Y en ambos casos transforma por completo su comportamiento sobre el asfalto. Se convierten en auténticos traza curvas cuando circulamos rápido o en coches ratoneros cuando se circula por ciudad. Y todo sin desdeñar las facilidades que otorga al aparcar en lugares estrechos.
Renault Koleos, más allá de los límites
El tercero en discordia, el Renault Koleos, no tiene nuevas mecánicas que descubrir. Aunque previsiblemente lanzará novedades diésel (Blue dCi) el próximo año. Posiblemente los mismos que ya equipan sus dos hermanos previamente analizados. Sin embargo, si formó parte de la puesta en escena, se debió a su mejora en cuestiones de seguridad. Los tres principales cambios son la frenada de emergencia con detección de peatones, el control de velocidad de crucero adaptativo y el detector de fatiga.