El otoño ya llegó y con ella las lluvias intensas. Así tienes que preparar tu vehículo.
Toca despedirse de las tardes soleadas, el aire acondicionado y las gafas de sol para dar la bienvenida a la época de calefacción y mal tiempo. Es un cambio que no suele gustar, pero, al margen de las opiniones que podamos tener cada uno, lo principal es que debemos saber adaptarnos y preparar nuestro coche para tener la máxima seguridad en la carretera.
Ahora, los días lluviosos empiezan a convertirse en algo cada vez más frecuente y, la realidad es que comprometen la circulación. Se generan más atascos, la distancia de frenada aumenta, los conductores tienen menos visibilidad, en algunas zonas se producen riadas e inundaciones que pueden dañar los vehículos, etc.
Por tanto, en esta época del año es esencial que seamos muy rigurosos con el mantenimiento de nuestro coche. A continuación, siguiendo las indicaciones de Norauto, te proponemos 10 consejos para que sepas cómo cuidar tu coche para conducir los días de lluvia.
1. Comprueba los líquidos
Antes de nada, aclararemos que siempre hay que vigilar los niveles de los líquidos de nuestro coche. Es decir, no importa cuál sea la época del año, hay que asegurarnos de que el aceite de motor, el anticongelante, el líquido de frenos y demás, estén dentro de los parámetros recomendados constantemente, si queremos más garantías de seguridad. Sin embargo, en épocas de lluvia, hay que prestar especial atención al líquido del limpiaparabrisas.
A veces, y más en esta época del año después de varios meses sin llover, el agua se mezcla con la suciedad de las carreteras y se forma un barro fino y muy resbaladizo. Debemos impedir que esta suciedad se acumule. De lo contrario, perjudicará nuestra visibilidad al volante. Algo que compromete en gran medida nuestra seguridad vial y la de todos los ocupantes del vehículo.
2. Garantiza tu visibilidad en la carretera
Las escobillas del limpiaparabrisas deben estar en perfecto estado si queremos que funcionen correctamente. Si circulamos con ellas desgastadas, no podremos retirar el agua ni la suciedad de nuestro campo de visión, lo que dificultará en gran medida el manejo del vehículo.
Asimismo, no solo tenemos que comprobar las escobillas delanteras, las traseras son igual de importantes.
3. Comprobar el estado de los neumáticos
Al fin y al cabo, los neumáticos son los elementos que nos conectan a la carretera. Por ello, tenemos que asegurar nuestra sujeción al asfalto, procurando que siempre tengan la presión adecuada y que las dibujos no se hayan desgastado.
La norma dice que, como mínimo, estas marcas deben ser de 1,6 mm, aunque lo ideal es que estén entre 3 o 4 mm aproximadamente. En cuanto a la presión de los neumáticos, habrá que leer las indicaciones del fabricante, ya que entran en juego otros factores como la carga que vaya a soportar el vehículo.
4. Déjate ver
Desde Norauto recomiendan que siempre llevemos encendidas las luces de cruce, aunque sea de día. Lo importante para evitar accidentes es ver y ser vistos. Por tanto, hay que comprobar que todas las luces (intermitentes, antinieblas, de corta y larga distancia, etc.) funcionan como deben antes de realizar desplazamientos.
5. Sé precavido
Aunque en un principio solo se trate de un poco de lluvia, el tiempo es impredecible y lo mismo que puede mejorar, también se pueden producir precipitaciones más intensas. Por ejemplo, en las zonas más frías puede acabar nevando o granizando y, si esto ocurre tenemos que contar con los utensilios necesarios para circular como pueden ser los neumáticos de invierno o las cadenas de nieve.
6. Vigila los frenos
La distancia de frenado tiende a aumentar a medida que el asfalto está más húmedo. Por este motivo, es esencial que tanto el líquido, como las pastillas de frenos están en perfectas condiciones. Asimismo, tampoco debemos olvidar revisar los amortiguadores y la suspensión de nuestro coche, aunque en este caso lo mejor es recurrir a un taller de confianza periódicamente.
7. Evita empañarte
Al igual que ocurre con la suciedad, si se nos empaña el parabrisas no podremos ver con claridad y eso supone un gran peligro en la carretera. Para prevenirlo, debemos prestar especial atención al climatizador, el aire acondicionado y el filtro de aire. Algunos modelos incluyen un sistema especializado en prevenir estas situaciones y, si es así, lo principal es comprobar que funcionen correctamente cuando empiezan a bajar las temperaturas.
8. Cuida la batería
Según Norauto es uno de los elementos que más sufre cuando bajan las temperaturas. Y, si está en mal estado o se descarga, no podremos circular, por lo que recomendamos llevar siempre pinzas para recargar el coche. Es mejor anticiparse a los problemas.
9. Controla todos los movimientos de tu coche
La dirección de nuestro automóvil también puede deteriorarse a causa de las precipitaciones y las bajas temperaturas. Por eso hay que asegurarnos periódicamente de que funciona como debe y que está en sintonía con los neumáticos. Solo así tendremos garantías de que, durante los desplazamientos, controlaremos por completo nuestro vehículo.
10. Cumple las normas
Aunque resulte obvio, también es importante recordar que siempre debemos llevar en nuestro coche toda la documentación necesaria para circular. En días con precipitaciones muy intensas hay más probabilidad de sufrir accidentes y las consecuencias de no llevar los papeles en el coche (y en regla) pueden perjudicar gravemente a tu bolsillo; no solo por las multas de tráfico, sino también porque el seguro podría no hacerse responsable de los gastos.
Asimismo, también es primordial que llevemos siempre elementos de seguridad para emergencias como el chaleco reflectante y los triángulos de señalización. Son obligatorios y, además, de gran ayuda.