Hace menos de una semana que el Ayuntamiento de Madrid aprobó la nueva Ordenanza de Movilidad Sostenible; una nueva polémica junto con el nuevo protocolo anticontaminación que entró en vigor el pasado 8 de octubre. Entre las medidas estrella de la primera se encontraba la decisión de limitar a 30 km/h la velocidad en las calles de la capital de un carril por sentido (sea en una o dos direcciones). Este punto fue muy criticado, pues suponía restricciones casi en el 85% de las calles de la ciudad.
Y, tras las críticas de los ciudadanos, ahora llegan las de diversas voces del sector. Una de ellas es la de la Asociación Madrileña de Distribuidores de Automóviles (AMDA). Ellos, explican, no creen que bajar de 50 a 30 km/h la velocidad en la mayoría de calles de Madrid ayude a reducir los problemas de tráfico, la contaminación o la seguridad vial. Estas son las tres razones principales que el Ayuntamiento daba para justificar su decisión.
¿De verdad se quieren reducir los atropellos?
“Se justifica la reducción de velocidad para mejorar la seguridad de los peatones. Pero los datos indican que las principales causas de atropello en ciudad provienen de la imprudencia de los peatones, por la mala iluminación de las vías y por las distracciones de conductores de vehículos y de los peatones”, indican desde AMDA. Los datos a los que hacen referencia, por cierto, pertenecen a estudios de la propia Dirección General de Tráfico (DGT).
Precisamente de la imprudencia de los peatones se ha hablado, y mucho. Pues uno de los puntos polémicos de la medida es que estos podrán cruzar por cualquier punto de la calle en las zonas limitadas a 30 km/h. Es decir, no será necesario esperar a un paso de peatones. Algo que choca con la explicación de que se pretende mejorar la seguridad vial.
Circular a 30 km/h contamina más
“Circular tan despacio, por debajo de 30 km/h, puede ser causa de que el tráfico empeore en la ciudad de Madrid, produciéndose un mayor número de retenciones y atascos”, afirma Moisés González, presidente de AMDA, tal y como recoge ABC. Desde la organización también se afirma que “una velocidad inferior o igual a 30 km/h no es una velocidad adecuada para conducir en la ciudad de Madrid”.
“Nos gustaría recomendar al consistorio de una capital europea tan importante, que antes de implantar este tipo de iniciativas, las experimentara, las midiera y las valorara con estudios de calado en ciudades más pequeñas donde el impacto de una mala política vial fuera menor”, aconseja González. También se apunta a que, circulando a esa velocidad, el motor del coche necesitará un impulso mayor de marchas cortas; y, por tanto, se contaminará mucho más.