Se avecina nuevo lío con los fabricantes de coches; aunque, a decir verdad, este podría haber sido mayor. El Consejo de Ministros de Medio Ambiente europeos ha decidido reducir las emisiones de CO2 en un 35 % con vistas a 2030. Aunque esto solo afectará a coches y vehículos comerciales. Ahora las dudas están en si la industria automovilística podría cumplir con este nuevo mandato teniendo en cuenta los problemas que supuso la llegada del protocolo WLTP y el modo en el que este disparó los registros de las emisiones y consumos.
Finalmente, los ministros de Medio Ambiente de los 28 países estuvieron de acuerdo de acometer una reducción del 35 % de las emisiones, un registro algo inferior al que se había propuesto en un principio, que llegaba al 40 %, aunque superior al que había solicitado la Eurocámara, que pedía un 30 %. Ese 35 % coincide con la posición defendida por España en el Consejo de Ministros europeo.
¿Es definitivo?
No. Aún queda margen para que varíen las cifras. El siguiente trámite para esta cifra es una nueva negociación a tres bandas entre este consejo de Medio Ambiente, la comisión europea y el Parlamento. Y, una vez estos decidan el porcentaje de reducción de emisiones, entra un nuevo protagonista: la asociación de fabricantes europeos. Aquí se buscará una cifra asumible por la industria.
Solo en este momento se hará una Ley Obligatoria, que se espera que esté aprobada antes de final de año. ¿Y ya está? Pues no, aún podría cambiar de nuevo. En 2024 todas las partes revisarán esa cifra porcentual de bajada de emisiones por si necesitara algún ajuste a la cifra que se haya establecido en la Ley Obligatoria.
Pero hay más. España, y otros países, han solicitado que las emisiones ya se hayan reducido un 15 % en 2025. Mientras que también hay voces que esperan que este trabajo no pare en 2030 y continúe con nuevas imposiciones para 2035 y 2040.
No hubo unanimidad de propuestas
La cifra que se había dado en un primer momento era de reducir un 45 % las emisiones en 2030, sin embargo, desde un principio se vio desproporcionada. Alemania, Holanda, Bélgica, Hungría o República Checa buscaron un número mucho más bajo, mientras que Francia, Irlanda, Suecia, Luxemburgo, Eslovenia y España esperaban un guarismo alto. Finalmente, el número que más consenso obtuvo fue el 35 %.