La segunda generación del Audi A1 Sportback deja atrás la estela de ‘vehículo de acceso’. Con esta nueva generación madura y se moderniza en todos los aspectos. No es un utilitario más, quiere situarse a la vanguardia de uno de los segmentos más competidos.
Texto Karam El Shenawy
Hay quien piensa que una marca premium se mantiene por el simple hecho de ser eso, premium. Sin embargo, independiente del motivo no todo el mundo puede optar a un vehículo presidido por cuatro aros, una hélice, un felino o una estrella. Por eso, en 2010 Audi decidió dar el salto al segmento utilitario, el que mayores ventas registraba hasta la aparición de los SUV.
Aquel modelo se denominó Audi A1 . Ahora ocho años después, y con un bagaje comercial a sus espaldas de 830.000 unidades, el pequeño de la marca se renueva por completo. Y añade la denominación Sportback a su nombre.
En primera persona
Conocemos de primera mano esta segunda generación en un centenario y abandonado taller de trenes. Aquí el contraste es abismal: frente a lo antiguo el nuevo Audi A1 Sportback desprende modernidad. Para ello, los diseñadores germanos no solo han agradado su figura (56 mm a lo largo y 34 a lo ancho, rebajando 13 mm la altura), sino que se han permitido el lujo de retocar aspectos cruciales como el morro o la zaga.
Delante, la parrilla se mantiene el estilo singleframe. Ahora es más baja y ancha y pasa a ser octogonal. Está flanqueada por nuevos faros (el LED queda como opción) y una inédita firma lumínica diurna. Entradas de aire sobredimensionadas (estamos viendo el acabado S line) o un capó con más nervio y tres entradas de aire, al estilo Audi Sport quattro, completan la zona. Y es que el mítico sedán deportivo le ha servido de inspiración para perfilar apariencia. Otro detalle es un pilar C más ancho e inclinado.
Terminamos de conocer el exterior del vehículo y nos situamos tras él. La zaga gana poderío, con un paragolpes voluminoso, luces más anchas y estilizadas. Hasta aquí llega un difusor de gran tamaño que oculta los escapes (salvo en el motor de 200 CV).
Si a ello añadimos un elevado grado de personalización podremos concluir que los 4,03 metros del flamante Audi A1 Sporback están llamados a ser una de las referencias de la categoría. Por cierto, sí, rezuma deportividad, pero una deportividad unida a una carrocería de 5 puertas. Desaparece la opción de 3 puertas.
Entorno digital del Audi A1 Sportback
Al abrir las puertas se percibe el gran salto protagonizado por el modelo; no solo en términos de calidad, también a nivel tecnológico. Hereda la pantalla central de los Audi A8, Audi A7 Sportback, Audi A6 y Audi Q8, eliminando la función capacitiva (vibración) al tocarla. De serie es de 8,8 pulgadas, aunque en opción aparece otra de 10,25 pulgadas (en las imágenes). La instrumentación Audi virtual cockpit, de 10,25 pulgadas, viene de fábrica en todas las versiones. Y se añade la función de navegación si configuramos el MMI Navegación Plus.
Pese al derroche digital, el Audi A1 Sportback no renuncia a botones físicos. Tampoco a una convincente habitabilidad, que se incrementa frente a su antecesor. Detrás hay espacio de sobra para dos adultos de 1,85 metros, y el maletero gana capacidad hasta los 335 litros básicos (65 más), en línea con el volumen de muchos compactos. Y llega a 1.090 litros al abatir los respaldos.
Renovada oferta mecánica
No obstante, la principal novedad se centra en la oferta mecánica que se despide por completo del gasóleo. Por tanto, desde su aterrizaje en el mercado, prevista para noviembre, las siglas TFSI serán las únicas, a priori, de la gama. Llegarán sobre tres bloques: un tres cilindros de 1,0 litros con dos escalones de potencia (95 y 116 CV, conocidos como 25 TFSI y 30 TFSI), y dos tetracilíndricos, un 1.5 con 150 CV (35 TFSI) y un 2.0 de 200 CV (40 TFSI).
Todos podrán asociarse con un cambio manual de seis relaciones o al automático S tronic de doble embrague y siete marchas. Solo se salva de esta regla el 40 TFSI que lo hará exclusivamente a un S tronic de seis velocidades. A falta de perfilar la oferta comercial, Audi ofrecerá el nuevo A1 Audi Sportback con tres acabados: estándar, advanced y S line.
Pensado para disfrutar
El nuevo Audi A1 Sportback ha mejorado el que ya era uno de sus puntos fuertes: la dinámica. Amplía el catálogo de suspensiones a tres, añadiendo a las estándar y deportiva una inédita deportiva con amortiguadores regulables. Mantiene el Audi drive select, para escoger entre cuatro programas la respuesta de algunos órganos mecánicos. Y monta tanto una nueva dirección eléctromecánica de asistencia variable como el eje trasero torsional con estabilizadora antibalanceo.
El equipo de frenos puede mejorar su eficacia sumando el paquete Performance. Así, recibe discos ventilados delanteros de 312 mm (276 mm los normales) y traseros de 272 mm (230 mm los de serie). Y todo a falta de un futuro y prometedor súper deportivo Audi S1 .