Tras los últimos siniestros acaecidos en las carreteras de nuestro país, en los que se han visto inmersos vehículos de gran capacidad, se ha decidido instaurar el Alcolock. Se trata de un sistema que no permitirá circular a los autobuses si el conductor va bebido.
Recientemente, el director de la DGT, Gregorio Serrano, avanzó que en la nueva reforma de la Ley de Tráfico se incluirá este procedimiento. Por él, los vehículos de más de nueve plazas deberán llevar instalado este dispositivo. Y no se le permitirá arrancar sin corroborar el nivel de alcohol del conductor.
El alcolock ya funciona en otros países
Por novedoso que pueda parecernos, en Francia, por ejemplo, llevan utilizando este sistema desde hace varios años. Y con resultados bastante satisfactorios, ya que el binomio drogas-alcohol es una de las principales causas de accidentes. Algo que se agrava en el caso de los autobuses; donde las medidas y el peso de los mismos requieren una mayor concentración, si cabe.
Para empezar, serán los buses escolares los que inauguren esta medida. Además, deberán llevar incorporados los sistemas homologados de retención infantil pertinentes. Puesto que en nuestro país, hasta el momento, sólo los autocares diseñados a partir de 2007 son los que tienen la obligatoriedad de disponer de cinturones de seguridad. Hecho que genera que casi la mitad de estos medios de transporte (hasta un 40%) no disponga de los sistemas adecuados para la sujeción de los niños.
Objetivos a corto plazo
Con estas nuevas medidas que se están perfilando en el Ministerio del Interior, antes de presentar la reforma de la Ley de Tráfico, se pretende lograr una reducción de la mortalidad en los autobuses. Se espera reducirla hasta un 90% en accidentes frontales o cuando el vehículo vuelque.
Hasta ahora, los estudios muestran que los niños que no llevan ningún tipo de dispositivo de retención quintuplican las posibilidades de sufrir lesiones mortales en los siniestros que se produzcan en estos desplazamientos.