La marca Hyundai ha querido resolver una duda muy común. Se trata de saber cada cuánto un conductor insulta a otro. Y lo ha hecho recurriendo a un estudio que ha reunido a 2.000 participantes en el Reino Unido. Los resultados no dejan indiferentes a nadie, puesto que los conductores insultan o maldicen cada cuatro kilómetros.
Las conductas que observamos a diario cada vez que nos montamos en nuestro coche no dejan lugar a la duda. Cabreos, improperios y broncas son un compañero más de nuestros desplazamientos, sin importarnos con quién circulemos, ya sea nuestra pareja, hijos o amigos. Un atasco parece ser razón suficiente para que los oídos ‘comiencen a pitarnos’ o ver auténticos episodios de ira en las ventanillas de al lado.
Datos preocupantes
Por esta desagradable verdad, la compañía coreana Hyundai ha querido cuantificar en una macroencuesta, realizada entre 2.000 participantes, diversos factores a la hora de despertar nuestra furia. El primero es el promedio de insultos y exabruptos que podemos llegar a soltar. Los resultados obtenidos hablan de una media de 41 insultos por cada 160 kilómetros recorridos (100 millas en la encuesta original). Esto significa un improperio cada cuatro kms.
Si trasladamos estos datos a la distancia media que suelen conducir los ingleses al mes, que ronda los 600 kilómetros, los británicos tendrían que lavarse la boca con jabón unas 152 veces. Lo más grave es que en este estudio 9 de cada 10 conductores admite tener este tipo de conductas inapropiadas al volante; por lo que sólo un 10% de los encuestados afirma no insultar cuando circulan con su vehículo.
¿Qué factores nos irritan más?
Otras conclusiones interesantes conseguidas en este trabajo de investigación son los motivos más habituales que producen este comportamiento iracundo. Los 10 principales serían:
- Que alguien te corte el paso.
- Que alguien cambie de carril ocupando tu supuesto espacio.
- Cuando ves a alguien conduciendo mientras está con el móvil.
- Cuando otros conductores no usan los intermitentes.
- Cuando un peatón invade la carretera sin mirar.
- Cuando un coche lleva las luces largas puestas.
- Cuando el coche que tienes delante va demasiado lento.
- Cuando un coche está aparcado ocupando dos espacios.
- Cuando alguien no te da las gracias por haber esperado a que se pase.
- Cuando hay un usuario no permitido en la autovía o autopista.