Prueba del Mercedes-AMG CLA 45 4Matic Coupé: legado de campeones

Texto: Juan Pablo Esteban /Imágenes: Paloma Soria

Las división AMG despliega todo su saber hacer en un coche atípico. Un gran compacto que recoge el testigo de sus mayores, de su tradición deportiva, en un sugerente formato cupé de cuatro puertas y con uno de los motores tetracilíndricos más potentes del mercado.

Al llegar al cada vez más engalanado circuito del Jarama uno no deja admirar el particular ‘pasillo de la fama’, ese túnel que da acceso a las instalaciones del trazado madrileño donde se exponen imágenes de antaño. Viejas estampas de un pasado glorioso que cobra si cabe más protagonismo a los mandos de todo un AMG. Y no uno cualquiera; lo hago en el que equipa el motor más ‘asequible’ de la familia, pero que atiende a todas las obligaciones prestacionales sin desmerecer el testimonio deportivo de tan míticas siglas.

Ataviado con una carrocería sedán poco demandada en motores más mundanos, que también explotan sus acérrimos rivales alemanes ( Audi RS 3 Sedan y BMW M2), el CLA es un espectáculo de líneas, muy  bien perfiladas y ensalzadas con los habituales condimentos AMG. Más en nuestra unidad, que añade el paquete aerodinámico AMG (a sumar otros 1.438 €): el splitter frontal sobredimensionado, junto a los perfiles aerodinámicos suplementarios en los faldones le dotan de un aire aún más aguerrido, más allá de su beneficios para recortar el viento con mayor eficacia.

Solo cuatro…

A diferencia de los adversarios anteriormente citados, el CLA afronta la disputa con un motor de menos cilindros: cuatro, en lugar de los seis del bávaro y cinco del coche de los aros. De cara a los más puristas, este ‘downsizing’ rompe con la magia de las grandes mecánicas de 12 y 8 cilindros de otros modelos (reservadas para los AMG 65, casi en extinción, y 63, respectivamente) y hasta de las nuevas de 6 (AMG 43).

En cualquier caso, solo por la potencia que despliega ya merece el máximo de los respetos. Los 381 CV, en solo dos litros, despejan todas las dudas en cuanto comienzan a andar. Y eso que desde dentro suenan más comedidos, que desde fuera. Un par de pisotones sobre el acelerador basta para mostrar a los transeúntes la enorme garra de este bloque. Para hacerse notar más, un botón situado en la consola activa el escape deportivo, que sube la adrenalina con sonoros ‘petardeos’ al cambiar de marcha.

Al volante, el CLA se embebe del ambiente del Clase A más deportivo, prácticamente el mismo coche pero en forma de compacto tradicional. Los detalles en rojo en salpicadero, aireadores y costuras, según equipamiento, además de unos relojes con fondo simulando fibra de carbono aportan el toque distintivo. Pero son los espectaculares asientos AMG Performance (opcionales por 3.778 €) los que marcan la diferencia.

Siempre por el sitio

Sujetos de forma magistral en estos baquets, voy buscando las cosquillas a un coche que no es fácil sacar de su trazada. Solo contempla la tracción total 4Matic, y la verdad es que hay que aplaudir lo bien que traslada la potencia al pavimento. Hasta saliendo a fondo desde parado trabaja con nota, mientras que en pleno viraje se aferra al asfalto con determinación. En resumen, da mucha confianza y la sensación de control es alta. Ahora bien, ya que la firmeza de la suspensión es elevada, conviene asumir el coste suplementario del tren de rodaje adaptativo AMG Ride Control, que ofrece dos ajustes. Sin este extra, no queda otra que encomendarse a la lógica dureza que nos brinda el esquema de este CLA.

Mientras la carretera esté en perfecto estado, da gusto ‘tirar’ el coche a la curva sin alterar significativamente el movimiento de carrocería. Pero ante el mínimo bache se cobra la conveniente reducción en confort de marcha. Es evidente que no es un vehículo adecuado para largos desplazamientos; por la dureza mencionada, sonoridad de rodadura elevada, y también porque tiene menos en cuenta a sus pasajeros.

La acusada caída del techo entorpece la entrada y salida del CLA en la segunda fila. Deja esa zona más oscura y limita la altura habitable, justa para más de 1,80 m. Entre tanto, el conductor disfruta cada kilómetro dando rienda suelta a un motor al que parece no costarle correr. Bien aliado con una caja de cambios de doble embrague y siete relaciones, la mecánica sube de vueltas con un arrojo extraordinario en cuanto supera las 3.000 rpm y llega al corte casi sin inmutarse.

Rápido en todo

La rapidez del cambio es también destacada, y hasta se preocupa del consumo (ojo, difícil bajar de los 8,5 l/100 km), ya que en el modo de conducción Comfort (hay otros  tres más) dispone de la función a vela para desplazarse. Por ejemplo en una bajada, por inercia.

La criatura, por precio, entra en conflicto con otro ‘gallo’ de la casa, el Mercedes-AMG C 43 Coupé (solo 3.500 € más caro). Y sorprendentemente, también por prestaciones, porque este último, pese a montar un poderoso V6 biturbo, entrega menos caballería (367 CV) y hasta acelera peor. Quién diría que un cuatro cilindros, el del CLA 45, fuera a dar tanto de sí.

Ficha técnica del Mercedes-AMG CLA 45 4Matic Coupé

Equipamiento Mercedes-AMG CLA 45 4Matic Coupé

De serie: frenada de emergencia automática; detector de fatiga; reconocimiento de señales; control de crucero; modos de conducción AMG Dynamic Select; escape deportivo; llantas de 18 pulgadas; dirección paramétrica deportiva AMG; faros y pilotos de LED; tapicería de cuero y microfibra Dinamica; cuadro de instrumentos AMG; sistema multimedia con pantalla de 8,0 pulgadas; CD MP3; dos conexiones USB; Bluetooth.

Opcional: pintura especial designo plata polar magno (2.563 €); llantas de 19 pulgadas negro mate (1.399 €); Paquete aerodinámico AMG (1.438 €); Paquete Exclusivo AMG: incluye apoyo lumbar con 4 vías y tapicería de cuero perforado Red Cut con costuras en rojo (2.360 t); escape deportivo AMG Performance (935 €); asientos AMG Performance (2.778 €); suspensión adaptativa AMG Ride Control (1.510 €); climatizador bizona (752 €); navegación Comand Online (3.929 €); cámara de visión trasera (464 €); control de ángulo muerto (660 €); asistente de aparcamiento (994 €); control de crucero adaptativo (1.268 €); pinzas de freno en rojo (471 €).