La marca francesa ha aprovechado el Salón de París 2018 para demostrar qué es lo que imagina cuando piensa en la movilidad del futuro. Ha presentado su nueva EZ-ULTIMO, una limusina conectada, autónoma y eléctrica con la que pretenden ofrecer a sus clientes una experiencia Premium 100 % sostenible.
Se trata de un vehículo de lujo, que destaca gracias a sus avanzadas prestaciones y a su diseño futurista. Es un nuevo concepto de superbelina que, además, llegará al mercado para completar la gama de vehículos robotizados de la marca junto Renault EZ-GO y el Renault EZ- PRO. Sin duda, unas apuestas de movilidad sostenible que no pasarán desapercibidas.
Así es la nueva EZ- ULTIMO de Renault
A nivel estético, llaman especialmente la atención sus dimensiones, ya que es más grande y espaciosa de lo que podríamos imaginar. Concretamente, hablamos de 5,7 metros de longitud y 2,20 m de anchura, con una distancia entre ejes de 3,88 metros. De este modo, el espacio en su interior está garantizado, aunque en realidad está pensada solo para transportar a tres pasajeros.
La carrocería es bi-tono; combina el color champán con tonos verdes para darle un toque de elegancia a su imagen y, en el interior, presenta acabados en madera, mármol y cuero. Además, cuenta con techo panorámico y una sola puerta lateral para acceder al habitáculo (sin necesidad de pilar central). En cuanto a su funcionamiento, la nueva Renault EZ-ULTIMO es 100% eléctrica, aunque no se detalla ni su consumo ni el tiempo de carga que tendrán sus baterías. Tampoco se sabe nada sobre su precio.
Nivel 4 de autonomía
Esta limusina llega para convertirse en el vehículo ideal de las empresas que quieren ofrecer servicios de lujo a sus clientes. Pero, además, se trata de un nuevo concepto de coche autónomo que no solo busca realizar desplazamientos sin la intervención de un conductor, el objetivo es convertir cada trayecto en una experiencia única, más privada e intimista.
Así, es importante señalar que su nivel de autonomía es casi el más avanzado. Puede cambiar de carril, adelantar, girar en intersecciones, controlar las distancias con respecto a otros vehículos, frenar, acelerar, etc. Todo ello, sin que apenas el conductor tome los mandos. Y, también, es capaz de hacerlo tanto por vía urbana como por vía interurbana. Únicamente necesita que el trayecto esté cartografiado y que su sistema pueda conectarse con la infraestructura para poder percibir todas las señales e incidencias de la vía.