Las pantallas holográficas son los sistemas de visualización frontal (HUD) que muestran la velocidad y otro tipo de indicaciones de manera sencilla. Es decir, sin que el conductor tenga que apartar la vista de la trazada. Este elemento que nació en 1950, se instalaba en los aviones bélicos conocidos como ‘cazas’.
Cada vez con mayor frecuencia los coches de nueva fabricación montan de serie las pantallas holográficas. Esta tecnología HUD (Head-Up-Display) está ideada para que el conductor reciba constantemente la información necesaria; y, como decimos, con la ventaja de que no es necesario mover la vista de la carretera. De tal forma que sabe la velocidad a la que circula (y a la recomendada para esa vía), además de las indicaciones de su GPS.
Los inicios de la tecnología HUD
Debemos remontarnos hasta los años 50 para encontrar su origen. Inicialmente, este sistema se fabricó para los aviones de combate conocidos como “cazas”. En él sus pilotos encontraban todos los datos necesarios para sus maniobras de manera inmediata y cómoda; todo ello dentro de la complicada tarea que realizaban.
Mientras que el primer automóvil que incorporó este sistema fue un Oldsmobile Cutlass Supreme, de la compañía norteamericana General Motors, en el año 1988. Actualmente, esta pantalla incolora refleja la luz con un sistema de espejos; y ésta se proyecta llegando a una pequeña lámina de plástico que muestra la velocidad a la que circulamos y otras indicaciones del navegador de manera clara y nítida.
Nuevos desarrollos
Esta tecnología HUD continúa avanzando. De tal manera que Continental y Digilens han desarrollado un dispositivo que, en vez de usar el sistema de espejos, aplicará una onda holográfica que refracte la luz. Así, consiguen reducir el volumen del eje vertical y obtienen, a cambio, una visualización más amplia en un menor espacio.
El jefe de producto HUD de Continental, Thorsten Alexander Kern, definió esta tecnología como una “guía de ondas de realidad aumentada que cuenta con potencial suficiente para revolucionar el mercado”. Veremos cómo afectará esto a los salpicaderos del futuro.